Recortes. Cenizas

Recortes. Cenizas

KerMord

10/12/2019

No puedo mentirte, jamás he podido hacerlo.

Si me miras a los ojos, te detienes un instante y los contemplas lentamente.

Sé, que entenderás mi vida.

No es que sea sencilla o corta, pero ante ti, mi vida no tiene secretos.

Hay cenizas en un rincón, lo sé, y por la expresión de tu rostro

deduzco que te estarás preguntando ¿De qué son?

La pregunta es fácil, pero la respuesta no lo es.

Es más, me cuestiono si serias capaz de entender la verdad.

Y es que esas cenizas arrastradas por el viento,

desde hace muchos años consumiéndose en ese oscuro rincón, son los restos de mi corazón.

Te repito, no pudo mentirte, a ti no.

Ese polvillo blancuzco que forma una pila de suciedad,

en la esquina de tu habitación, era mi corazón.

Recordar el cómo y el cuando,

me arrastran de nuevo a la oscuridad.

Me hieren las memorias.

Pero ya no puede sangrar algo que está muerto.

Me canse de esperar frente a la ventana.

A que en cualquier momento dieras la vuelta en la esquina de la calle

y por un par de segundos me miraras.

Obviamente eso jamás ocurrió.

Con tu ausencia, se fue marchitando cada pedazo de mí.

La desesperación puede orillarnos a cometer los actos más atroces,

y yo, no fui la excepción.

Primero me arranque brazos y piernas.

Ya no los necesitaba más.

Jamás exististe aquí o en algún otro lugar.

Para que malgastar mi tiempo trasladándome a otro sitio.

Fue por eso que me los arranque.

Le siguió mi torso y mi cabeza, pero al final decidí conservar el corazón.

De alguna forma la estúpida esperanza me convenció,

de conservarlo un poco más.

Por si acaso aparecías en algún momento.

Hace un par de años en un arranque de ira,

lo quemé junto con todas las cartas que te escribí.

Hoy, de improviso te presentas.

Con tu sonrisa hipócrita y llena de esperanza y amor.

Bueno aquí me tienes.

Un engendro que se arrastra en la podredumbre.

Quizá si juntas los pedazos y los suturas,

algún vestigio de lo que fui algún día

podrías obtener.

Pero eso sí, el corazón se quemó.

Y ahora, cuando tu dices amar y sentir mucho

Yo, ya no siento nada y amarte, ya no podre.

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