Cuando vaya a verte, allí en la eternidad, te lo diré claramente. No por mí, que no valgo nada y a quién tú reprendes, sino por ellos, los que me rodean y han sufrido tu albur; por eso perdóname por lo que haré, que es un asunto personal, una reconvención de tu vanidad, un mirar patético de mi inutilidad para contigo.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS