¿hay vida en este planeta?

¿hay vida en este planeta?

Vientos del Sur

29/04/2017

Me levanté perezosamente y salí de ese nicho de la nave que tenia por cama. Agarre mi herramientas y confirmé que realmente estaba allí por las coordenadas que la nave me indicaba no había duda. Deje un mensaje confirmando que iba a empezar mi trabajo, no solo por si las moscas, era como firmar mi entrada y salida como se hacia antiguamente en los trabajos terrestres…o eso me contaba mi abuelo, también era lo que hacían para subsistir en aquellas dunas en marte, pero allí pagaban con víveres. por suerte nunca me tocó pasar por aquel trago.

el planeta kaeli era una estrella bastante pequeña pero nadie se atrevía a pisar estos sitios por miedo a lo que pudiesen encontrar. Para ello nos enviaban nosotros, nos llamaban «especialistas territoriales», pero a ojos de nuestros jefes eramos solo unos miserables en busca de dinero. No eramos mejores que los caza-recompensas mercenarios, aunque nosotros no matábamos a nadie, bueno casi nunca. normalmente la situación no lo requería. En cierto modo teníamos amistad con estos y hacíamos ciertos trueques de «quid pro quo» boca a boca, cosa que evidentemente jugaba a nuestro favor si sabias tratar bien con quien debías.

Abrí la escotilla de mi nave, la cual chirrió echando en falta un buen aceite, Por fin pude ver el paisaje del planetita, rocas por todas partes, eché a andar la gravedad era ajustable gracias a la tecnología de los trajes que crearon los antecesores, por suerte no me costó mucho tomar una dirección y empezar a investigar. La primera montaña que vi pues allá me dirigí, total no había nada a la vista que pareciese interesante. Conforme iba andando mire en búsqueda de señales de vida, marcas, agujeros, alguna seña de que algo hubiese pasado por ese lugar inhóspito. Entonces me di cuenta, algo iba mal.

Mientras me fijé en los detalles y meditaba los alrededores de mis pasos,mis huellas no estaban, y mi rastro tampoco, y debí andar como unos 20 minutos en linea recta, para mi horror la montaña seguía igual de lejos que cuando abandoné la nave.

Otra cosa que teníamos en nuestros trajes como niveles de seguridad eran varias funciones, las añadieron debido a mi profesión y no esta al alcance de todo el mundo, al igual que otras profesiones tienen otras, también era cierto que podían adquirirse en el mercado negro pero a riesgo de cada uno el poseerlas. Dos de las funciones de mi traje, una de ellas era que podían marcar huellas en color rojo intenso que desaparecían al cabo de un tiempo marcado ( yo puse unas 3 hrs), y «el rastro de pulgarcito» un añadido a la parte de atras que dejaba rastros tras de mi, este solo podía verse con un aparato especial de nuestra empresa.

Di media vuelta y me encontré en medio de la nada,todo igual que antes pero sin poder divisar mi nave. Igual que antes,eso era. No me di cuenta que podía ser una defensa del planeta, un espejismo. Pero sin embargo no había vida allí. Mantuve la calma y seguí mi camino esta vez con los ojos puestos en la montaña, pero no me acercaba ni un ápice, decidí cambiar el rumbo, al cabo de un rato me golpee con algo, no lo veía, así que fui palpando hasta encontrar respuesta. Nada, pero derrepente algo ardía en mis manos,era como afilado y quemado al mismo tiempo. Algo cayó a mi alrededor, algo que parecía una especie de espejo transparente, parecía una barrera, aun con el ardor en mis manos creciendo la nueva visión pudo mas y me aferre a ver que había alrededor a pesar del dolor, venia en cuestión de segundos, una deliciosa visión, el empedrado se convirtió en piedras preciosas de todos los colores, una gran belleza nada que ver con el aspecto que estuve viendo hasta ahora, también había oro, tesoros…incluso naves (¿que pintaba eso allí?), ahora si pude ver mi nave a lo lejos. El dolor empeoraba pero seguí mirando, por desgracia lo demás que vi eran cuerpos esqueléticos, parecían humanos, otros no sabría que decir eran huesos con forma extraña, incluso elementos metálicos. ya por fin mire delante mio, esa cosa se había apoderado ya de la mitad de mi cuerpo, primero pensé que era un bicho enorme con dientes y veneno. pero me di cuenta que no. Era una especie de apertura en la pared con un liquido morado que recordaba al sulfuro. Antes de sumergirme en la oscuridad recordé las palabras de uno de mis amigos caza-recompensas: «es una estrella repleta de tesoros, pero se dice que nadie vuelve para contarlo, no lo se, nunca estuve alli, pero conozco a muchos piratas del aire que fueron y nunca regresaron»

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