¿Qué te diferencia? ¿Sabes bien que es lo que te hace especial? ¿Eres de los que piensan en horizontal? ¿O eres más bien de los que sueñan con acercarse cada vez más al cielo para poder rasgarlo con las uñas? ¿Ves el vaso medio vacío? ¿O simplemente no usas vaso?

Yo soy pequeña. Muy frágil. Mis alas son de un patrón diferente. Me cuesta mucho esfuerzo tomar el vuelo, para luego no saber disfrutarlo. Pero llevo dentro, incrustado entre mis órganos vitales, un reloj. Le doy cuerda, lo engraso y me aseguro de tener siempre las piezas necesarias en caso de avería. Es como una batería que se gasta y debo apañármelas para encontrarle alimento. Estoy alerta casi todo el tiempo. Llevo algunas heridas del pasado, que todavía sangran, no sé cómo cortar la hemorragia hace tiempo que los torniquetes no son suficiente. A veces, me gusta más el sabor de la sangre que el sexo. Supongo que por ello tengo un largo historial en fracasos amorosos. Y una gran lista de cadáveres tras la espalda, como decía Coelho. No ha sido fácil aprender a manejar tanta sensibilidad, siempre corriendo siete pasos por delante de mi sombra. Y mi sobra empujando con todas sus fuerzas hacia el origen. Debes filtrar antes de querer recibir o estas destinado a buscarte dentro de un laberinto.

¿Eres de los que se aísla para encontrarse? ¿O prefieres escuchar el eco de tu risa entre las multitudes? ¿Corres cuando te sientes perdido? ¿Qué dirección toman tus pies? ¿Ves tú reflejo en los ojos de tu madre? ¿O más bien tu casa es el mundo y una conversación con esa hermosa y desconocida yonki llamada Elvira?

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