!Ella ha de ser café!

!Ella ha de ser café!

Blanjor

13/11/2019

Maria – Bs. As. 11/19


A su llegada,

El aroma noble de notas doctas que enaltece su carácter enardeció en él la sensación de adrenalina y libertad que había olvidado. Quiso mantener a salvo su cordura, pero cada pincelada de su sonrisa le permeaba el tacto con caricias reconfortantes y un festín de auténticos orgasmos al alma. Se halló vivo, completamente vivo; sin nausea en el estomago. Tomó fuerzas como pudo y recorrió intrépido las facciones de su rostro. La encontró tremendamente guapa; de una belleza abrumadora y una inteligencia innata.

En Medio,

Cada sorbo de ella le era un estallido de dopamina. Al sentirla, su angustia se desmoronó en el ramillete de sus muecas y el deseo gestó, en su corazón coraza, una ilusión carnavalesca. ¡Qué caos! ¡Ahora su alma gustativa es tecnicolor! Lo inamovible cedió y él se entregó completamente a ella; los iris encajaron en el eclipse de las pupilas y las palabras se ahogaron en desparpajo escénico antes de brotar. ¡La mayor hecatombe de su vida! ¿Quién hubiese pensado que ese lunar de café, que náufraga en la periferia del mentón y acompaña siempre su sonrisa, iba a causar tal revuelco?

A su retiro,

Todo volvió lentamente a su lugar: el olor citadino al galpón, el mueble sobrio a la sala de estar, las notas retraídas a la guitarra melancolica, el televisor a su emisión habitual y la nausea a su existencia. Todo encajó igual que antes, excepto él, quien atesora en su gusto el sabor a ella y resguarda en la nostalgia las borras de su estar.

¡Ella ha de ser café!

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