El secreto del relojero

Era un hombre ya anciano,toda su vida se había dedicado al duro menester de arreglar relojes.En su casa existían relojes de todo tipo,además de su arreglo,era un gran coleccionista y los más antiguos eran sus favoritos.

Todos pensaban que algo escondía aquel hombre solitario,muchos habían querido franquear su vivienda,a todos les intrigaba su manera extraña y esos ojos que parecían desorbitarse cuando alguien le preguntaba algo relacionado a su mujer,fallecida en un trágico accidente casi tres décadas atrás.

Pero alguien conocía la verdadera historia de este tan raro personaje,la llamaban la bruja y sabía vida y obra de cada uno de los que vivían aquí…

Fue entonces que muchos de los vecinos curiosos de este relojero fueron a visitar a la mencionada señora para saber el secreto del relojero.

Pero la bruja no iba a soltar prenda así nomas sin un suculento billete en mano,solo Tomasa,una señora de edad avanzada ,tenía el dinero suficiente para hacer hablar a la bruja…

-Está bien contaré el secreto tan bien guardado de Efraín,el relojero en cuestión…

-Hay un reloj que él oculta con mucho recelo en una habitación que ha mantenido cerrada por largos años…-

-¿Y qué tiene ese reloj-la curiosidad de Tomasa va en aumento-

Eso es algo que no puedo develar,tendrá que descubrirlo usted misma,hay una ventana que da justo a esa habitación,y aunque está entornada ,se puede distinguir gran parte de la misma-

A estas horas ya Tomasa no aguantaba más, la intriga la carcomía ,fue así que siguiendo las instrucciones de la bruja,se dirigió hacia el lugar,según la bruja,era la hora exacta en que el viejo relojero se hallaba allí.

Sus ojos no daban crédito a lo que estaba viendo,el relojero frotaba un añejo reloj y de el hacia su aparición una señora que no era otra que su difunta mujer.Los dos bailaban y sus rostros mantenían la lozanía de treinta años atrás.Pasada una media hora aproximadamente la mujer desaparecía y el relojero regresaba a su aspecto original.

Tomasa se marchó raudamente,asustada y temerosa de que el viejo se diera cuenta de que su secreto ya no era tal y que otros conocerían lo que ocultaba desde hacía tanto tiempo.