Indios guaraníes, pacientes en sus cunas, aguardando con calma la llegada de los vientos, de las lluvias…

Pueblos valerosos, no se atemorizan, nacieron juntos, solos con la bravura en tierras indómitas.

Juntos al rugir del tigre van caminando con sus pies descalzos, al viento cubiertos con el chiripá de bolsa de arpillera para tapar su intimidad.

Caminando los senderos, monte adentro en busca del alimento y si de carne se trata a cazar o sino río arriba para llenar el plato con algún pescado.

Nada los detiene, todo es naturaleza, y en ella viven.

En las chozas de pajas y hojas de palmas se encuentran

los niños con sus realidades y sus pasiones, defensores de su cultura milenaria.

Quienes entienden sus vidas sienten vergüenza y los admiran.

Son libres en su hábitat. Nadie los iguala ¡son únicos!

Las humildades los convierten en Indio Sabio.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS