No he estado solo

No hago nada, el agua ha sido mi alimento, el sol no ha sabido de mi y las luces no reconocen mis ojos.

No he estado solo. Hay una chica, ha estado desde que no hay nadie, se recuesta a mi lado y acaricia mi rostro, me suplica quedarme en cama a su lado, y nos acurrucamos debajo de las sábanas, me canta y habla de lo mucho que me necesita para vivir.

Un dia queria que conociera a su prima, le emocionaba la idea de que conozca a su familia, pero no le molestaba si lo hacia recostado, si no movia ni un musculo. Me dejaba ser.

Su prima esta aqui, es linda, de hecho es la mujer mas hermosa que habia visto.

Se intenta recostar a mi lado.

-Hey, ¿Qué pasa? No estoy solo

Pero mi chica solo responde que no pasa nada, que ceda. La dejo estar a mi lado, estoy en medio de dos hermosuras y ni siquiera tengo ganas de presumirlo.

Se recuestan en mi pecho y besan mi mejilla.

Ha pasado un mes y no se ha ido la prima, creo que ha decidido quedarse, no me quejo, no se hablar al esta deslumbrado por poder darme el lujo de tenerlas.

La puerta se abre y deja ver a tal diosa recostada de aquella pared, camina hacia mi con zapatos de tacó, vestido con lentejuelas azules y una sonrisa seductora que lograba alumbrar la habitación, se inclina hacia mi y besa mis labios como quien tiene sed.

Me quedo inmovil y sin decir nada dejo que toquen todo mi cuerpo mientras susurran mi nombre.

Me sumerjo en una fugaz orgia donde no logro obtener el control e igual es satisfactorio ser manipulado por la soledad besando mi piel, la depresión gimiendo mi nombre y la muerte besando mis labios y llevandose todo mi ser.