El significado de mi caminar./Una verdad de mentiras.

A veces me pregunto a donde voy…, a veces me pregunto a donde me llevaran estos pies míos…, camino sin ningún rumbo, solo dejo que me guie la suave y amable brisa, que me acaricia y me susurra algunas veces. ¿Desde cuando deje que un soplido me guiara? Bueno, en este punto ya no importa demasiado.

Mientras camino y sigo caminando, este mundo se expande cada vez más, es como si… simplemente aparecieran y desaparecieran las cosas, las personas, el todo…. Puede que el todo este escondido a la vuelta de la esquina, esperando a que llegue y gire en esta para hacerse presente, y cuando de vuelta, el todo que estaba detrás de mi desaparecerá.

Puedo escuchar a las aves cantar, sentir el aire en mis mejillas, puedo ver a toda esa gente yendo y viniendo, ¿siempre será así, o no? Todos tienen un objetivo el cual quieren cumplir, y un destino al cual quieren llegar, salen de un lugar para llegar a otro, y esto pasa una y otra vez.

Objetivos…, ¿Yo… tengo algún objetivo? ¿Hacia dónde me dirijo? Siempre me dejo llevar…, pero ¿Desde cuándo?, ¿desde cuando empecé a hacer esto? ¿Después de lo que paso en Sonora?, ¿con… Alex? No…, creo que fue más atrás, ¿el colegio militar? Si…, creo que fue desde aquella vez, desde aquel día ¿verdad… Grecia?

Mi ultimo objetivo claro fue esperarte en aquella iglesia, “La iglesia Cruz”, para caminar, escuchar, sentir, ver lo hermosa que es la naturaleza, y de noche quizás…, observar juntos ese hermoso cielo nocturno e imaginar figuras en las estrellas, como era ya costumbre para nosotros. Espere, espere, pero nunca llegaste, y nunca te volví a ver….

Día tras día iba al mismo lugar a esperarte, mirando al camino por que el siempre llegabas, o a veces imaginaba que llegarías silenciosamente por atrás, para así taparme los ojos y hacerme adivinar quien era, aun que sabíamos que era inútil pues tu voz y ese olor tan peculiar que siempre tenías te delataba. Así pasaba mis días, hasta que un tarde, mientras el sol daba sus últimos suspiros y esfuerzos por subsistir, vi desde lo lejos a una pareja de señores que venían caminando por ese mismo camino, volteaban a todos lados como si estuvieran buscando algo o a alguien, cada vez se acercaban más y entonces de forma inevitable nuestras miradas se cruzaron, en ese momento se detuvieron, vi como la señora puso las manos en su rostro tapando así su nariz y su boca, el señor por otro lado, puso un rostro de sorpresa. Después de un momento se me acercaron.

– ¿Eres Luis…? -Me pregunto el señor. A lo que asentí con mi cabeza.

En ese momento la señora quebró en llanto y me abrazo.

-Lo siento, lo siento mucho…. -Me decía la señora mientras lloraba.

No sabia por que la señora se estaba disculpando o por que lloraba, pero sin que me diera cuenta empecé a llorar también. No se por que lloraba, pero el sentimiento que me transmitía la señora era muy triste y aun que fuera raro, ese abrazo se sintió familiar y casi confortante. El señor después de un momento también abrazo a la señora y así lloramos por un rato.

Después de que la señora se calmara me preguntaron si podía acompañarlos. Se que mis padres me dijeron que no debía acompañar a personas extrañas, pero por alguna razón podía sentir que ellos eran buenos, y todo iba a estar bien si los acompañaba.

Mientras caminábamos, llegaban a mi mente tantos recuerdos que pase con Grecia en ese camino. La vez que encontramos al pajarito herido, la vez que me caí del árbol, la vez que ella se tropezó con esa banqueta mal hecha, la vez que comimos helado en esa banca, la vez que un perro salió de esa casa y me mordió, la vez que nos caímos de la bicicleta en ese tope, la vez que me defendió de esos niños, la vez en que me devolvió mi amuleto, la vez que nos conocimos….

-Llegamos. -Dijo el señor.

Recobre la atención y voltee a ver al señor, vi cómo empezó a abrir la puerta de su casa al parecer.

-Pasa por favor.

Estando adentro los señores me dirigieron a una de las habitaciones, y cuando abrieron la puerta de esta, pude verla…, era Grecia…, entre a la habitación y… tomé la fotografía en donde aparecía….

Esta era la casa de Grecia, la casa a la que me llevaría cuando dejara de ser un llorón, había fotos colgadas, un escritorio donde parecía que escribía esas historias que a veces me daba, los libros que leíamos juntos, incluso la lampara de mariposa con la que iluminábamos el libro en la obscuridad, sus vestidos colgaban del armario, y el vestido que usaba la última vez que la vi, estaba tendido en su cama, como si esperará a ser usado después de que se levantara o terminara de bañarse….

La señora, que ahora sabia que era su mamá, empezó a llorar de nuevo. Su papá salió de la habitación, y al regresar camino hacia el escritorio, dejando ahí una pequeña libreta.

-Ven, siéntate. -Me dijo su papá amablemente.

Al sentarme en esa silla frente al escritorio, la pareja de esposos salieron de la habitación dejándome solo. Mire la libreta que tenía delante de mí, era rosa y con una mariposa, obviamente era de Grecia, pues su insecto favorito eran las mariposas. Abrí la libreta y entonces supe que este era su diario, el diario en donde vivíamos ella y yo, donde volvíamos a tener todas esas aventuras de nuevo.

Inscripción en el diario

• Este nuevo diario lo escribo especialmente en secreto, ya que mis papás no deben saber que me escapo de mi casa para jugar con mi nuevo amigo, él se llama Luis, aun que es un llorón, si, el llora por todo, llora por que se lastima, o por que alguien mas se lastima, o por que alguien lo engaña, o por que no me puede ganar en las carreras, pero aun que sea un llorón, el es muy bueno, es muy amable, siempre intenta hacerme reír o cuenta historias cuando estoy triste (aun que las cuenta muy mal), ayuda a los demás y le encantan las estrellas, aun que a mi también ¿Pero saben lo que mas nos gusta? Es la luna, todas las noches vemos la luna y las estrellas en el campo, eso nos encanta, el dice que ve a un perro en las estrellas, pero yo no lo encuentro, pero el no encuentra el conejo que se esconde en la luna y yo sí. Bueno, empezare desde el principio para no olvidar nada.

• Dia 1: Hoy vi a un niño llorar a través de mi ventana.

Estaba haciendo mi tarea cuando de pronto escuche un golpe seguido de un llanto, me asome por la ventana, y al parecer un niño se había caído de su bicicleta, se quedó llorando un rato, pero después se levantó y empezó a buscar algo. Se veía algo preocupado pues al parecer no encontraba lo que estaba buscando, después empezó a llorar de nuevo, subió a su bicicleta y se fue, quise salir a buscar después de que se fue, pero mis papás no me dejaron salir.

• Dia 2: Hoy escuche sonidos extraños afuera de mi ventana.

Estaba amaneciendo y unos sonidos me despertaron, a lo que me acerque a la ventana y vi al mismo niño buscando algo, quizás era lo que se le cayo ayer, de nuevo busco por un rato hasta que empezó a llorar de nuevo y se fue, me quede pensando en que seria eso que estaba buscando y mientras pensaba mirando a través de la ventana pude ver algo que brillaba de entre uno de los arbustos, en ese momento creí que era eso lo que buscaba el niño con tanta desesperación, corrí a mi puerta, pero en cuanto toque la perilla supe que mis papás no me dejarían salir, así que pensé por un momento y después me acerque a la ventana, quite la malla, abrí la ventana y di un brinco hacia afuera, en ese momento pude sentir como el aire fresco empezó acariciar mi rostro y a levantar mi cabello, se sentía tan bien, quisiera que mis papás me dejaran salir…, oh, si es cierto, ¿En donde vi eso que brillaba? Creo que estaba por… ¡Aquí!, aquí esta, esto es… ¿Una piedra? Que raro, nunca había visto una piedra negra y brillante, es muy hermosa, ¿Esto es lo que estaba buscando en niño? ¿Qué hare?, ¿se la daré? Esta muy bonita quizás…, ¡no! Yo no soy así, tengo que regresar la piedra, pero… no se cuando vuelva a pasar, y si mis papás me ven afuera me van a regañar, quizás deba entrar y esperar a que vuelva.

• Dia 3: El niño no volvió a pasar.

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