SIRVIENTA

Siempre he oído a personas hablar sobre querer tener un amor a la antigua, deseando haber nacido otra época muy distinta a la de ahora.

Pues bien, ustedes saben en realidad ¿cómo era el amor muchos años atrás? Muy aparte de que se enamoraba por medio de cartas, citas en cafés y parques en los que se apreciaba la naturaleza. El “amor antiguo” no es más que una mentira, los hombres si se esforzaban por enamorar a alguien con sus cartas y detalles, pero eso era solo un momento, un lapso de tiempo igual o peor a lo que actualmente se continúa haciendo, la diferencia es que ahora lo hacen hombres y mujeres. Acaso no se han dado cuenta que antes los padres enseñaban a los hombres a ser fuertes en el trabajo, a gritar y siempre insultar, listos para pelear, mientras que a las mujeres se les enseñaba que sean sumisas, solo en casa, cocinando y atendiendo al marido para que este no se vaya tras otra “más educada”.

Los hombres de ese tiempo no buscaban una mujer para amarla, buscaban una sirvienta que los atienda, les hagan compañía y les den sexo, por eso los matrimonios de antes “duraban” por qué la mujer callaba los errores de su pareja para no quedar mal ante la sociedad, les juro que en esos matrimonios tuvo que haber infidelidad solo que no se sabe por el silencio, agresión e insultos pero nadie dijo nada. El amor a la antigua es bonito en fotos, en poemas, pero no es bonito estar con un hombre a la antigua, con alguien que tiene su mentalidad cerrada cegada por el orgullo y machismo de solo él mandar y ser el centro de atención, donde pide a gritos comida caliente todo el tiempo, sin embargo no da dinero para comprar los ingredientes que se necesitan para la cena, pidiendo que su ropa este lavada y planchada al segundo de ser usada por él, sin ayudar a poner al menos la ropa sucia en la canasta, exigiendo hora y lugar de donde estas y con quien estas, cuando él no avisa donde va, ni cuando llega, cuando él tiene más de una mujer, haciéndose el muy macho por estar con varias, insultando y gritando porque no le salieron bien las cosas y desquitando toda su ira contra ti, tú ya no le tienes amor, le tienes miedo y él no tiene a alguien que ama, él tiene una sirvienta, porque a eso se reduce el amor a la antigua a fingir amor y ser perfectos en fotos, en la sociedad y a callar y servir puertas adentro.