Y casi me lo pierdo por tomarme todo enserio.

Y casi me lo pierdo por tomarme todo enserio.

De pronto registraba a los demás, también están batallando y salen victoriosos. Muchas veces reparé que tanto yo como algún otro en la comunicación estamos reflejados y si no devuelve una refracción gustosa más no tener las herramientas para socavar el quid solemos distanciarnos o siquiera tocar el tema. Discernir lleva en una canasta momentos atravesados listos para ser agarrados cuando sea de utilidad. Ante una eventual semejanza nos encuentra con varias cartas sobre la mesa y, por supuesto, un matiz de picardía para girar la rueda y ver bajo la maseta aquello enraizado y rodeado de lombrices.

Tardé años para estar en condiciones de saber que el lenguaje y el conocimiento pueden existir independientemente uno del otro. El punto crítico era mí resistencia a aceptar que podía saber sin palabras e incluso sin pensamientos. Me asaltó el extraño sentimiento de que yo estaba pasando por alto algo de crucial importancia para mí, sin embargo, sin tener la más mínima oportunidad o deseo de entenderlo lo manejo, lo reconozco, lo llamo, lo incito, me familiarizo con él y expreso en mis actos.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS