Ayer, según recordé hoy…
me perdí en una época lejana,
inmerso en la ambigua nada, era parte del todo.
Quizas de ese modo, disfrutaba…
en esa infancia fugaz, si.
Percibí mucha paz con inocencia,
inconsciente de responsabilidades,
consecuente con mis propias prioridades,
pero, como amaba, realmente amaba.
El amanecer era propicio,
cada segundo un sublime solsticio,
aromas, detalles, momentos…
Como pasa la vida ignorando a espaldas,
como nostalgia atormenta, sutilmente nuestro presente
la vida misma, suele ser amiga
y letal enemiga guiándonos a muerte
caemos, para volver a empezar una vez mas,
con huellas en el alma, como heridas al pasar,
y de fondo, los recuerdos, insufrible regalo.
maldecir esta demás, si no se supo aprovechar.
de eso se trata la misma, tardar en rectificar.
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