Un maravilloso encuentro.

Prologo

Magdalena; Monterrubio – 12 DE OCTUBRE 1990

Fui encontrada muriendo de frio en la capilla del pueblo por la monja Sol María, ella misma me bautizo como Elizabeth que significa “aquella que Dios ayudo” el 12 de octubre se convirtió en mi fecha de cumpleaños y lo único que me queda es un lunar en la parte derecha de mi abdomen.

Adelantare la historia, ya que no tengo ningún recuerdo más haya de mis 5 años de edad; donde he conocido a la persona más importante de mi vida.

8 de Diciembre 1995- orfanato Hijos de Dios

El ocho de diciembre fue una madrugada que no podré olvidar o borrar de mi piel; la cicatriz de mi espalda es la prueba imborrable que me dejo Andrés al quemar una parte de mi cabello rojizo; las monjas lograron apagar el fuego y curar mi quemadura con una pomada – que era lo único que teníamos en ese momento- la festividad continuo sin ningún percances, para los demás. Unas lágrimas rosaban mis mejillas, el dolor causado por la pérdida de mi largo cabello rojizo; seguía viendo como Andrés jugaba con las velas y si ningún remordimiento de su acto.

Ya no soportaba el frío de la madrugada y el ardor de mi quemadura me obligó a huir de los incesables bullicios; buscando lugar donde dormir encontré la antigua biblioteca, era el lugar perfecto, ninguna persona además de la bibliotecaria se acerca al lugar donde se aparece el fantasma de un niño. Entre polvo y libros había un pasillo bastante curioso con almohadas, libros tan gruesos como la biblia y una ventana que muestra el rostro de la luna. Tome una de las almohadas y busque un lugar entre los libros y sin darme cuenta, me sumergí en el mundo de la fantasías.

Mi mundo de fantasías término al sentir el ardor más profundo, las incesantes lágrimas brotaron por segunda vez esta noche. Tres figuras se mostraron frente de mí.

• Haaaaaaa…
• Shuuuu, nos van a encontrar- eso grandes ojos grises fueron los que me enamoraron y su mano sellando mis labios, fue la primera sensación de seguridad de mi vida.

Me gustaría contarme más allá de lo sucedido aquella noche pero me desmaye; lo último que recuerdo son unas grandes ojos grises. Te contaría de las innumerables veces que me he enamorado de la misma persona y las 150 aventuras que hemos vivido juntos a los gemelos. Pero sería una historia que no tendera fin; adelante a la fecha en que Cristian y yo nos hicimos la promesa. Prologo

Magdalena; Monterrubio – 12 DE OCTUBRE 1990

Fui encontrada muriendo de frio en la capilla del pueblo por la monja Sol María, ella misma me bautizo como Elizabeth que significa “aquella que Dios ayudo” el 12 de octubre se convirtió en mi fecha de cumpleaños y lo único que me queda es un lunar en la parte derecha de mi abdomen.

Adelantare la historia, ya que no tengo ningún recuerdo más haya de mis 5 años de edad; donde he conocido a la persona más importante de mi vida.

8 de Diciembre 1995- orfanato Hijos de Dios

El ocho de diciembre fue una madrugada que no podré olvidar o borrar de mi piel; la cicatriz de mi espalda es la prueba imborrable que me dejo Andrés al quemar una parte de mi cabello rojizo; las monjas lograron apagar el fuego y curar mi quemadura con una pomada – que era lo único que teníamos en ese momento- la festividad continuo sin ningún percances, para los demás. Unas lágrimas rosaban mis mejillas, el dolor causado por la pérdida de mi largo cabello rojizo; seguía viendo como Andrés jugaba con las velas y si ningún remordimiento de su acto.

Ya no soportaba el frío de la madrugada y el ardor de mi quemadura me obligó a huir de los incesables bullicios; buscando lugar donde dormir encontré la antigua biblioteca, era el lugar perfecto, ninguna persona además de la bibliotecaria se acerca al lugar donde se aparece el fantasma de un niño. Entre polvo y libros había un pasillo bastante curioso con almohadas, libros tan gruesos como la biblia y una ventana que muestra el rostro de la luna. Tome una de las almohadas y busque un lugar entre los libros y sin darme cuenta, me sumergí en el mundo de la fantasías.

Mi mundo de fantasías término al sentir el ardor más profundo, las incesantes lágrimas brotaron por segunda vez esta noche. Tres figuras se mostraron frente de mí.

• Haaaaaaa…
• Shuuuu, nos van a encontrar- eso grandes ojos grises fueron los que me enamoraron y su mano sellando mis labios, fue la primera sensación de seguridad de mi vida.

Me gustaría contarme más allá de lo sucedido aquella noche pero me desmaye; lo último que recuerdo son unas grandes ojos grises. Te contaría de las innumerables veces que me he enamorado de la misma persona y las 150 aventuras que hemos vivido juntos a los gemelos. Pero sería una historia que no tendera fin; adelante a la fecha en que Cristian y yo nos hicimos la promesa.