Ese muchacho joven,
Joven y rebelde,
Con su fajo de billetes
Alcanzó alzar la mano
Antes de poder curarlo…
Y cayó desplomado
Y dejo de respirar.
Cuando todos los demás
No paraban de mirarlo,
El dinero no tocaron.
Aunque hubiera implorado
El final de su vida
Había llegado.
Que el mundo se entere!!!
Que el dinero
No le había ayudado.
Los demás, tan consternados
No sabían que hacer
Estático se quedaron
Y para dejar de verle
Los ojos, ellos, cerraron.
El entonces no sabía
Que el dinero no podría
Salvar a su pobre vida.
Nunca imaginaría
Qué su vida acabaría
En el suelo
De una enfermería…
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