mis viajes por las tierras de oro (borrador)

mis viajes por las tierras de oro (borrador)

Mis viajes por las tierras de oro

Hace una semana que salimos de nuestro hogar, salimos en busca de nuevas tierras que conquistar, algunos salieron a este viaje por la fama y la gloria otros lo hicieron por la ciencia y el descubrimiento, y yo ….. yo lo hice porque no tenia nada que perder. Un día cuando estaba en el centro de la ciudad comprando comida con las pocas monedas de cobre que me quedaban un hombre un poco flaco y que vestía ropas como de trovador subió a la base de la estatua de el alcalde y saco un pergamino de su bolsa, empezó a leerlo con una voz un poco grabe y con una forma de hablar muy educada – El gran rey de nuestras tierras esta solicitando hombres valientes que quieran partir a explorar nuevas tierras recién descubiertas en nombre de nuestro reino

Todo aquel que quiera emprender el viaje diríjase a la ciudad de Soledad a los muelles  de dicha ciudad.

Yo que no tenia nada mas que perder fui a mi casa y tome las pocas cosas que tenia, tome una vieja hacha y metí todo lo que tenia en una vieja mochila que ni siquiera se lleno asta la mitad, con mi mochila en hombros y mis únicas diez monedas de cobre en mano, con las cuales apenas conseguí pagar el carruaje que me llevaría, emprendí mi viaje a soledad para tomar el viaje a las tierras de oro.

Después de el viaje hacia Soledad me dirigí hacia los muelles de carga del alcalde, la gran mayoría de los barcos estaban llenos y apunto de zarpar corrí atreves de los muelles buscando un barco que no hubiera zarpado al final de el muelle había un pequeño barco que empezaba a zarpar corrí hacia el, cuando llegue al muelle el barco apenas se alejaba de el tome impulso y salte hacia el, miraba el barco y sabia que no llegaría, mire hacia arriba y vi una mano que salía de la cubierta de el barco alcance a tomarla y me subió con el a el barco, cuando por fin estaba en el barco me dio la bienvenida un hombre joven de pelo amarillo que llevaba con el una gran mochila y portaba una túnica como de hechicero, dejamos nuestras cosas y empezamos a hablar, su nombre era Ancel y su familia provenía de el al igual que yo era un aventurero, pero el tenia otras razones, me dijo que el nació y creció en una gran biblioteca que ere dirigida por toda su familia, su familia recorría las tierras de nuestro reino recabando información y escribiendo libros con ella para su biblioteca, dijo que al escuchar acerca de el viaje hacia nuevas tierras no pudo contener la emoción y con el permiso de su padre tomo sus cosas y emprendió el viaje al igual que yo.

Ancel y yo estuvimos hablando todo el viaje, el tiempo se nos paso volando, el viaje duro tres días y la mañana de el día tres el capitán dio el aviso de tierra, nos acercamos a el borde de el navío y miramos un gigantesca tierra verde a lo lejos, los barcos bajaron anclas lejos de la costa para evitar encallar y Ancel y yo junto con la demás tripulación y algunas cosas para poder empezar a construir llegamos a tierra, después de ayudar a bajar las cosas de la construcción tomamos nuestras cosas y nos acercamos a una gran fogata que estaba en medio de el campamento, comimos y bebimos un poco y guardamos lo demás para el viaje, algunos aventureros decidieron emprender el viaje desde temprano pero Ancel y yo decidimos quedarnos unos pocos días, los recursos empezaron a escasear, muchos nos propusimos a empezar a recolectar madera, carne, piedra e incluso algunos encontraron mineral de cobre en betas a el pie de las pequeñas montañas a lo lejos, Ancel y yo empezamos a recolectar madera para que la hicieran tablas para seguir las construcciones, estuvimos todo el dia recolectando madera, al final obtuvimos algunas monedas de cobre y plata con las cuales pudimos comprar suministros a los capitanes de los barcos, compramos todo para los viajes desde comida asta equipo, al caer la noche tomamos un lugar cerca de la fogata y dormimos asta el dia siguiente

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