Viejas Raíces

Le hablo a las nubes a través de su pequeña ventana

Agradeciendo otro día, que le anuncio la mañana

Froto sus manos cargadas de historias de su tierra

La vi acercarse al fuego y calentar su fiera alma

Desde la montaña, y el mar su sangre clamaba

Acaricio el calor del fuego, y le canto a la tierra

Con el fruto de la tierra del sur alimento sus esperanzas

A trabajar ferviente la tierra como otros tantos días.

Desde el pórtico saludo de nuevo, el dulce amanecer

Afirmo su viejo cuerpo, y salió a ver los frutos nacer

Se fue susurrando a la tierra, y fue enterrando tesoros

A la madre tierra debía regalarle sus sueños

Se alegró del día, del sol y la lluvia

La vi jugando, con las flores una ronda

Pura armonía y en sus ojos la sabiduría

Las estrellas y la luna por siempre fueron sus guías

En el fogón, como siempre se le vi brillar

Y a su gente cantando, les hacía siempre soñar

Compartiendo siempre los frutos con todos sus hijos

Las viejas raíces portan por siempre tus recuerdos.

Cristian Nancucheo Cisternas

Enero 2020

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS