Secuestro y chantaje al santo

Secuestro y chantaje al santo

Estaba en casa de una amigo, era domingo por la tarde. Después de un buen rato de charla, me fijo y le digo sorprendida:
– Esa figura que está encima de la cómoda… ¿es un Santo?
-Sí, es San Antonio, patrono de los enamorados. Mi madre me lo ha traído para que encuentre novio.
-¡Ah, sí! ¡Qué graciosa! ¿Y qué haces? ¿le rezas, le pones velas, le haces ofrendas…?
Y dice:
-Pues nada, en principio le he quitado y escondido al Niño Jesús que traía en sus brazos… ¡Y no pienso devolvérselo hasta que me encuentre un novio!

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