Te echaron de este mundo antes de tiempo;

quedaban demasiadas primaveras para ti.

¡Te faltaba tanto amor por dar!

Se marchitan las flores este año,

se ahoga el trino de los pájaros

y al sol le falta brillo.

No necesitábamos perderte para saber lo que teníamos.

Papito, el padre más bonito,

siempre volcado en los tuyos,

los que ahora nos desgarramos por dentro.

El Universo se ha vestido de negro. 

Te has ido tranquilo,

llenito de amor, de abrazos y besos.

En nuestros corazones siempre será invierno ahora,

pero por ti seguiremos viviendo

para que la risa de las niñas te iluminen el camino

y al mirarnos desde arriba, sonrías de orgullo

por lo que has construido aquí abajo.

Hasta siempre, papito querido.


Dedicado a mi cuñada Ana y a toda su familia, en memoria de su padre Alejandro García, víctima del Coronavirus y del Sistema, ya que le dejaron morir por falta de respiradores, con 74 años. No era un paciente candidato para tener una cama en la UCI.

Por extensión, dedicado a todas las víctimas de esta pandemia tan horrible que estamos viviendo.


URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS