El ser humano y su trascendencia

Vivimos en una constante dualidad en nuestro interior. Esto es producto de la interacción entre nuestras creencias y nuestra fe. Aunque muchos de nosotros tendemos a confundir estos conceptos, durante este texto, trataré de hacer una distinción entre ellos. Me gustaría que este escrito se tomara como un enfoque filosófico, donde hemos de desarrollar un profundo razonamiento sobre nuestra condición humana y nuestra trascendencia. Sé que al menos una vez en nuestra vida, nos hemos detenido y buscado en nuestro interior respuestas al por qué y para qué estamos aquí, pero sobre todo a la gran pregunta: ¿Qué sigue en el próximo capítulo más allá de esta vida? «Se dice que todos tenemos un poco de poetas y locos». Bueno, todos somos filósofos. Así que les invito a unirse a esta reflexión para ver más allá de lo que somos como conjunto de células o cuerpo físico.

Nuestro cuerpo está compuesto por entre 5 mil millones y 200 billones de células, lo que sorprende no es la cantidad que posee, sino más bien cómo estas células se agrupan según su naturaleza y función. Podría compararse con el propio universo. Cuando pensamos en dispositivos complejos, artilugios ingeniosos dignos de admiración, lo último que nos viene a la mente es que el cerebro humano es el más sorprendente y complejo de todas las máquinas conocidas. Hemos mencionado estas cosas, para describir cuán majestuosa es nuestra morada pasajera en esta vida. Lo creamos o no, el «Yo» es lo que es magno. Lo que nuestro cuerpo contiene.

Volvamos a lo humano. Nuestra condición humana depende de la cultura, que a su vez nos proporciona nuestro sistema de creencias. Y de forma paralela tenemos la fe, que desde mi punto de vista no es lo mismo que las creencias. La primera de ellas nos ha sido dada; pero no la segunda. La fe es propia de cada individuo y trasciende las culturas. Los ateos reniegan de las religiones y cómo estas presentan o creen en ese ser superior; pero la razón termina por poner en duda la inexistencia de algo que está más allá del ser humano. Un ser, que por una buena razón implica el hecho de no ser hombre, trasciende el espacio-tiempo; es decir, nuestra condición humana no está asociada a él. La creencia o no en este «Ser» es una convicción muy personal. Siéntase afortunado de poseerla y sea comprensivo con aquellos que no la muestran.

Nuestro cuerpo físico es muy vulnerable. Las enfermedades y la vejez dejan sus huellas en él. Nuestra motricidad y pre-programación, junto con la forma en que nuestro comportamiento está programado socialmente, puede llevarnos a pensar que esto es vano y vacío; pero la conciencia viene y saca a relucir lo opuesto.Nos hace ver más allá de este complejo cuerpo material. Abre una ventana a través de la cual podemos ver más allá y encontrar algún significado a nuestra existencia. La fe complementa nuestra conciencia. Funciona como el combustible que esta máquina necesita. Es por eso qué consciente o inconscientemente vivimos por la eternidad, no vivimos como simples mortales, como lo que mañana morirá. Hacemos planes, tenemos metas, luchamos por vivir y sobrevivir. Creo que nuestras acciones hablan por nosotros. No vivimos como los que van a morir, como los que seguramente un día dejarán de ser.

El poder está en ti y únicamente tú puedes administrarlo. No importa cuán mundanos seamos, estamos invadidos por miedos y aprensiones en el plano abstracto. El miedo a la muerte nos persigue, pero nuestro deseo de permanecer al lado de nuestros seres queridos es aún más fuerte. Donde estaba, no lo sé. Soy consciente de que estoy aquí y siempre tengo la opción de creer o no en la trascendencia. Bueno, como dije al principio, tanto si lo haces desde sistemas de creencias o religiones, como por tu propia convicción; la fe hará más que dar sentido a tu vida. Como dice el dicho, «No es un tonto aquel que cambia lo que no puede retener por lo que no puede perder». Ser creyentes no nos hace ignorantes o inteligentes, pero creo que nos hace más razonables. Tú decides cómo quieres vivir. Puedes vivir con miedo y angustia o con certeza y paz interior.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS