LA SOMBRA DE AZRAEL

LA SOMBRA DE AZRAEL

Cesar

01/03/2020

“Recordad que el hombre permanece en el rincón de la oscuridad por temor a que la luz de la verdad, le deje ver cosas que derrumbarían sus conjeturas”. (J.J. Benítez)


PRIMER ACTO: RECUERDOS OLVIDADOS

“Dios existe, pero a veces duerme: sus pesadillas son nuestra existencia” (Ernesto Sábato)

I

Año 32 P.A. (Post Apocalipsis)

El silencio de la noche era interrumpido por los gemidos entrecortados de la extraña criatura que descansaba sobre el catre. Respiraba con agitación, con sus mandíbulas tensas presionándolas una contra la otra. Su cuerpo se estremecía en espasmos irregulares y sus párpados cerrados parecían moverse a gran velocidad. El murmullo silente fue abatido por un grito ahogado que desgarró el aire pestilente que se respiraba en los suburbios. La extraña figura reaccionó violentamente, irguiéndose y abriendo sus ojos. Una gota de sudor frío corría por su piel rojiza y escamosa. Se llevó sus manos deformes a su rostro y respiró profundamente. Otra vez había tenido la misma pesadilla. Veía un par de niños, de altura similar, jugar en la orilla del mar. Uno de ellos, de brazos largos y delgados, se hallaba de pie con el agua hasta su cintura, mientras observaba fijamente a los ojos, a un segundo niño más robusto, pero de rostro idéntico, que se hallaba sumergido bajo el agua cristalina del mar. Una tercera niña, más pequeña que los otros dos, los observaba desde una duna de arena blanca. Unos metros más atrás, una figura adulta los llamaba por sus nombres. Los niños se volvían para mirar a su padre y lo saludaban con sus manos. En eso, una sombra oscura surgía desde la espuma que se produce en el reventar de las olas y se abalanzaba sobre los niños, envolviéndolos en un torbellino de arena y agua. Aunque trataban de recuperar el equilibrio y ponerse de pie, no lograban resistir los embates de su agresor y terminaban desplomándose como un castillo de naipes. Arrastrados por esa fuerza destructiva,desaparecían bajo una sombra que cada vez se tornaba más oscura. Los niños terminaban por gritar desesperadamente, en el momento en que despertaba agitado. Lo que más le desquiciaba de aquel sueño, era que nunca lograba retener el rostro de los niños, tras despertar. Este sueño era muy recurrente, al igual que las visiones que tenía de un laboratorio donde había sujetos encapsulados en tanques contenedores transparentes. Algunas veces veía el laboratorio como si estuviese dentro de uno de los contenedores de vidrio y otras veces lo veía desde fuera.En estas visiones había un hombre joven que vestía un extraño traje blanco, similar a los que utilizaron alguna vez los astronautas para ir al espacio.

Se sentía confuso e irritado por la carencia de alguna visión más completa, sólo venían a él flashes de imágenes que parecían no tener conexión entre ellas. Sin embargo, si de algo estaba seguro, era que debía haber alguna conexión. Al fin y al cabo, sentía en lo más recóndito de su ser que todo estaba relacionado con su pasado, el cual no lograba recordar.

La criatura se puso de pie, encorvándose para no chocar contra el cielo de la estrecha habitación en la que se encontraba, la cual hasta el momento, le había servido de guarida mientras se movía por los funestos callejones de los suburbios. Se hallaba perdido, llevaba días buscando la antigua entrada a las cloacas de la ciudad, que conectaban en algún lugar con la línea principal del antiguo metro. Ahora se encontraba en un viejo edificio abandonado, que antaño fuera una gran torre de departamentos de lujo. Sólo quedaba el esqueleto de acero y concreto de una de las torres más alta de la ciudad. Había llegado hasta ese lugar con gran dificultad, debiendo burlar las patrullas de policía que rondan los alrededores buscando rebeldes y engendros. Él sabía lo que significaba que la patrulla agarrase un engendro, ya lo había visto en otras oportunidades. Era un espectáculo francamente escalofriante. Por ese motivo, los engendros rara vez se adentraban en los suburbios y mucho menos dentro de los muros. Al menos, eso creían las autoridades de la ciudad.

Fue hacia la ventana que se encontraba a su izquierda. En ella sólo quedaban trozos de vidrio irregulares, alojados en un marco de metal reforzado. Al ver su reflejo en los cristales, torció sus gruesos labios en un gesto de desagrado y golpeó la ventana con sus puños. Su piel endurecida no se hizo ningún daño con los pedazos que se incrustaron en sus largos dedos. Por la ventana y a lo lejos, se distinguían las altas murallas y la cúpula de la ciudadela. Aún no tenía un plan que le llevase dentro de esos muros. Sólo sabía que debía penetrar las defensas a cualquier costo, estaba obsesionado con esa idea. De acuerdo a su último informante, las respuestas a sus preguntas se encontraban en aquel lugar.

II

Cogió su abrigo de cuero negro y fue hasta la esquina norte de la habitación. Ahí había una muralla derrumbada, que formaba una especie de plataforma, que utilizaba como escritorio. Cogió su bota de cuero, que contenía agua fresca, un bien cada vez más escasos por esos días, su morral, su mascarilla, un frasco de maquillaje blanco, su pistola de plasma, un fajo de billetes, un viejo mapa de las líneas subterráneas del metro y una insignia de género, en la cual se distinguía un símbolo formado por dos K, una fusionada con la otra encerradas en un hexágono rojo, con un lema en su parte inferior: “Poder Abhinc Omnino[1]”. Esa insignia era lo único que lleva consigo cuando despertó en los subterráneos del antiguo metro de la ciudad, hace ya un año atrás.

Se puso el abrigo sobre una pechera negra con capuchón, el cual le ayudaba a pasar inadvertido. Su escaso cabello de color blanco, hacía contraste con su piel rojiza y sus ojos penetrantes de color amarillo. La mascarilla cubría sólo la parte inferior de su rostro, ocultando su nariz ancha y sus labios gruesos y deformes. Su brazo izquierdo era mas largo que el derecho y presentaba enormes callosidades puntiagudas de diversas dimensiones, las cuales utilizaba algunas veces como arma y como escudo simultáneamente. Sus piernas eran fibrosas y con una musculatura muy singular, la cual le permitía correr a gran velocidad. Untó sus largos dedos en la pasta blanquecina y comenzó a cubrir sus manos y rostro. Debía llamar la atención lo menos posible, lo cual ya era bastante complicado, considerando su gran estatura.

Salió de la habitación y fue directo a la entrada principal del viejo departamento. Desplazó con sus manos un pedazo considerable de muro, que utilizaba como puerta y salió al corredor principal del piso 33. Buscó en la penumbra las escaleras y comenzó a bajar por ellas. A través de los muros derrumbados del edificio, se veía desde la altura, una ciudad desolada por la miseria, la destrucción y el olvido.

La tierra tiene una piel, y esa piel tiene enfermedades. Una de esas enfermedades se llama hombre [2]– pensó, mientras descendía peldaño tras peldaño.Le tomó varios minutos descender hasta el primer piso del subterráneo. Divisó la entrada al abandonado cuarto de mantenimiento. Los generadores ya no estaban en su lugar, habían sido saqueados junto con casi todo lo que pudiese tener algún valor. Buscó las escaleras de servicio que daban hacia el nivel de la calle. Era una salida de emergencias que colindaba con una callejuela al costado del edificio. Al salir, su mascarilla se accionó automáticamente y comenzó a filtrar el aire enrarecido que existía a ras de suelo, semejante a la niebla de cenizas que se forma tras un incendio. No era particularmente densa, pero dificultaba ver a distancia. La nube compuesta por químicos, servía para controlar la propagación de la infección en las zonas sin aire limpio.

Caminó sin rumbo fijo esquivando escombros y alguna que otra figura que deambulaba por las calles. Pensaba en su siguiente movimiento, no sabía si descender nuevamente a los túneles del metro para seguir buscando la entrada al antiguo sistema de alcantarillado que conducían a la ciudad o buscar algún tipo de ayuda para completar su misión. Dobló en la siguiente esquina y se enfiló hacia el centro de los suburbios, tenía que ver a Broyle, quizás él había tenido mejor suerte. A su alrededor, se hallaba una ciudad en ruinas, con edificios derrumbados, escombros, basura y graffitis por doquier. La gran mayoría de ellos eran consignas en contra de la corporación y se encontraban firmados con la sigla H.D.F. Un grupo de subversivos que se autodenominaban Hijos de Fénix[3] y que era reconocida como la resistencia. Sin embargo, sus fuerzas no lograban resistir los ataques de los escuadrones especiales de la Corporación y mucho menos, lidiar con la presencia de los develados.

A medida que avanzaba, se aproximaba lentamente a las altas murallas de la ciudad. Aquella monstruosidad, tenía una altura equivalente a un edificio de 25 pisos. En la parte superior, existían puestos de vigilancia de la policía, quienes no eran más que marionetas de la corporación. Sobre la muralla, se erguía majestuosa la cúpula de la ciudad, la que mantenía a los ciudadanos privilegiados, libre de la amenaza de la infección. Si bien, la ciudad no era de las más grandes, el tamaño de su cúpula era colosal.

Nueva Brasilia era la polis más importante de la región austral, con poco más de 6 millones de habitantes. En ella residen los hombres más poderosos de las antiguas naciones emergentes de Sudamérica, que lograron resguardarse de los efectos del virus. En esta región no hubo muchos sobrevivientes, sólo existe otra gran ciudad a unos 2.200 kilómetros al sureste, la que alguna vez fuera Buenos Aires y que ahora es conocida como Ciudad Del Plata. El resto de Sudamérica se encontraba totalmente desolada a causa de la infección.

III

Azrael[4], fue el nombre que se le dio al virus, quien era conocido como el Ángel de la Muerte entre los judíos y musulmanes y era derivación del nombre árabe Izrail. La toxina apareció en pleno conflicto entre las naciones de Medio Oriente y las potencias Occidentales. Este conflicto había tenido su origen a finales del siglo XX y tenía por trasfondo, el dominio del petróleo o combustible fósil,principal fuente de energía de ese momento .Las naciones de Occidente generaban guerras inexistentes, con tal de hacerse con el control del crudo. Por su parte, las naciones musulmanas, que ya tenían sus propios conflictos internos, no lograron poner fin a las intromisiones de Occidente. No hay certeza donde Azrael hizo su aparición por primera vez, si en medio oriente o en una de las grandes naciones de Occidente, pero de lo que hay certeza, es que se esparció a gran velocidad con efectos devastadores.

Comenzaba atacando el sistema inmunológico, generando autoinmunidad, lo que hace confundir sus propias células con antígenos extraños y por lo tanto, producir anticuerpos que atacan y destruyen tejidos sanos del propio organismo. Las primeras células que comenzaban a destruirse eran las del sistema nervioso, ocasionando pérdida de la visión y del resto de los sentidos, pérdida del habla, espasmos musculares, parálisis, pérdida de noción espacio tiempo y demencia temporal, para terminar cayendo en un estado de inconsciencia total. Posteriormente se producían hemorragias internas, sangrado por las vías respiratorias y cuencas oculares, aparecían llagas en la piel y terminaban por reventarse los órganos vitales. Todo este proceso duraba meses. Era una muerte lenta y dolorosa.

Tras su aparición, Azrael se propagó rápidamente por las naciones de América del Norte, Asia, Europa y África. Sudamérica fue la última región en verse afectada. En cosa de un par de años, había muerto un tercio de la población mundial, más de dos mil quinientos millones de personas. Los gobiernos colapsaron casi de inmediato, las bolsas del mundo se desplomaron y la economía se sumergió en un caos inteligible. El pánico se esparció por la población que clamaba por un antídoto. La cura surgió rápidamente y provino de un conglomerado farmacéutico norteamericano-canadiense. No obstante, su distribución se transformó en un segundo problema para la población. La dosis completa tenía un valor excesivo. Sólo las personas más influyentes y con poder lograron en un primer momento hacerse del antídoto, controlando sólo una fracción de la pandemia. Los ciudadanos comunes de las distintas naciones, tenían mucho miedo y demandaron a sus líderes una solución. Los países tercermundistas fueron los primeros en levantarse contra sus gobiernos. Exigían que la cura fuese entregada gratuitamente a la población y no comercializada por los conglomerados farmacéuticos que se enriquecen jugando con la vida de las personas. El alto precio del antídoto era inalcanzable para la gran mayoría de ellos. Comenzaron las revueltas, los saqueos y la anarquía. Los gobiernos enviaron a sus respectivos ejércitos a las calles, dando pie a los enfrentamientos armados. Aquellos que no murieron en manos de Azrael, perecieron por los propios instintos destructivos del hombre. Alrededor del mundo brotaron grupos subversivos armados organizados, con la finalidad de asaltar los laboratorios y apoderarse de la cura. Los conglomerados farmacéuticos más importantes se unieron y pasaron a formar una gran corporación a nivel mundial. Surgió así KRATOS[5], la corporación que monopoliza el antídoto y que ejerce el poder en las ciudades estado. Con la finalidad de proteger sus laboratorios y sus envíos,reclutaron un ejército armado, lo que dio inicio a un conflicto de mayores proporciones. Los gobernantes que lograron sobrevivir fueron destituidos y las naciones quedaron sin líderes. La población más poderosa e influyente de las diversas regiones del globo, se fue agrupando en ciudades claves y se generaron las ciudades estado, con sus altas murallas y cúpulas, para evitar la propagación de la infección y como una forma de proteger a los sobrevivientes del holocausto. Los soldados sin gobiernos que defender, se convirtieron en Ronin[6], que posteriormente fueron reclutados por la Corporación para formar su ejército.

En medio del caos, surgió un segundo brote del virus.No obstante, esta vez Azrael se había hecho más fuerte y su nivel de toxicidad era aún más agresivo.Sus efectos atacaban con mayor rapidez, lo que antes duraba meses, ahora duraba días. Una nueva ola de pánico sumergió a la humanidad. En un laboratorio clandestino, se sintetizó un suero llamado Apolo[7], que fue distribuido gratuitamente a la población no privilegiada que habitaba fuera de las ciudadelas. Sin embargo, Apolo no tuvo los efectos esperados.La reacción que tenía Azrael frente a Apolo, era la de mutar su estructura molecular, generando cambios en la estructura del ADN del huésped. Un efecto secundario que comenzó a verse semanas después de la administración del suero. La mutación alcanzó niveles insospechados y con daños irreversibles. De ahí surgieron los errantes y los engendros.

Los errantes eran personas que habían sido expuestas a Azrael y que habían recibido alguna dosis mínima de Apolo. El organismo lograba controlar al autoinmunidad y poco a poco se recuperaba el normal funcionamiento, pero semanas más tarde sobre venía un cuadro febril con convulsiones y cambios fisiológicos. Los efectos secundarios más frecuentes, fueron la aparición de escamas en la totalidad del cuerpo, perdida de la pigmentación del cabello, enrojecimiento de la piel y pérdida de visión. Por su parte, los engendros eran el resultado de una mutación más profunda, sufrida por la administración de Apolo en dosis más elevadas. Lo que se pensó que iba a ser la cura, se transformó en una verdadera caja de Pandora. Además de los síntomas que compartían con los errantes, los engendros presentaban grandes deformidades en su cuerpo, principalmente en sus extremidades. Sus piernas se hacían más largas y fibrosas, al igual que sus brazos y dedos. Algunos manifestaban una piel correosa y de gran resistencia, mientras otros desarrollan fuerza sobre humana o habilidades psíquicas. Los engendros sufrían una pérdida de humanidad, convirtiéndose en bestias salvajes sin razonamiento, gobernadas por sus instintos más primitivos. Por esa razón, eran considerados peligrosos y se les daba caza. La policía era la responsable de mantener a los errantes y engendros, lejos de la ciudad.Para ello contaba con Cyborg[8], humanos alterados genéticamente, que utilizaban exoesqueletos conectados a su sistema neuronal a través de un enlace sináptico. Esta armadura, potenciaba las habilidades de los usuarios ganando fuerza, rapidez, agilidad y resistencia. Los Cyborg eran una fuerza de élite que había creado la corporación KRATOS. Pero aún más peligrosos que los Cyborg, eran los “develados”, engendros que habían adquirido ciertas habilidades psíquicas y que la corporación se encargaba de “reclutar” entre sus filas. Eran perros de caza, una verdadera pesadilla para los rebeldes. Sus habilidades psíquicas permitían a la corporación hallar con mayor efectividad a los indeseados. Generando vínculos psíquicos con los líderes de la resistencia, los develados podían obtener información vital respecto de las ubicaciones de las fuerzas rebeldes y sus comandantes, conocer con anticipación los ataques e incluso controlar la mente de aquellos más débiles psíquicamente. Sin embargo, se decía en las calles que los Hijos de Fénix habían desarrollado un dispositivo que permitía bloquear las ondas psíquicas de los develados. Levi sabía que aún no habían tenido éxito los esfuerzos por generar el bloqueo, pero la hermandad seguía trabajando en ello.

IV

Broyle se hallaba tendido en un catre de campaña, en una habitación privada del club “Noctambus”. Mientras Mikaela le acariciaba su larga cabellera negra, éste repasaba mentalmente el plan en el que había estado trabajando la noche anterior.

-¿Hasta cuando vas a seguir involucrándote con esta gente? – preguntó ella, sacándolo de su divagación.

-Hasta que sea necesario, no veo otra alternativa. No podemos ganar esta guerra sin ellos.

-Pero son unos monstruos.

-Calla mujer, no son monstruos, sólo son víctimas de las maquinaciones perversas de la Corporación. El que conserves intacta tu apariencia, no te hace mejor que ellos.

-Son unas bestias, algunos se comen los cadáveres que encuentran y son asesinos despiadados.

-Nosotros también somos asesinos.

-Pero tú no andas por las calles recogiendo muertos.

-¡Mikaela, basta!, tu sabes también como yo, que Levi y Bishop han recuperado su humanidad y que no son unas bestias estúpidas como los otros.

-Si tú lo dices.

Broyle se levantó del catre y se dirigió hacia una repisa frente a ellos. Cogió un cigarrillo y lo encendió. Le fastidiaba que Mikaela se expresara así de sus amigos. No todos los engendros eran bestias sin cerebro, muchos lograban recuperar poco a poco su racionalidad y dejaban las prácticas primitivas atrás. Levi era uno de ellos. Lo había conocido hace alrededor de un año atrás, mientras asaltaba un embarque de provisiones para el Laboratorio central de la Corporación. Levi se escondía en los muelles, al sudeste de los suburbios. Parecía una bestia asustada, se hallaba famélico, herido y en mal estado. No había comido nada en muchos días y perdía su conciencia a ratos, transformándose en una bestia rabiosa. Por esos días, los Hijos de Fénix se encontraban sintetizando un suero para eliminar parte de los efectos secundarios en los errantes y engendros,y tuvo la genial idea de inyectarle una alta dosis del suero. Si bien los efectos secundarios no desaparecieron, Levi logró recuperar su racionalidad. El proceso fue complejo, poco a poco fue expuesto a constantes dosis y los avances fueron satisfactorios en cuanto a los daños dejados por Azrael en el sistema límbico, específicamente en el hipotálamo. En sólo unas semanas, Levi recuperó la visión, posteriormente el habla y gran parte de su conciencia. Donde no hubo avances, fue en el hipocampo, viéndose afectada principalmente la memoria a largo plazo. Levi no recordaba nada de su pasado, no sabía cómo había mutado o dónde había contraído la infección o cual era su nombre, sólo lograba recordar los acontecimientos más recientes. Broyle lo bautizó como Levi, apocope de Leviatán[9]. En sus muchas charlas, Levi le había comentado a Broyle los extraños sueños que venían a su cabeza y ambos coincidían que seguramente eran recuerdos que intentaban volver a su memoria.

Un golpe en la puerta lo sacó de su trance. Se acercó hacia la abertura que servía para mirar quien era el visitante. Un tipo rubio de aspecto desarreglado se hallaba parado junto a la puerta. Broyle abrió embargado por una sensación de alivio. En ese momento, le pidió a Mikaela que lo dejara solo.

-Christopher, amigo mío ¿cómo ha resultado todo?

-¡Broyle, hermano!, todo ha salido de maravilla. Hemos localizado la central donde se encuentran los archivos, sólo nos resta planear el asalto.

-¿Hubo muchas bajas?

-Sólo dos de los nuestros, Jussara y Maicon.

-Cada día resulta más difícil lidiar con los Cyborg.

-Ni hablar. Necesitamos contar con el equipo adecuado para esta misión, debemos hablar con Bishop.

-No será necesario, aún conservamos las armas que robamos en el embarque del mes pasado. Tenemos granadas de manos, rifles de plasma y los nuevos prototipos del MK-5500 Beta.

-Aún no conozco cuales son las características de ese prototipo.

-Es un rifle de asalto con alimentación dual de municiones.Su sistema posee un alimentador de municiones en ambos lados del arma y puede ser adaptado rápidamente por el operador para utilizar desde municiones de plasma de 25 mm., hasta rondas de municiones blindadas calibre 50 mm. Su mira emplea una visión óptica directa con video mejorado. La imagen puede agrandarse hasta tres veces su tamaño y puede incluir una brújula electrónica en pantalla. Posee un sistema de control de fuego que incluye desde un localizador de alcance láser hasta visión diurna/nocturna. Es toda una maravilla.

-Este prototipo es perfecto para traspasar los exoesqueletos de los Cyborg. Sólo necesitamos dar con la entrada a los viejos alcantarillados de la ciudad. Por cierto ¿Cómo ha resultado todo con el fenómeno ese?

-Te he dicho que no lo llames así. Su nombre es Levi o Leviatán, como prefieras.

-Te tornas cada vez más quisquilloso en lo que respecta a nuestro invitado. ¿Cómo le ha ido a Leviatán?

-No lo sé. Hace una par de días que no lo veo.

-Esperemos que logre dar con la entrada.

-Por el bien de la hermandad, eso espero. ¿Qué sabemos de la seguridad de la central?

-Hasta donde sabemos, sólo cuentan con una treintena de Cyborg.

-¿Develados?

– No, hasta el momento.

-¿Quién más conoce los detalles de esta operación?

-Tú, yo, Levi y Bishop.

-Nadie más puede saber hasta último momento. No podemos arriesgarnos a que se generen vínculos psíquicos.

-No te preocupes, lo mantendré en silencio hasta el día del asalto.

-Asegúrate de conseguir suficientes hombres.

-Descuida Broyle, lo tengo todo bajo control. Seremos doce en total.

-Ya lo veremos.

V

Levi se acercaba a la zona roja de los suburbios. Una zona donde se encontraba concentrada la mayor cantidad de población indeseable. A medida que avanzaba, se topaba con más gente, que al igual que él, deseaba pasar inadvertida. La policía de la ciudad, mantenía mucha dotación en este sector, no sólo por los bares y clubes nocturnos, sino por los innumerables marginados que se movían en el mercado negro. En esta zona, era posible conseguir cualquier objeto de interés, armas, armaduras, potenciadores, inhibidores e implantes, muchos de los cuales habían sido robados de los laboratorios años atrás, ya que en la actualidad, la seguridad de la corporación había aumentado considerablemente y nadie que estuviera cuerdo, se atrevería a intentar un asalto directo.

Mientras circulaba, un grupo de policías irrumpió en medio del tumulto. Descendieron a rapel, desde sus naves de caza. Portaban armas de última generación, que eran facilitadas por la Corporación, armaduras especiales y sus cascos con enlace a la central de inteligencia de la ciudad. Su proceder era siempre con el uso de la fuerza, jamás dialogaban o se detenían para evaluar el posible daño de sus intervenciones. Levi se mezcló entre la multitud y entró en un local de venta de refacciones robóticas. Desde la vitrina, veía como la policía agredía sin motivo alguno a un grupo de transeúntes. Los inmovilizaron con sus látigos de corriente, les quitaron sus mascarillas y luego los golpearon con sus rifles de asalto, para reducirlos completamente. Este era un espectáculo habitual por estas callejuelas. Dos de los guardias se dedicaron a interrogar a los sujetos que tenían tendidos en el suelo, mientras los otros formaban un perímetro de seguridad. Tras unos breves minutos, tomaron a dos errantes detenidos y se marcharon con ellos, abriéndose paso entre la multitud.

Al salir a la calle, Levi logró escuchar a un grupo de personas que presenciaron la situación, hablar entre ellos sobre lo que buscaba la policía. Los hombres señalaban que habían preguntado por un nombre, Bishop y como no recibieron una respuesta de su agrado, se llevaron a los errantes como prisioneros. Levi sabía que aún cuando los sujetos supieran quién era, nadie sería capaz de revelar la ubicación de Bishop, se había transformado en un ícono entre el bajo mundo y en un mentor para él. Compartían algo más que un color de piel y sus escamas, ambos eran engendros capaces de razonar. Bishop era miembro de los Hijos de Fénix y formaba parte de la cabeza de la organización, al menos en la zona Austral. Había ingresado a la hermandad hace no muchos años, pero sus conocimientos en genética y bioquímica, además de sus habilidades mentales, lo habían llevado rápidamente a la cúspide de la hermandad. Muchos de los avances que habían alcanzado como organización, se debían a sus “intuiciones”. Era así como lograban saber donde y cuando estarían los embarques. Era como un tener un develado en el bando correcto. El mismo se había encargado de la recuperación de Levi y fue así que entablaron una estrecha amistad. Bishop habitaba en un penthouse abandonado de los antiguos barrios altos. Decía que le hacía sentirse como en casa. El había sido un científico de un prestigioso laboratorio de implantes de la capital de una de las naciones emergentes. Al momento de aparecer Azrael, se trasladó a Brasilia con su familia para trabajar en una cura junto a la gran mayoría de las mentes brillantes de las disciplinas médicas. Sin embargo, se vio expuesto a la infección durante el segundo brote. Una vez contagiado, fue separado de sus seres queridos y recluido en instalaciones médicas. Sufrió serias deformaciones de su rostro y de sus extremidades, sin embargo, no perdió la razón en ningún momento. Posteriormente se ofreció como voluntario para probar los alcances de los nuevos antídotos que se desarrollaban, con la esperanza de revertir los efectos secundarios que cambiaron su apariencia.Tras su lamentable incidente, ha dedicado todos sus esfuerzos para sintetizar una cura que sea capaz de revertir las mutaciones. Con el correr del tiempo, se contactó con los Hijos de Fénix para formar parte de la resistencia.

Levi retomó su camino, pero más cauteloso que antes, su gran tamaño llamaba la atención y era fácil identificarle. Se dirigió hacia el norte de la zona roja, hacia el club “Noctambus” allí podría encontrar a Broyle.Ese club nocturno, era muy popular dentro de los suburbios. Tenía fama de contar con las errantes más hermosas y exóticas de la zona. Su estructura era lo que quedaba de una fábrica textil, con algunas tarimas donde bailaban desnudas las mujeres de piel rojiza. Los visitantes eran de diversas clases, sin embargo, los guardias eran muy quisquillosos en quien dejaban entrar al local, considerando que se trataba de una fachada que utilizaba la hermandad para reunirse sin peligro. Aquellos que estaban dentro de sus puertas y que parecían guardias del local, eran casi en su totalidad hijos de fénix y su preocupación principal, era advertir la presencia de la policía o de los Cyborg, mientras permanecían reunidos en las habitaciones subterráneas del lugar.

Al llegar, divisó a cuatro guardias que custodiaban la entrada y a otros dos más que se encontraban frente al local, haciéndose pasar por mendigos, pero se encontraban fuertemente armados. Al acercarse a las puertas del recinto, los guardias lo miraron con recelo y le hicieron un gesto para que se detuviera. Levi tuvo que descubrir su rostro para que lo identificaran. Los guardias con un movimiento afirmativo de cabeza, le abrieron el paso. Una vez dentro, se dirigió hacia el costado de la barra y descendió por una puerta trampa que se hallaba a sus pies y que a la vista de cualquiera, pasaba desapercibida. Bajo la barra, se hallaba una habitación pequeña, con una puerta al fondo, ahí se distinguían dos tipos fornidos con sables y rifles de plasma en sus manos, custodiando una portezuela de acero blindado. Al llegar los guardias lo revisaron y le requisaron su pistola de plasma. La puerta se activaba por reconocimiento de voz y de retina y adicionalmente debían introducir un código de seis dígitos. Pasando la puerta, se distinguía un corredor mal iluminado y al final una escalera de caracol, en la cual se hallaban postrados otros dos guardias de similares características. Bajando la escalera, se extendía un pasillo con múltiples pasadizos a sus costados, los que formaban una especie de laberinto. Levi tomó el de la izquierda y posteriormente dobló hacia la derecha. A sus costados se encontraban los camarotes que utilizan algunos de la cofradía como vivienda, ya que otros por mayor seguridad, vivían entre las ruinas de la ciudad. Caminó directamente hasta la habitación del fondo y llamó dos veces. La portezuela que sirve para escudriñar fuera de la habitación se descorrió y apareció un rostro deteriorado por el paso del tiempo. Con ojos negros, la mirada de Broyle reflejaba el cansancio de años de lucha. Con una mueca de alegría en sus labios,abrió la puerta.

-Bienvenido Levi, te estaba esperando.

-Tengo malas noticias- dijo Levi sin responder al saludo. Se le notaba preocupado y nervioso. –No he logrado encontrar la entrada a las alcantarillas y lo que es peor, la policía anda buscando a Bishop y está muy cerca de encontrar este lugar.

-Explícate-sentenció Broyle con voz más firme.

-Cuando venía camino hacia acá, un grupo el grupo de élite de la policía hizo un descenso. Golpearon a un par de sujetos y preguntaron si conocían a Bishop, luego se los llevaron como prisioneros para ser interrogados. Obviamente las víctimas negaron conocer el nombre, pero siento que algo anda mal, siento que están cada vez más cerca de nosotros.

-Debes tranquilizarte, nadie asocia este antro de mala muerte con nosotros, si alguien viene, sólo verán a un grupo de borrachos y unas prostitutas de piel escamosa. Acá estamos seguros, no hay nada que temer. Debes confiar más en el juicio de Bishop.

-No me malentiendas, confío en su juicio, pero es en la lealtad del hombre en la que no confío.

-Vamos hombre! Por ahora estamos a salvo, además hemos descubierto dónde se guardan los archivos de la corporación, así que hay cosas más importantes que atender que la policía y sus infructíferas búsquedas. Ahora cuéntame tus avances en el asunto de las alcantarillas.

-La verdad es que no he tenido muchos avances. He registrado cada milímetro de los túneles subterráneos del metro y no he logrado dar con la entrada del viejo alcantarillado. Empiezo a dudar de que exista tal entrada.

-La entrada existe, de eso estoy seguro. Sólo hay que ser más meticulosos en la búsqueda. De todas formas, te necesito para otro tema, dejaremos que los muchachos se encarguen de las alcantarillas.

-¿De qué se trata ahora?

-Bishop ha generado un nuevo vínculo psíquico y ha descubierto que está por llegar un cargamento proveniente de San Ángeles, que trae equipos e insumos médicos. Bishop desea que nos apoderemos del cargamento para fortalecer su laboratorio.

-Por cierto ¿dónde esta él?, Pensé que lo vería hoy.

-Se encuentra en el laboratorio, pero ya sabes que no le gusta que lo molesten mientras trabaja en sus investigaciones.

-Lo sé. ¿Sabemos algo del contingente de seguridad que resguarda el envío?

-No, Bishop no consiguió más información.

-¿Sabemos al menos cuándo llega el envío?

-Sí, debiera llegar mañana por la noche al muelle 15 del distrito portuario. Eres el indicado para este trabajo, te conoces esos muelles como la palma de tu mano.

-Está bien, lo haré. Pero necesitaré ayuda.

-No te preocupes, te acompañaran Nardo, Daví, Djavan y Zeffa, ya les he avisado y estarán acá mañana por la mañana.

-Me parece bien, así tendremos tiempo para planificar nuestros movimientos.

-Te ves cansado -le preguntó Boryle intercambiando una mirada de complicidad.

-Lo estoy.

-¿Pesadillas?

-Sí y la verdad es que cada noche es peor. La imagen del hombre en el traje blanco, la tengo grabada en mi retina. Estoy seguro que se trata de mi hermano.

-¿Sigues pensando que tienes un hermano gemelo?

-Creo que sí, siempre que sueño con los niños veo a dos que son de rostros iguales, además los gemelos tienden a generar un vínculo psíquico poderoso y las imágenes que veo en mis sueños, deben ser parte de la vida que lleva mi gemelo. Por eso necesito el acceso a la base de dato de la corporación, creo que lo usan como sujeto de experimentación. Tal vez lo mismo me pasó a mí. Tal vez no me convertí en un engendro por accidente, tal vez fui otra víctima de la corporación.

-Amigo, son demasiados tal vez. Debes descansar Levi. ¿Por qué no duermes esta noche en las instalaciones?, al menos estarás más seguro.

-En eso tienes razón, los suburbios ya no son tan seguros como antes.

VI

Las instalaciones del Dr. Kain se encontraban en los pisos superiores de la torre Este del complejo. La seguridad de los laboratorios de la Corporación era muy sofisticada, contaban con censores de movimientos, de presión y de temperatura. Una vez que se cerraban las bóvedas, se activaban los censores y se convertían en cajas fuertes impenetrables. El Dr. Kain pensaba que la seguridad era insuficiente, ya que si alguien tenía acceso a sus investigaciones, la Corporación se vería comprometida.

Había dedicado su vida entera a estos estudios. Aunque desde siempre quiso seguir la senda de la ciencia, éste deseo se acrecentó aún más, cuando falleció su padre y ahora soñaba con continuar su trabajo. Tenía muy pocos recuerdos de él, la mayoría de las imágenes mentales que recordaba, se habían formado a través de los años y provenían de los relatos de los colegas científicos de su padre, quienes a su vez habían sido sus mentores y ahora eran sus compañeros de investigaciones. Había crecido escuchando las historias sobre los méritos de su padre, quien había sido un importante biólogo neuroquímico y genético. Hasta donde él sabía, había sido uno de los creadores de la cura para Azrael y su contribución a la corporación era incuantificable. Fue por eso, que tras su trágico accidente, la Corporación se hizo cargo de su protección y formación. Se había convertido en el científico más joven de la corporación, demostrado tener un coeficiente intelectual muy superior en relación a otros sujetos. Sin embargo, padecía de una extraña enfermedad degenerativa que lo hacía crecer y envejecer a mayor velocidad. Por cada año que transcurría, su organismo se desarrollaba como si hubiesen pasado dos. Sólo tenía 14 años, y poseía la mente y el cuerpo de un joven de 28 años. Habiendo crecido entre científicos y ex colegas de su padre, fue natural que él quisiese continuar su trabajo. Se dedicó entonces a investigar los efectos que generaba la mutación en los individuos que habían sido infectados con Azrael. En las investigaciones con engendros que habían desarrollado habilidades extrasensoriales, había descubierto que en algunas oportunidades, la confrontación entre Azrael y Apolo, generaba como resultado una neurotoxina que atacaba al sistema nervioso, de forma similar a un tumor. Se extendía por la red neuronal “estimulando” algunos sectores de la neocorteza, principalmente en el lóbulo frontal, desarrollando habilidades extraordinarias en el huésped. Sin embargo, sus investigaciones actuales, lo habían llevado por nuevos rumbos. Ha raíz de este estudio, comenzó a desarrollar un suero que fuese capaz de potenciar la actividad cerebral, desarrollando principalmente los fenómenos telepáticos y de control mental. Los develados más poderosos generaban habilidades de control, incluyendo la capacidad de implantar pensamientos, sentimientos o visiones alucinatorias dentro de las mentes de los demás. Mediante vínculos psíquicos podían causar dolor, parálisis, desvanecimiento o incluso la muerte. Podían alterar o borrar la memoria o controlar completamente la mente y el cuerpo de otros, similar a una posesión espiritual. También desarrollaban la habilidad de nublar las mentes más débiles, la cual utilizaban para ocultar su presencia. El Dr. Kain, creía que vínculos psíquicos no eran sólo una transferencia de pensamiento, sino el encuentro entre los sistemas nerviosos de dos individuos, permitiendo a los telépatas acceder al sistema nervioso y por tanto controlar los pensamientos de los demás. Su aspiración era sintetizar la neurotoxina que causaba la mutación, aislar sus efectos secundarios y obtener así un suero potenciador de habilidades psíquicas. Sin embargo, aún no lograba resolver la interrogante de porqué este fenómeno se había dado sólo en algunos y no en todos los que fueron inyectados con Apolo.

En sus instalaciones, contaba con un equipo numeroso de trabajo, científicos, biólogos genéticos y cirujanos. Y por su puesto, debía trabajar con una importante cantidad de sujetos de muestra. Estos “sujetos” provenían de los suburbios y de los límites más allá de la frontera, de los desolados parajes de la Tierra de Nod[10]. Para dar caza a estos engendros, existía un escuadrón especializado del ejército de la Corporación denominado Orión[11], un selecto grupo de soldados de asalto, que se movía fuera de la frontera de la ciudadela. Portaban exoesqueletos más sofisticados que los Cyborg, ya que debían enfrentarse a los engendros en estado salvajes, lo cual resultaba extremadamente peligroso. El escuadrón traía continuamente material para el Dr. Kain y mucho de éste era desechado con rapidez. A veces las criaturas no soportaban los experimentos y terminaban en el incinerador del complejo u otras veces se tornaban altamente agresivas y debían ser ejecutadas, lo que era cada vez más frecuente. Aquellas que respondían satisfactoriamente a los experimentos, eran encerradas en tanques de titanio con PFCO2, un líquido de la familia de los perfluorocarbonos[12] enriquecido con oxígeno. Este compuesto era utilizado por tener una alta solubilidad para el oxígeno y el anhídrido carbónico. De modo que además de permitir la absorción del oxígeno extrae el dióxido de carbono del cuerpo, cuya acumulación es la principal causa de daños si no hay una ventilación efectiva. Además de su uso en ventilación líquida, los perfluorocarbonos eran utilizados como sustitutos artificiales de la sangre.

Durante mucho tiempo, sus esfuerzos habían resultados infructíferos, sin embargo, en las últimas semanas, había avanzado en el proceso de aislar los efectos secundarios más graves de la mutación, las deformaciones de las extremidades, la pigmentación de la piel y la generación de escamas, pero aun no lograba contrarrestar los efectos de la pérdida de la visión y lo que era más relevante, la perdida de la razón. Entre los apuntes de su padre, había hallado algunas notas que se referían a los efectos colaterales de la enfermedad. Un descubrimiento que realizó su padre, aún antes de que surgieran las mutaciones, lo que resultaba muy notable. Sin embargo, existía documentación de su padre en relación a otros experimentos, a los cuales no tenía acceso. El problema actual, era que necesitaba más neurotoxina para poder continuar con sus investigaciones.Hace unos meses atrás, había oído acerca de un sujeto muy particular, que poseía habilidades psíquicas muy relevantes como telépata y solicitó al escuadro Orión que dieran con su paradero. El engendro se hacía llamar Bishop y paradójicamente, resultaba ser uno de los supuestos líderes de la resistencia. Esperaba poder contar con la presencia de tal espécimen para proseguir con sus experimentos.

