CANTARES

Rozóme madre, rozóme

rozóme con sus enaguas,

aquesta moza risueña

aquesta moza espigada.

Y quedóme yo prendado

de aquestos ojos de garza,

que al posarse en los míos

mi pecho no respirara,

y quedóme embrujado

extasiado y… sin habla.

Deme madre una muda

para vestirme de gala,

y de Domingo ataviado

corra yo a festejarla,

que temblóme ya las piernas

soñando con abrazarla.

Deprisa madre deprisa

traiga la muda y el agua,

que en misa de una quedóme

y replican ya las campanas.

Y al amparo de la sombra

de la morena y la zarza,

en saliendo de la iglesia

de aquesta guisa yo le hablara.

«Dame amor, aquesta paz

dame amor, aquesta gracia

sácame de mi ignorancia,

y muéstrame los secretos

de tu cuerpo y de tu alma;

que beber quiero de ti

que apagar quiero mis ansias,

y apoyando mi cabeza

entre tus pechos de nácar,

crezca mi amor por ti

y al cielo le dé las gracias».

Rozóme madre, rozóme

rozóme dos alas blancas,

tornando mi vida oscura

en un jardín de esperanza.

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