Posible creación de un cuento

Posible creación de un cuento

Mauricio Aguilera

23/02/2020

Epílogo

La noche era diáfana y fría en las costas del Mar de Mermean. El Castillo de Itsfjall estaba cubierto por una densa masa de niebla que no dejaban salir a las afueras los gritos y quejidos de la reina que daba a luz su primer hijo.

Una de las parteras recibió a la criatura y cuando le miro la cara, sus expresiones parecieron ver a una virgen o el inefable rastro de la primera creación.

-¡Es una niña! ¡Es la cosa más bella que he visto! -exclamó, y luego se hechó a llorar.

-Miren esa delicadeza,¡que rasgos tan blandos! -dijo otra que estaba más allá.

-Hay que nombradle Alba; su piel estan blanca como la nieve y de tan suave textura como el mejor cojín de pluma de ganzo.

-¡Yo soy su madre! -interfirió la reina ya cuando había cesado del dolor del parto-. Ése derecho me pertenece a mí, ¡solamente a mí! -recalcó.

Las parteras se corrieron a un lado y se callarón. Mientras tanto la reina decidía el nombre para colocarle a su hija.

-Siempre hemos estado rodeado de témpanos de hielo, ¿no? El frío siempre a sido parte de nuestra cultura, de nuestras leyes, y no hay cosa más hermosa que la transparencia de este elemento, ¿cierto? Como bien decía una de mis parteras instantes atrás: «Alba, sería un bonito nombre». Y es un bonito nombre de niña, y nadie lo niega pero… aquel nombre ya ha pasado por varias criaturas aquí en el castillo y algunas gobernaron también con ése nombre. ¡Por favor, parteras! No por ser reina tendré escasa imaginación, menos cuando debo ocuparla en algo que es tan propio como mío: mi primera hija. Bueno señoras… La llamaré «Aina». «La princesa Aina». Para nosotros este nombre significa «siempre». Esto le quedará perfectamente a sus hermosas facciones que tiene. ¡Miren, si hasta pareciera que nunca se cansa de reirse! Esta criaturilla será más que un rostro bonito, más que una princesa que tenga que algún día gobernar sobre nosotros. Señoras, esta princesa que estais viendo será un alma libre, nadie la podrá domar. Y si su esposo alguna vez la maltrata el pueblo se irá contra de el y le matarán. Una estrella ha nacido. ¡Habisadle a los demás! Tú serás quién devuelva la vida al Castillo de Itsfjalll -le dijo mirando a la pequeña Aina a sus ojos azules…

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