Matías Cañorroto 1: miau

No tenemos siete, ni siquiera una. No le llames vivir a esto o saco las garras.
Fuimos el juguete no castrado de un niño que ya no quiere jugar.
¿Te has preguntado por qué no hay ratas en tu barrio? No te digo que nos des las gracias, solo que si nos atropellas, no nos dejes en la cuneta y te des a la fuga.

Dejad algún descampado sin ladrillo, ya que habéis quitado la arena de los parques.

No pongáis veneno, aunque sea por lo que os he dicho de las ratas.

Sobre todo: Dejad de llamarle loca, ¡os lo advierto! No os riais más de nuestra ama adoptiva de pelo de sol. Nos trae pienso a domicilio y nos pone nombre. Ronroneamos y las pulgas se contonean. No le llaméis loca.

Haced todo lo que os pido o algunos de nosotros, los negros, nos cruzaremos por tu izquierda cuando menos te lo esperes, la izquierda de tus amigos y familiares, la izquierda de tus niños, los que ya no quieren jugar.

No quieras saber si todo esto es verdad.