Océano, cura mis revueltas mentales
llévate con tus olas mis preocupaciones
absorbe hasta tus profundidades azules
los inviernos oscuros.
Crea tormentas, olas inmensas
desnuda la apariencia de esta presencia.
Cura las mentiras del mundo contaminado,
transparenta la voz que retumba,
silencia el ruido del conglomerado.
Cura los morados de mis rodillas,
alimenta con tu sal los poros de mi piel tersa y áspera,
atrapa mis axilas y moldéate entre mis muslos.
Refréscame y rodéame hasta escucharme,
hasta escuchar el choque entre piedras negras,
el roce contra la orilla y el ajetreo a lo lejos de la gente tomando el sol.
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