La (ir)realidad y sus Fractales

La (ir)realidad y sus Fractales

Tomás Debeljuh

10/11/2019

Las hormigas caminarían menos si hicieran un pasamano. Lo automático de la memoria no permite los espacios. La memoria es una fila de hormigas que no piensan y caminan. El recuerdo de un silencio siempre es Eco. La memoria es una fila de hormigas que no piensan y caminan. No permite los espacios, no tolera los silencios, porque los silencios son espacios, porque en los espacios… Pensamientos.

Silencio.

Llueve, afuera de las gotas. Las hormigas se refugian de las gotas; para las gotas, caen hormigas. Las gotas que caen por primera vez no saben que está(n) lloviendo, no saben que están cayendo. Las gotas siempre caen por primera vez. Las hormigas creen que, por tocar el suelo, no están cayendo. La memoria se abriga imaginando un paracaídas.

Cuando las hormigas lloran, los microbios creen que llueve, y corren despavoridos como hormigas que creen que llueve.

De pronto, una gota se da vuelta y… Pide un paraguas. Dejó de caer; pero aún no sabe si es microbio, hormiga o si llueve por llover.

La realidad es el punto donde nace la multidireccionalidad.

Silencio.

El silencio abre espacios en el tiempo y en el intervalo de las memorias, la realidad o su sombra. La realidad es un intersticio que abraza por detrás de los sentidos. Es aquello que no puede recordarse, es lo anterior a la percepción. Es preciso frenar al universo para fotografiar a la realidad. Es preciso parar. La realidad es el ahora de aquí que pretendemos capturar sentidos mediante, pero un ciervo pastando no es el mismo ciervo cazado.

Llueve, adentro del papel.

Tomás Debeljuh

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