LA PALABRA Y LA LUZ (Ensayo)

Cuando el ser humano despierta a un nuevo día, su mente se activa y al abrir los ojos miles de pensamientos comienzan a surgir en su mente, desde simples palabras, hasta frases que de momento no presta ninguna atención y luego incluso pronuncia para sí mismo u otros, aquellas palabras pensadas u otras relacionadas con aquel nuevo día: -ay!! Que sueño, que pereza ir a trabajar. Estoy viejo(a), estoy solo(a), no creo que pueda con todo hoy; o frases como: de verdad soy muy bueno hoy ganaré el examen; genial hoy voy a comenzar un nuevo proyecto como profesional y disfrutaré de mi labor; hoy me siento más hermoso(a) que ayer, me siento radiante y feliz; etc. Y en esos momentos poco sabemos o se nos pasa por la mente como esas palabras pueden traer luz u oscuridad a nuestra vida en ese día que comenzamos y los que seguirán.

“La palabra tiene poder”, es una frase que hemos escuchado desde muy chicos, pero no alcanzamos a ver ni analizar lo cierta que es, creemos que es algo de cuentos de hadas y magos donde estos personajes dotados de magia son los que pueden generar con sus palabras, hechizos o magias, maldiciones o beneficios en los otros o en sí mismos, pero no, lo cierto es que cada persona tiene el poder de destruir o construir en sí mismo o en el otro por medio de la palabra.

De ahí que el primer acuerdo y el más importante planteado por Miguel Ruíz en su libro “Los cuatro acuerdos” sea “Sé impecable con tus palabras” y es que como él dice: “Mediante las palabras expresas tu poder creativo; lo revelas todo. Independientemente de la lengua que hables, tu intención se pone de manifiesto a través de las palabras. Lo que sueñas, lo que sientes y lo que realmente eres, lo muestras por medio de las palabras” (Ruiz, 1998). Y es que cuando te despiertas a cada amanecer y piensas de forma positiva en ese día nuevo que comienzas, sin saberlo inyectas de luz tu vida, cuando despiertas y miras a tu lado y vez a tu pareja y aún dormida(o) le besas y le dices lo mucho que la amas, cuando sales caminando sonriendo al brillo del sol y no maldiciendo por el calor, cuando caminas alegre bajo la lluvia y disfrutando como cada gota roza y acaricia tu piel y no te sientes como anima en pena porque justo eso te toco a ti, cuando sales optimista pensando en que ese nuevo día si eres capaz, que no hay imposibles para ti y que tú eres lo mejor de tu vida, cuando llenas de estas palabras tu vida y el mundo a tu alrededor, comienzas a ver esa luz, esa luz tan hermosa que fue creada por la magia de tus palabras, esa luz que no creo ningún mago más que tú con el conjuro de la impecabilidad de tus palabras, esas que a partir de ese momento te demostraron el poder de la palabra y la luz que su impecabilidad conllevaban.

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