Sin consecuencias

Al fin y al cabo, aquí adentro somos un sueño. Sin víctimas que lamentar ni consecuencias.

Un mundo aislado que existe entre dos pantallas luminosas de ocho milímetros de espesor, un hoyo negro astronómico que guarda dentro de si cuatro mil kilómetros de distancia. Ajeno a él, todos están a salvo, no hay riesgo alguno. Ajeno a él, el mundo sigue girando. Como un libro de cuentos cerrado.

¿Siguen existiendo las historias mientras nadie las ve? ¿Siguen viviendo sus personajes cuando el libro reposa sobre la biblioteca? ¿Seguimos siendo incluso cuando no me lees o no te escribo, cuando nos llama la realidad para recordarnos que hay un mundo al que pertenecemos?

No lo se, y a veces me hastío de preguntármelo. Solo se que hoy estás, justo ahora estas. Y esta palabra que nació para ti cumple su misión de vida al encontrarse con tus ojos. Justo ahora no soy tuyo ni eres mía, pero decides estar para mi y yo decido estar para ti.

Así que tengamos un encuentro que nos dure toda esta historia. Déjate escribir el cuerpo que mi pluma esta hinchada de frases para ti, déjame intentar crear una palabra que te desnude y te despoje de cualquier barrera, una letra que te acaricie, una oración que te envuelva y se aferre con fuerza a tu cintura, que trepe por tu espalda, que recorra tu pecho… Déjame inventar un verbo que te penetre hasta llegar al lugar donde nacen las sensaciones, al manantial de tus sentidos. Un adjetivo que te erice la piel, una rima que te sacuda con su métrica y su ritmo bamboleante. Una coma que haga una pausa para poder respirarte, un signo que sea siempre un punto y seguido. Recorrerte y desplazarte a lo largo de toda esta hoja en blanco, redactar juntos una historia loca, convertir a las quimeras en algo de este mundo. Aunque el mundo exista solo dentro de este párrafo. Escribirte hasta quedar exhaustos, escribirte sin pensar en la llegada del punto y final.

Te deseo Mujer, con ganas que no encuentran por donde salir y se me escurren por los dedos buscando derramarse dentro de tu mente.

Te ansío y extraño, aunque a veces sienta que es irracional esperarte mas allá de esta página.

Te Amo con el valor y la esperanza con la que se aman los imposibles.

Déjate escribir la piel. Quiero que sientas que este soñador te hizo el amor aun sin tocarte. Llénate de mí, abrígate con mis letras, permíteme redactarte un vestido de poemas, desplegarme por tus poros y sembrarte una palabra en cada uno. Porque solo en tu tierra abonada germinan mis ilusiones.

Y cuando me recuerdes podrás leerme sobre tus brazos, leerme sobre tus pecas que me obsesionan, sobre tu espalda que se despliega para poblarla de besos, sobre tu sexo suave donde se recuestan mis mas húmedos anhelos. Leerme escondido en la comisura de tus labios.

Aun sin que mis manos te rocen, quiero que sientas que nadie te ha tocado como yo.

Al fin y al cabo aquí adentro somos un sueño. Sin víctimas que lamentar ni consecuencias.

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