En el cuarto

Te escucharé ciegamente,

Con una lágrima de tierra

Que rueda en declive

Y una sonrisa cualquiera que se replique,

En cada esquina de esta pieza.

Mezclando pieza por pieza,

Cuando románticamente exploto

En este momento lento y loco,

Dentro de todo este alboroto

Que planea cambiarme el foco.

Pero corro sin titubear

Para chocarte en un abrazo explosivo,

Que entre más cerca, más fuerte

Se sienten los latidos

Los que derriten mis oídos

En pulpa de miel,

La que nos bebemos a más no poder

En un vaso de papel,

Resistente como el fuerte acero

Y cómodo a mis manos de palo,

Totalmente insensibles al tacto

Del acto que pacto en este lento transito,

Que me lleva a dejar todo tirado

Y salir volando.