VII

Levi despertó de madruga envuelto en otro de sus sueños recurrentes. Veía a un hombre mayor llevar en sus brazos el cuerpo de un niño, lo depositaba en una especie de quirófano, tomaba de una mesita metálica un gran cuchillo carnicero y comenzaba a destrozarlo por partes. Luego cogía los trozos y los depositaba en un recipiente transparente, para luego llevarlos hasta un congelador de gran tamaño en donde los almacenaba. En el refrigerante, había muchos frascos de vidrio que contenían trozos de otras víctimas. Cerraba el contenedor e iba en búsqueda de otro pequeño cuerpo y volvía repetir el mismo procedimiento una y otra vez.

Se incorporó con la respiración agitada, su frente sudorosa y un escalofrío en su espalda. Se sentó en su catre y llevó sus manos al rostro. Sentía una sensación de angustia en la boca de su estómago. Sabía que no iba lograr volver a dormirse. Se levantó y decidió dar una vuelta por las instalaciones. Esperaba que Bishop se encontrara fuera de su laboratorio, para poder charlar un rato con él. Sus conversaciones se habían hecho cada vez más frecuentes. Disfrutaban hablar de temas banales y a veces existenciales, donde cuestionaban la mortalidad de la raza humana y la ausencia de alguna intervención divina.

Se dirigió hacia el principio de los dormitorios y tomó el camino de la izquierda, que era un pasillo estrecho, con tuberías a sus costados y mal iluminado. Caminó unos 40 metros, llegando a una habitación de unos tres metros cuadrados. En frente, había una puerta de acero reforzado, con un pequeño vidrio espejado, el cual permitía ver desde el interior del laboratorio hacia afuera, pero no al revés. En la esquina superior derecha, una cámara de tele vigilancia se movía lentamente de izquierda a derecha. Al costado derecho de la puerta, había un intercomunicador y bajo éste, un lector de retina, un lector de voz y un teclado. El visor sobre el teclado, marcaba una luz roja parpadeante y se observaban 8 íconos que formaban la contraseña. Levi se acercó al intercomunicador y lo presionó con firmeza.

-Bishop, soy yo, Leviatán. ¿Estas en la bóveda o en tu despacho?- Tras unos largos segundos, se oyó una voz carrasposa proveniente de los parlantes del intercomunicador.

-Estoy en mi despacho, te abro en seguida.

Un sonido metálico se oyó mientras la gruesa puerta de acero se abría hacia dentro de la habitación. Una luz tenue iluminaba una estancia amplia con muebles post modernos de color marfil a la izquierda, unas repisas repletas de libros a la derecha, un escritorio de grandes proporciones al centro y un camarote apegado a la pared de al fondo.Al costado derecho del camarote, se distinguía una puerta de acero reforzado, de características similares a la que se encontraba abierta. De pie junto a la entrada, se hallaba una figura alta, de cabellos largos y blancos, con una máscara negra en su rostro, similar a la que usaba Levi para respirar, pero con un antiparras que ocultaba los refulgentes ojos amarillos de su portador. Con brazos largos y delgados, sostenía entre sus deformes dedos un tazón que olía a café.

-Amigo, ¿qué haces levantado a estas horas?

-Lo siento Bishop, espero no interrumpir algo importante.

-Sólo interrumpes mi meditación en torno al café de madrugada.

Se acercaron y se abrazaron fuertemente por unos instantes. Levi se alegraba de ver al viejo. Algo en él le daba tranquilidad y seguridad, como si se sintiera libre de todos los problemas. Al finalizar el abrazo, Levi se sentó en el sofá que estaba a su izquierda.

-¿Quieres algo de beber?

-Me parece buena idea, sírveme lo de siempre. Bishop fue hasta la repisa y buscó entre los libros apilados. De entre medio, sacó una botella triangular, con un líquido de color azul. Sirvió un vaso y se lo entregó a Levi.

-Aún no comprendo cómo puedes beber este destilado barato, cuando sabes que podemos disfrutar de un café de granos.

-El café es para los viejos, yo prefiero un trago más fuerte. Nada me mantiene despierto durante tantas horas.

-Harías lo que fuera por evitar dormir ¿No es así?

-Digamos que sólo evito dormir horas innecesariamente- sonrió.-

-En eso estamos de acuerdo, el dormir, tampoco es una de mis pasiones, prefiero disfrutar de una buena charla.

-¿En qué te encuentras trabajando ahora?- se apresuró a preguntar Levi.

-¡Ah ja!, una buena charla que no tenga por tema central mi trabajo- exclamó y ambos se echaron a reír.

Levi conocía muy bien a su amigo y sabía que era muy reservado respecto de sus investigaciones. Sin embargo, no perdía la oportunidad de preguntarle por éstas, para ver si por alguna casualidad, lo hacía partícipe de sus conocimientos.

-No pierdes oportunidad, ¿verdad?

-Lo siento amigo, es sólo la fuerza de la costumbre.

-Te puedo decir que hasta el minuto, no he avanzado en nada que valga la pena contar. Haber si con eso, disminuye tu curiosidad. Pero dime, ¿qué haces despierto a esta hora de la madrugada?

-No podía dormir, supongo que estoy preocupado por la operación de hoy- se apresuró a inventar.

-Mmmm, ¿seguro que no será que tuviste otra pesadilla?

-No se te escapa nada ¿verdad?

-Te conozco, las operaciones no te preocupan, sólo son un juego de niños para ti. Pero cuéntame, ¿qué fue ahora?

-Está bien. Sigo teniendo este sueño con los niños descuartizados y no logro saber si es sólo un sueño o tal vez un recuerdo reprimido. Imagino que es sólo un sueño, yo no sería capaz de hacer algo así y obviamente no puedo ser uno de esos niños.

-¿Pero no has pensado que podría ser sólo un sueño sin conexión contigo?

-Lo dudo, siempre despierto con esta sensación de angustia, como si algo dentro de mí tuviese miedo de recordar.

-¿Crees que has hecho cosas tan malas en tu vida que no quieres recordarlas?

-No, en realidad pensaba en que quizás me han pasado cosas tan terribles, que no quiera recordarlas.

-Ya veo, sigues creyendo que fuiste sujeto de experimentos, ¿no es así? Y que las visiones del laboratorio tienen que ver contigo y tu supuesto hermano gemelo.

-Sí, eso creo.

-¿Sabes lo que creo yo? Creo que estas obsesionado con este asunto de tus sueños y de tu hermano, que tus visiones no son más que pesadillas que podríamos interpretar como la necesidad que tienes de completar tus recuerdos e inevitablemente, tu inconsciente busca la manera de dar respuesta a la interrogante más simple y compleja a la vez…¿quién eres? Debes entender que ya no importa lo que haya sucedido en el pasado, que lo importante es lo que sucede ahora, que son tus actos lo que te definen, no tu historia y que el pasado, sólo forma parte de un recuerdo que quizás debas olvidar.

-Me sorprendes viejo, a veces creo que eres tú el que no quiere recordar. ¿Te arrepientes de muchas cosas de tu pasado?.

-Así es, me arrepiento de muchas cosas de mi pasado y son muchos los fantasmas que alimento a diario. Pero no puedo enfocarme en mis errores pasados, debo enfocarme en los aciertos futuros.

-Quizás tengas razón, aunque no dejo de pensar que tengo un hermano gemelo, que está vivo y que esta sufriendo en alguna parte.

-El sufrimiento es el medio por el cual existimos, porque es el único gracias al cual tenemos conciencia de existir[13].

-En eso tienes razón, pero aún así, siempre vamos a tratar de que nuestros seres queridos no sufran.

-Te preocupas por el sufrimiento de alguien que ni siquiera sabes si existe, cuando debieras preocuparte por los cientos de indeseados que se encuentran sufriendo a causa de la Corporación.

-Nuevamente tienes razón, pero nosotros seremos quienes cambiaran las cosas, ¿No es así?

-¡Así es!, Nosotros cambiaremos las cosas- Exclamó Bishop, mientras sus pensamientos divagaban en sus recuerdos olvidados.

VIII

Todas las mañana el Dr. Kain se levantaba, se tomaba un café y revisaba sus últimas notas del día anterior. Luego se aseaba con vapores y se vestía para ir a su laboratorio. Su gran suite quedaba en pleno centro de la ciudad, en uno de los edificios de departamentos más lujoso. Vivía con todas las comodidades y sin embargo, pasaba la mayor parte de su tiempo en su laboratorio, sin disfrutar de los bienes que tenía. Su vida se había tornado trabajo y el trabajo se había tornado su vida.

Al llegar a su laboratorio, ingresaba los códigos de seguridad, que sólo él conocía y esperaba que paulatinamente llegaran sus colaboradores. Pasaba la mayor parte del tiempo en la bóveda principal, pero en algunas oportunidades, se ausentaba para trabajar en otros proyectos, de los cuales su equipo no estaba al tanto. Poseía un laboratorio en el subsuelo de la torre, en el nivel más profundo de las instalaciones, bajo una fuerte y moderna seguridad. Nadie sabía a lo que se dedicaba en ese laboratorio, sólo los directores de la corporación habían accedido a ese nivel, y siempre acompañados por el Dr. Kain.

En el laboratorio principal, se trabajaba con las muestras de tejido neuronal que era extraído de las criaturas que se encontraban en los tanques. Algunas de ellas permanecían concientes, mientras otras sólo eran una carcasa ya casi vacía. Los avances en clonación, permitían al equipo reproducir muestras de tejido neuronal, con el cual experimentar. Sin embargo, necesitaban comprobar sus avances en sujetos vivos y esos escaseaban. El Dr. Kain esperaba contar con muestras frescas lo antes posible, ya que sus investigaciones estaban llevándolo a los resultados esperados. Sabía que una vez que lograra aislar los elementos indeseados de la toxina, debí probar el suero en seres humanos no contaminados para ver si efectivamente se producía la estimulación de la neocorteza. El problema estaba, en que no había sujetos disponibles con los cuales experimentar, aunque en otras oportunidades había soslayado esta dificultad pagando un precio demasiado alto. Los miembros del directorio le habían otorgado total libertad para realizar sus investigaciones, sin embargo, cada cierto tiempo se dejaban caer en el laboratorio para averiguar los avances de las mismas. Entre los miembros del directorio se encontraba el Dr. Thomas Birnay, un hombre alto, canoso y de edad madura, quien fuera uno de los mentores del Dr. Kain. Sus conocimientos en biotécnica neuronal habían permitido realizar enlaces neuronales entre exoesqueletos y humanos, potenciando las habilidades del usuario.

El Dr. Birnay apareció por el laboratorio más temprano que de costumbre, cuando aún no habían llegado los otros miembros del equipo. Deseaba conversar tranquilamente con su pupilo.

-¡Buenos días Alex!- interrumpió el Dr. Thomas, mientras el joven doctor se preparaba su tasa de café.

-Buenos días Thomas. ¿Qué haces por estos lados tan temprano?

-Sentía curiosidad por cómo avanzan tus investigaciones.

-La verdad, hemos dado un paso importante en los últimos días, pero nos encontramos con el mismo obstáculo de siempre.

-¿Te hace falta materia prima?

-En efecto, las últimas criaturas que trajo Orión, no sobrevivieron a las pruebas y terminaron nuevamente en el incinerador. Necesitamos contar con más neurotoxina para las pruebas finales.

-¿Cuándo comenzarás a realizar pruebas con los no infectados? -preguntó el Dr. Birnay.

-En cuanto tengamos voluntarios. Creo que esta vez Orión tendrá que expandir su rango de búsqueda. Quizás encontremos en los suburbios, algún sujeto no infectado.

-Mmmm, la verdad que lo veo bien difícil, hemos etiquetados a todos los sanos y todos se encuentran dentro de las murallas de la ciudad.

-Bueno, quizás tengamos que buscar a alguien dentro de las murallas, entonces. No podemos detenernos ahora, estamos muy cerca de sintetizar a Zeus[14].

-Cuando eso ocurra, podremos salir de este rincón apartado del mundo e irnos a la Corporación Europea. ¿Y cómo van tus otras investigaciones?

-He conseguido mejorar el procedimiento Etsuko, pero aún no realizo las pruebas finales. Estoy seguro que con esta investigación, llegaré a estar dentro del conclave de la Corporación.

-Alex, eres brillante. Cada día me sorprendes más. Tu padre estaría muy orgulloso de ti.

-A puesto a que sí.

IX

Bishop se sentía intranquilo tras la conversación con su amigo. Muchos recuerdos se le venían a la memoria y no le dejaban concentrarse en sus investigaciones. Dejó a un lado el microscopio electrónico y fue hacia su moderna cafetera. Se preparó una taza y se sentó en su escritorio. La sensación de culpa le atormentaba regularmente. Cada cierto tiempo, se sentía miserable y solitario. Había perdido a su familia hace ya muchos años, cuando era un médico respetado de la comunidad científica. Por esos días, se dedicaba a trabajar en un antídoto para Azrael, uno que fuese más eficaz que el que se comercializaba en esos momentos. Mientras realizaba sus investigaciones, accidentalmente quedó expuesto a la toxina en su forma mutada y aunque se inyectó el antídoto inmediatamente, la cura no logró combatir la acelerada mutación. Los efectos secundarios no tardaron en aparecer y fue relevado de sus funciones y rechazado por aquellos que en algún momento, le declaraban su simpatía y devoción. Le prohibieron el contacto con el mundo exterior y lo alejaron de su esposa y de sus hijos. A los meses después, le informaron que su familia también había resultado infectada con Azrael y lamentablemente, perecieron bajo su sombra. Fue un golpe terrible, había perdido su apariencia, su familia y su reputación. Los efectos secundarios fueron desastrosos en su caso. Si bien no perdió su racionalidad en ningún momento,gracias a la pronta dosis de antídoto suministrado, su rostro quedó totalmente desfigurado.Tras el incidente, siguió colaborando con el laboratorio, que posteriormente pasaría a convertirse en una de las tantas sedes de la Corporación Kratos. Aunque fue relevado de su cargo de investigador en jefe, le permitieron observar las investigaciones, debida a su basta experiencia. Con el paso del tiempo, su participación en las investigaciones fue decreciendo, siendo confinado paulatinamente a sus estancias. Tras comprender que ya no iba a volver a recuperar su prestigio, decidió desligarse de la Corporación y huyó del laboratorio refugiándose en los suburbios de la ciudad. Cambió su nombre por Bishop y confeccionó una máscara de polímero, con un sistema de filtración del aire autónomo. Pasó varios años ausente, perdido en el odio y la soledad. Cuando se contactó con la hermandad, se hallaba trabajando en un suero que revirtiera los efectos de la mutación. Contaba con una instalación abandonada, que antes formaba parte de un laboratorio farmacéutico. Decidió colaborar con la resistencia, a cambio de contar con instalaciones más avanzadas y óptimas para sus investigaciones.

De todo lo sucedido, lo que más lamentaba era la pérdida de su prestigio y reputación. Antes era un respetado y exitoso científico,ahora sólo era un fenómeno que debía permanecer oculto, invadido por el miedo, la rabia y la frustración.En cuanto a su familia, nunca les prestó mucha atención, siempre estaba ocupado en sus investigaciones. Pasaba la mayor parte de su tiempo en sus laboratorios o en conferencias científicas. Aunque amaba a su esposa y a sus hijos, sentía que las verdaderas satisfacciones las obtenía sólo a través de la ciencia y en especial del reconocimiento de la comunidad científica. Su esposa o sus hijos jamás le reclamaron su ausencia y él daba por sentado que existía un acuerdo tácito entre ambas partes; él les brindaba todos los lujos y comodidades posibles y ellos no le demandaban tiempo o atención innecesaria. Era un apasionado de su trabajo y fue esa misma pasión, la que lo llevó al precipicio en el cual se encontraba ahora.

Cumplía los 35 años y sus aportes a la ciencia ya le habían otorgado el respeto de sus colegas. Sus estudios en epidemiología y bacteriología, lo hacían acreedor de una basta reputación. Fue así que lo contactó un conglomerado farmacéutico internacional, para dirigir las investigaciones en el área del desarrollo de nuevos medicamentos contra las enfermedades autoinmunes. Durante 10 años fue el investigador en jefe del laboratorio de desarrollo. Por esos años conoció a su esposa que prestaba servicios a la farmacéutica como bioquímica. Bastó una breve conversación entre ellos, para que existiese una conexión inmediata. Con su tez morena, sus ojos verdes y su cuerpo atlético, Agatha cautivaba a todos los hombres que estuvieran a su alrededor. Sin embargo, no fue su hermosura la que llamó la atención del científico, sino su pasión por la bioquímica y la investigación. En principio pasaban largas horas discutiendo sobre los avances médicos y tecnológicos. Pronto compartían otras afinidades, como la música, su gusto por el buen vino, por el café, la poesía y la filosofía.Transcurridos unos meses de idílico romance, contrajeron matrimonio. Posteriormente vinieron los hijos y Agatha dejó su trabajo en la farmacéutica para dedicarse a sus niños. Su pasión por la bioquímica fue reemplazada por la pasión de ser madre y la aventura que significaba para ella ver crecer a su hijo Alexander y su pequeña Antonia. El natural interés que sentía hacia las investigaciones de su marido fue disminuyendo, al igual que los espacios comunes de conversación. Poco a poco la pareja se fue distanciando. Mientras ella se refugió en sus niños, él se refugió en sus investigaciones y conferencias. Hubo ocasiones en que sentía que la llegada de sus hijos le había arruinado su relación con Agatha. No lograba comprender que era un proceso natural el que su esposa cambiara al ser madre. Siempre la responsabilizó del distanciamiento, diciéndole que ella había cambiado y que él seguía siendo el mismo. Por su parte Agatha le reprochaba el poco interés que manifestaba por la cotidianidad del crecimiento de los niños. Inevitablemente el amor se fue extinguiendo. El tiempo y la costumbre hicieron el resto. Para cuando se vio infectado, su familia sólo significaba un eslabón más de su vida, algo que simplemente estaba ahí, pero que no lo definía. Una esposa que había perdido su interés y dos hijos que no alcanzó a conocer.

A menudo pensaba que lo más parecido a una relación padre hijo, era la relación que había entablado con Levi. Extrañamente, los dos compartían la carga de ser engendros y sabían lo que significaba cargar con ese peso. No alcanzaba a explicarse el porqué le había tomado tanta simpatía, más que mal, era sólo otra de las víctimas de Azrael. Algo en la mirada impetuosa de Leviatán, le recordaba su propia juventud. Sus conversaciones se habían transformado en un espacio muy particular, en el cual se sentía vivo nuevamente, con nuevos bríos y entusiasmo. Sentía que entre ellos existía una conexión especial y que no fue azaroso que Broyle le haya encontrado, sentía que estaba predestinado que se reunieran. Quizás un designo del destino.

X

Pasaba el medio día y Levi se encontraba concentrado analizando los planos de los muelles del distrito portuario, cuando golpearon a la puerta de la habitación.Al descorrer la ventanilla, divisó a Nardo, Daví, Djavan y Zeffa que llegaban para ultimar los detalles del asalto que debían realizar esa misma noche. Los 4 jinetes del apocalipsis, como solían llamarles, habían sido militares de un país vecino, compañeros de armas de Broyle, y ahora se habían transformado en Ronin. Si bien no formaban parte de la hermandad, tenían como objetivo común, tratar de desbaratar la Corporación. Broyle los utilizaba cuando había que realizar algún trabajo que requiriera más que fuerza bruta, ya que contaban con conocimientos de estrategia y experiencia en este tipo de situaciones. Levi les comentó la escasa información que les había entregado Bishop y cuál era el plan trazado hasta el momento. Tras discutir durante un par de horas, terminaron por conformar un plan más estratégico. Zeffa y Daví, se apostarían en posición elevada, probablemente en las grúas de carga de los muelles 13 o 15 para hacer las veces de francotiradores, utilizando los MK-5500 que aún no habían tenido oportunidad de probar. Su objetivo era proteger a sus compañeros eliminando cyborg con las municiones blindadas de 50 mm, que podían traspasar sus exoesqueletos. Por su parte Nardo, Djavan y el propio Levi, se encargarían de robar los camiones con la carga.Era imprescindible dentro del plan, esperar hasta que éstos se encontraran completamente cargados.Lo que no sabían era cuantos camiones iban a utilizar, ya que desconocían el tamaño de la carga.

A media tarde, Levi se dirigió al laboratorio de Bishop para mantener una de sus acostumbradas charlas.Sin embargo su amigo se encontraba algo indispuesto.Hacía semanas que estaba sufriendo mareos y fuertes dolores de cabeza, tras los cuales venían desmayos y lagunas. Al entrar al laboratorio, encontró el lugar un tanto desordenado, como si hubiese habido una pelea. En el rostro de su amigo, que en esta oportunidad se hallaba al descubierto, se notaba el cansancio y rastro de dolor en sus agresivas facciones.

-¿Te encuentras bien? ¿Ha sucedido algo grave?

-No muchacho, quédate tranquilo, sólo he tropezado con los muebles. Me sentí mareado y me acerqué a mi camarote a descansar, pero no he alcanzado a llegar y me he desmayado a medio camino.

-¿Aún no sabes a que se deben estos mareos y desmayos?

-Presumo que estoy algo cansado, he trabajado muchas horas seguidas y el establecer vínculos mentales me deja también muy débil. De verdad creo que debo descansar.

-¿Necesitas algo de la calle?

-Si pudieses conseguirme algo más de café europeo, te lo agradecería mucho. Pero dudo que puedas distinguir el buen café europeo de la mierda de ratas de las cloacas.

-Me da gusto que conserves tu humor, eso significa que no es tan grave.

-Levi, se nota que aún no me conoces bien, yo nunca pierdo el sentido del humor. Eso y mi amor por la ciencia, es lo único que conservo de mi vida pasada, el resto se ha esfumado.

XI

La noche comenzaba a cerrarse cuando el grupo de asalto abandonó las instalaciones subterráneas del club. Al salir a las calles aledañas, se evitaron toparse con el tumulto de gente que se reunía a las afueras de los bares y prostíbulos, que eran lo que más rentaba en esos tiempos, junto con el tráfico de implantes. Necesitaban pasar inadvertidos, principalmente por los bultos que cargaban a sus espaldas, por lo que recorrieron parte del camino a través de las viejas líneas del metro, que todos conocían muy bien. Pero al acercarse a su destino, decidieron volver a la superficie.

Leví y los 4 jinetes entraron al 4 distrito cerca de la media noche.Las callejuelas que circundaban los muelles se encontraban atestadas de basura. El hedor era insoportable.Aunque las mascarillas filtraban los vapores que se encontraban a ras de suelo, no conseguían disminuir la hediondez. Las ratas corrían libremente por esos parajes, como si fuesen dueñas del lugar. Al llegar al muelle 12, Daví y Seffa se separaron de sus compañeros y enfilaron hacia las grúas de cargas que se dibujaban cerca de los hangares del muelle 13. Llevaban en sus espaldas un morral cilíndrico de cuero negro, en cual ocultaban sus rifles de asalto. Ataviados con ropas y máscaras de polímero negras, similares a las que usaba Bishop, se fundían con las largas sombras que proyectan las torres, los hangares y las grúas a la luz de una pálida luna creciente.

Se sentía abatido, cansado y con mucha rabia. Una rabia que bordeaba la silueta de la ira. No podía acallar una voz que le susurraba algo inteligible. A ratos el susurro se transformaba en gritos y esos gritos se fundían con lamentos. La ira era reemplazada por dolor y posteriormente por angustia e inquietud. Sentía que estaba perdiendo el juicio, al menos el que le quedaba. Comenzó a perder el equilibrio y se apoyó torpemente en la muralla. Sólo alcanzó a dar un par de pasos antes de caer al suelo. Se arrastró hacia la esquina de la recámara y se aferró con fuerza a sus rodillas fibrosas. De pronto una ráfaga de imágenes azotó su cabeza, como si alguien hubiese descargado una vieja colección de fotografías a una unidad portátil de memoria. Visualizaba unos contenedores de vidrio, similares a los que aparecían en sus sueños, una gran computadora y una máquina en el centro, que tenía la forma de un gran sarcófago humano. Distinguió entonces, que se encontraba en un laboratorio. Podía percibir algunos ruidos en el ambiente, sonidos electrónicos y metálicos y voces a lo lejos. Su mirada, aparentemente sin control, fue dirigida hacia la entrada del recinto. Dos hombres ataviados con trajes similares a los que usaba la policía, pero con un exoesqueleto aún más moderno, traían un bulto semi humano que al parecer venía inconsciente. La voz en su cabeza resonó fuerte y claro: “métanlo en uno de los contenedores”. Al pasar los hombres por su lado, logró distinguir el perfil de su amigo. Esos hombres tenían a Bishop. Instintivamente se llevó las manos a sus ojos, pero notó que no eran sus manos, éstas no eran rojizas y deformes, eran manos de un hombre normal, no de un infectado.Vaciló unos segundos y comprendió. Estaba viendo desde los ojos de otra persona.¿Era posible? ¿Había generado un vínculo psíquico con alguien? Y si era así ¿quién era ese alguien que le permitía ver desde sus ojos?. Se inquietó al pensar que ese alguien quería que viese lo que estaba ocurriendo. Sintió miedo y trató de recuperar el control de su propia mente, de romper de alguna forma el lazo, pero no sabía cómo hacerlo. Bishop nunca le había explicado muy bien cómo funcionaban los vínculos psíquicos.

SEGUNDO ACTO: LA SOMBRA DE UN RECUERDO

“Si Dios creó sombras es para destacar mejor la luz” (Juan XXIII)

Se excusó con el equipo que se encontraba trabajando y se dirigió al ascensor que se hallaba fuera de la bóveda principal. Al entrar, deslizó su credencial por el lector óptico que se encontraba sobre el panel de acceso e ingresó una clave de cuatro dígitos. Activó el comando por voz e indicó –subsuelo nivel 15-. El ascensor comenzó a descender paulatinamente, hasta alcanzar una velocidad vertiginosa. Al salir del ascensor, se extendía un pasillo de medianas proporciones, iluminado con focos halógenos. En sus costados se podían distinguir las cámaras de seguridad y los censores de movimiento como primera línea de defensa. El corredor finalizaba con una puerta de acero reforzada, sin ningún tipo de ventanilla. En el costado derecho, estaba el panel de control con el scanner de ADN, el dispositivo de reconocimiento de voz y el teclado con la clave de 8 dígitos. El Dr. Kain se tomó unos segundos, mientras descolgaba de su cuello una llave con forma extraña. Se acercó al scanner de ADN y depositó suavemente su dedo índice en el rectángulo rojo. Una aguja diminuta perforó su extremidad obteniendo una muestra de sangre. Tras el reconocimiento positivo, pronunció un código y finalmente ingresó la clave de 8 dígitos. Las puertas se abrieron y el Dr. entró en una cámara circular decorada con muebles de color blanco y una mesa de centro, sobre una alfombra sintética, también de color blanco. La sala estaba iluminada por pequeños focos halógenos que se encontraban incrustados en el techo. Las paredes eran de una aleación de vidrio y policarbonato transparente resistente a las balas y a otro tipo de impactos. Tras los muros se podía apreciar un laboratorio rectangular en penumbras,con muchos equipos electrónicos. El Dr. Kain se acercó a una puerta en el extremo opuesto e insertó la llave que llevaba en su mano en un orificio hexagonal y deslizó su tarjeta de identificación en una ranura. Al girar su llave, la puerta transparente se abrió y las luces del laboratorio se encendieron automáticamente. Retiró la llave e ingresó a la habitación de grandes proporciones, viró hacia la puerta que se cerraba a su espalda, colocó la llave en el orificio hexagonal y la giró, asegurando las puertas de su laboratorio.

A la derecha se encontraban todas las computadoras, las pantallas y aparatos electrónicos. En el centro había una cápsula del tamaño de una persona, que se encontraba conectada a éstos aparatos a través de gruesas mangueras y cables. Al fondo había un escritorio largo,con muchas notas encima, un microscopio electrónico, un computador personal y una cafetera. Tras el escritorio se distinguía otra puerta de acero reforzado sin ningún tipo de ventanilla. En el lado izquierdo se hallaban los insumos para el trabajo genético. Se distinguían las neveras climatizadas, los preparadores de medio de cultivos, cabinas de flujo laminar, balanzas analíticas, estufas de secado, incubadoras microbiológicas, microscopios y otros recipientes de variadas formas y colores. El Dr. Kain, fue directo hacia su escritorio, encendió su computadora personal y la cafetera, mientras revisaba algunas de las notas que se hallaban sobre su escritorio. Cuando terminó de leer sus notas y su café estuvo listo, se levantó de su escritorio y de dirigió a la puerta que estaba a su espalda. Tras colocar y girar su llave hexagonal, procedió a teclear la contraseña. La luz verde en el tablero, indicó que la puerta estaba abierta. Las luces se encendieron de forma automática una vez que el doctor había ingresado a la estancia. Era una habitación pequeña, en la cual había 4 contenedores de vidrio a la derecha y otros 4 a la izquierda. Se dirigió al último contenedor de la derecha, el cual contenía un embrión presumiblemente humano de diminutas proporciones. Fuera del contenedor, se distinguía una etiqueta: “Sujeto de investigación A. Kain –muestra N° 8”. Contempló el embrión con la vista perdida. Bebió un sorbo de su café y volvió a su computadora personal. Tecleó su contraseña e ingresó a uno de los programas. Digitó una serie de instrucciones, tras lo cual se desplegó una pequeña ventana de color verde. En la pantalla se distinguía una frase que brillaba de manera intermitente: “Iniciar proceso de clonación”. Estuvo varios minutos mirando la pantalla, como tratando de descubrir el real significado de la frase que se prendía y se apagaba. Abrió el primer cajón de su escritorio y escarbó en busca de sus cigarrillos. Cogió uno y lo encendió. Tras su primera exhalación de humo, fijo su vista en el teclado y presionó la tecla “aceptar”. Cerró sus ojos y volvió a llevar su mano a la boca.

IX

A finales del siglo XX, la clonación sólo se realizaba con animales y como recurso médico para obtener células madres. Pero con el correr de los años, se desarrolló la tecnología necesaria para poder clonar a un ser humano. Sin embargo, el proceso de implante de memoria, sólo fue perfeccionado hace unos pocos años atrás. Los primeros experimentos en ésta área, apuntaban a poder traspasar la memoria de un adulto en un clon de infante, lo que significaba que para alcanzar la edad adulta, se tenía que esperar 20 años. Las investigaciones actuales, se centraban en poder acelerar el proceso de clonación para generar sujetos adultos.

El proceso de clonación comenzaba con la extracción de una muestra de material genético seleccionado, el cual procedía de un cultivo celular de tejido conectivo, específicamente de Fibroblasto[15]. El ADN de interés necesitaba ser aislado en un segmento de ADN de tamaño adecuado, para luego ser insertado en un vector de clonación[16]. El vector se linealiza, ya que es circular, usando enzimas de restricción y a continuación, el fragmento de ADN de interés y el vector con la enzima de ADN lisa, se incuban en condiciones adecuadas. Tras la ligación del vector con el ADN, se produce la transfección[17] dentro de los óvulos neutros.Se toma el núcleo de la célula que contiene el ADN y se fusiona, mediante una descarga eléctrica, con el citoplasma de un óvulo neutro, el que previamente ha sido vaciado de ADN para que no posea información genética alguna. Se utilizan óvulos neutro porque son células equipadas para el desarrollo embrionario y su citoplasma vendría a ser de algún modo el entorno adecuado para que el núcleo de la célula se reprograme. De este complejo proceso, se obtiene un embrión unicelular y se da comienzo al programa embrionario, de manera idéntica al que se obtiene por la fusión de un óvulo y un espermatozoide. Tras unos días de crecimiento in vitro el embrión es trasladado a la unidad de simulación uterina de crecimiento acelerado USUCA, en la cual se desarrollará durante 8 semanas hasta alcanzar la madurez total, generando un clon adulto. La fase final, era la transferencia de datos de memoria que se encuentran almacenados en unidades de memoria neuronales.El nuevo ser resultaba absolutamente idéntico al original, conservando todo su patrimonio genético y todos sus recuerdos y conocimientos adquiridos.

Hasta el momento, el desarrollo de clones adultos se encontraba en una fase experimental y aún no existían pruebas de que fuese posible. Al menos, eso creía el equipo de desarrollo genético de la Corporación. El Dr. Kain llevaba más de un año realizando este procedimiento y sólo un puñado muy selecto de individuos estaba al tanto de ésta situación. La solución al proceso de crecimiento acelerado, había provenido de la ciudadela Sol Naciente de la Corporación Oriental. El científico de física cuántica Hikaru Aka Etsuko, había logrado generar un acelerador de crecimiento hace un par de años atrás y la corporación utilizaba los adelantos de la clonación para proteger a sus líderes y científicos más importantes. Los más poderosos del mundo, tenían ahora en sus manos, la posibilidad de vivir eternamente.

Sin embargo, el Dr. Kain había desarrollado un segundo método más complejo de clonación, el cual utilizaba para su beneficio personal. Este tipo de clonación consiste en tomar un embrión de hasta 8 células, uno a partir de cada blastómera[18] y generar embriones idénticos preimplantatorios. Las blastómeras biopsiadas del embrión original, se introducen individualmente en una incubadora artificial y de cada una se generan embriones idénticos al original. A partir de un sólo embrión se logra obtener hasta 8 clones. En el proceso de clonación regular,sólo uno llega al estado de madurez adulto, al cual se le transfiere las unidades de memoria neuronal, no obstante, en este procedimiento se llevan a término más de una réplica, mientras los otras son congeladas, para poder ser transferidos años después o como reserva de seguridad, por si es necesario contar con células madre para el corregimiento de algún defecto. A estas réplicas se les llama sombras. Este era un procedimiento muy complejo y costoso, por eso sólo los miembros más poderosos y privilegiados dentro de la Corporación contaban a su haber con sombras. El Dr. Kain, era uno de ellos.


[1] En Latín; significa “Poder ante Todo”.

[2] Friedrich Nietzsche; “Así habló Zaratustra. Un libro para todos y para nadie”(Also sprach Zarathustra. Ein Buch für Alle und Keinen),1885.

[3]El ave Fénix o Phoenix, como lo conocían los griegos (el Bennu egipcio), Se trataba de un ave fabulosa que se consumía por acción del fuego cada 500 años, para luego resurgir de sus cenizas.

[4] Azrael (en árabe عزرائيل) es uno de los nombres que recibe el ángel de la muerte. También llamado Abu Yaria (أبو جارية) por los musulmanes y Mordadn (مورداد) entre los persas, tiene por misión recibir las almas de los muertos y conducirlas para ser juzgadas. También aparece en el Corán como Malak al-Mawt(ملك الموت) (que es una traducción literal de ángel de la muerte).

[5] En la mitología griega, Cratos (en griego antiguo Κράτος Krátos, en latín Cratus) era la personificación masculina de la fuerza y del poder.

[6] Unrōnin (浪人?) (literalmente «hombre ola» – un hombre errante como una ola en el mar) era un samuráis sin amo durante el período feudal de Japón, entre 1185 y 1868.

[7] Apolo(en griego antiguo Ἀπόλλων Apóllōn o Ἀπέλλων Apéllōn) ha sido reconocido variadamente como dios de la luz y el sol; la verdad y la profecía; el tiro con arco; la medicina y la curación; la música, la poesía y las artes

[8] La palabra ciborg (del acrónimo en inglés cyborg: cyber (cibernético) +organism (organismo), (organismo cibernético) se utiliza para designar una criatura compuesta de elementos orgánicos y dispositivos mecánicos generalmente con la intención de mejorar las capacidades de la parte orgánica mediante el uso de tecnología.

[9] Leviatán (del hebreo לִוְיָתָן, liwyatan, enrollado) es una bestia marina del Antiguo Testamento, creada por Dios.(Génesis 1:21) El término Leviatán ha sido reutilizado en numerosas ocasiones como sinónimo hoy en día de gran monstruo o criatura.

[10] La Tierra de Nod (en hebreo:eretz-Nod‎) es un topónimo bíblico. Su nombre provendría de la palabra hebrea nodedim que significa «fugitivos». Es precisamente la palabra Nad,«fugitivo», con la que se designa a Caín en el texto bíblico original. (Génesis 4:14)

[11] Orión (griego antiguo: ρίων o Ωαρίων;latín: Orión o más raramente Oarion) era un gigante. En literatura griega aparece como un gran cazador.

[12] Los Perfluorocarbonos (PFCs) o perfluoroalcanos son una familia de compuestos derivado de hidrocarburo donde los átomos de hidrógeno han sido reemplazados por átomos de flúor. Los perfluorocarbonos son capaces de disolver en mayor grado que el agua el oxígeno y el dióxido de carbono. Después, al llenar los pulmones con este líquido existe un intercambio de gases que normalmente se dan al respirar.

[13] Oscar Wilde(1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés.

[14] En la mitología griega Zeus (en griego antiguoΖεύς Zeús) es el «padre de los dioses y los hombres».Era el Rey de los Dioses que supervisaba el universo.


[15] El Fibroblasto es un tipo de célula residente del tejido conectivo propiamente dicho, ya que nace y muere allí. Sintetiza fibras y mantiene la matriz extracelular del tejido de muchos animales. Estas células juegan un papel crucial en la curación de heridas, siendo las células más comunes del tejido conectivo.

[16] Los vectores clonación son moléculas transportadoras que transfieren y replican fragmentos de ADN que llevan insertados. Para que sirva de vector, una molécula debe ser capaz de replicarse junto con el fragmento de ADN que transporta. También tiene que tener secuencias de reconocimiento que permitan la inserción del fragmento de ADN a clonar.

[17] La transferencia nuclear celulares una parte del proceso de clonación. Consiste en introducir el material genético de la célula a clonar en oocito de la misma especie previamente enucleado sin su propio material genético. Se considera que el oocito tiene la capacidad de reprogramar el programa de expresión génica celular, reiniciando de alguna manera, de forma que la célula nueva resultante será capaz de dar lugar a cualquier otro tipo celular.

[18] Las blastómeras son células las células que forman el embrión y que llevan en su núcleo la información genética del mismo. En el ser humano, los blastómeros son producidos durante las primeras 24 horas después de la fecundación por un proceso de segmentación llamado blastogénesis. Dos días después de la fecundación hay 4 blastómeros y entre 7 y 8 al tercer día.

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