! Sin prisa y con risa !

! Sin prisa y con risa !

Me preguntó si la ame. Respondí recordando ese frabulloso día, en que su cuerpo lleno de deseo pedía mis besos, que le arrancaban a su piel suspiros a cada instante.

La ropa fue un abstaculo que resolvimos fascinados, el frenesí de caricias sumado ha esa desaforada intención de amarnos, convirtió el momento en propicio para deslizarme entre sus pechos y el acelerado latir de su corazón.

Mis labios se fundían como el hierro camino a su vientre y al llegar a la verdad de sus labios, no hubo miedo alguno ! Todo era tan honesto! Que la confianza se desbordó en un montón de intentos de ser uno, solo uno.

Te ame sin límites toda la noche y madrugada, hasta que nuestros cuerpos agotados de tanto querer se dejaron para terminar el acto más perfecto. No hubo palabra alguna, nuestros cuerpos se comunicaron de la firma en que cada uno lo necesitaba, haciendo dual el egoísmo del ser en la entrega de pasiones.

-Fue una noche inolvidable mente hermosa – dijo ella -Y entonces q paso, ha donde se fue toda esa gran pasión? – preguntó.

Al único lugar donde el amor no puedes existir, a la mente, donde solo hay lógicas, miedos y egos.

– como llegamos hasta ahí ? , Sabes que no amaré a nadie como te he amado – preguntó nuevamente solloza entre lágrimas.

Sonreí, y pensar que el algún momento dijiste que amor sólo era química, impulsos cerebrarles que nos llevaban a la necesidad de hacer nuestra soledad acompañada.

Llegamos ahí por ese deseo materialista de pertenecernos, por esa insaciable necesidad de restringir nuestra libertad y ser colonos abfixiantes de instantes, momentos, tiempo, de todos y cada uno.

La abrace, bese y finalmente respondí. Desde ese día te ame, por que ese día entendí que nuestro amor trascendería todo, situaciónes, personas, vida, !Muerte! Y que mi misión sería un legado, el de estar siempre a su lado.

Te amo como nunca y como siempre !Sin prisa y con risa!

– sonrió esboza mente, para en su último suspiro nunca más dejarnos de amar.