ÍDOLOS DE BARRO

ÍDOLOS DE BARRO

Ernesto Monroy González

Llama la atención observar el grado de indiferencia y falta de profundización que tenemos frente a la descripción de los hechos reales de los aciagos momentos en los que españoles, y otros invasores, despojaron a América Latina de su identidad, acompañado todo este proceso por continuas masacres, violaciones, maltratos y en general por toda una cadena de acontecimientos que más que sangrientos, fueron la desgracia de un legado que marcó desdibujadamente una cultura no propia, la eliminación de muchos de los valores que se ajustaban al conjunto de saberes de indígenas y campesinos desprovistos de maldad yperversas intenciones.

De la misma manera, causa curiosidad observar la forma consciente o inconsciente en la que se convalidan expresiones como la conquista, cuando de referirse a estas vicisitudes se trata, sin tenerse en cuenta que no fue propiamente esto lo que se presentó, sino una invasión, descarnada e injustificada de fuerzas extranjeras, mayoritariamente españolas, las que violentaron ese pasado y formaron el presente como herencia de dolor. Hago referencia al tema apoyándomeen el ensayo titulado Lo que está en juego en Colombia,realizado en el año de 1996 por el escritor tolimense William Ospina, quien con toda lucidez hace referencia al recuento histórico de las guerras en nuestra nación, por satisfacer los requerimientos de otros y desconocer los verdaderos valores de nuestras propias intenciones. En dicho ensayo nada se puede despreciar, es decir, todo cuenta como un momento lúdico para la conciencia al obligarnos a la pura reflexión, entre esas, a la continua utilización del término conquista, el cual considero no debe ser aplicado, por el contrario reemplazado por “invasión” o, frente a la persistencia de su utilización, “conquista violenta”.

Al respecto hagamos las siguientes apreciaciones: los invasores cuando llegaron a nuestras tierras encontraron ya organizadas las civilizaciones en torno a valores que seguramente su desmedida ambición no les permitía ver, como el respeto a la naturaleza, a su entorno, la adoración y el regocijo por el regalo divino del agua, los frutos, el verde de las praderas, la sombra de los árboles, el sonido de los pajaritos, el rocío de la mañana en la sabana, el calor de las estepas, el amor por la familia sin que conocieran a Sócrates, con su inconformismo por la ignorancia popular y el conocimiento de los que se decían sabios, o a su discípulo Platón, con sus grandes conceptos en cuanto al Estado o gobierno ideal y la República, o al mismo Aristóteles en su valioso conocimiento sobre el cosmos.De todo el conjunto de males causado por los invasores, se destaca la eliminación total y parcial de pueblos y sus tradiciones, como sucedió con los Aztecas, Incas y Mayas, eso por nombrar tres de las civilizaciones precolombinas más destacadas, porque en realidad la existencia de culturas indígenas sólidas, estaban diseminadas por América Latina e incluso Norte-américa.

Para iniciar, relacionemos algunos de los significados sobre la palabra conquista. Derivadodelparticipio femenino del español antiguo conquerir, del latín conquirere. De la familia etimológica de querer. Si se observa el término como tal, se puede apreciar que existe gran diferencia con el término invasión.Para no reñir con la modernidad, traeré a colación la siguiente definición:

Una invasión es una acción militar que consiste en la entrada de las fuerzas armadas de una entidad geopolítica en el territorio controlado por otra entidad semejante, normalmente con el objetivo de conquistar el territorio o cambiar el gobierno establecido. Una invasión puede ser la causa de una guerra, puede usarse como parte de una estrategia mayor para terminar una guerra, o puede constituir una guerra completa en sí misma. El término suele entrañar un esfuerzo estratégico de considerable magnitud; ya que los objetivos de una invasión suelen ser a gran escala y a largo plazo, se necesitan muchas fuerzas para mantener un territorio y proteger los intereses de la entidad invasora. En general, las infiltraciones tácticas más pequeñas no se consideran invasiones y normalmente se clasifican como escaramuzas, salidas, asesinatos selectivos o reconocimientos ofensivos. Por definición, una invasión es un ataque llevado a cabo por fuerzas externas. Por tanto, las rebeliones, guerras civiles, golpes de estado, democidios u otros actos de opresión no se consideran invasiones (Wikipedia, 2012).

Entonces, se puede deducir que una conquista presenta diferentes formas de lograr su objetivo, como la violencia, el amor o la convicción; mientras que la invasión no da lugar a nada de ello, solamente a la opresión por medios violentos. Pero el objetivo del presente escrito no es hacer del mismo una lección magistral sobre terminología, o referentes al castellano como tal, sino una reflexión sobre nuestra identidad a fin de establecer mayores niveles de compromiso y amor por lo nuestro, y aportar la intención de respetar el pasado, porque en definitivas el presente sigue lacerándolo al hacer apología a la barbarie con la que nos invadieron los españoles.

Por lo cual, bajo el contexto de todos estos elementos de perversión, comienzan las preguntas que a la fecha no están resultas: ¿Por qué se habla todavía de la conquista y no de la invasión? ¿Por qué se le hace honor todavía a la fundación de ciudades con nombres de españoles, cuando realmente no fueron ellos los que las fundaron y por el contrario las exterminaron?¿Por qué se sigue celebrando el día de la raza haciéndole honor al avistamiento de tierra por Rodrigo de Triana bajo el mando de Cristóbal Colón el 12 de Octubre de 1492, y se habla del descubrimiento cuando en realidad estas tierras ya estaban descubiertas por nuestros indígenas y habitadas por los mismos ejerciendo la propiedad sobre ellas? ¿Por qué se sigue permitiendo y se sigue utilizando el término de colonización?,más si se tiene en cuenta la definición de dicho término:

En su uso restringido a los grupos humanos, el término colonización se puede restringir aún más, para indicar los asentamientos de colonos en zonas deshabitadas. No obstante, ese uso suele hacerse con fines justificativos, para apoyar la reivindicación del derecho a la ocupación de un territorio que se califica de virgen, minusvalorando la ocupación previa del mismo territorio por otros grupos humanos (los denominados indígenas o nativos), cuyo control sobre ese espacio se pretende calificar como inexistente,insuficiente o deficiente, ysobre los que los colonos pretenden mantener superioridad (étnica, cultural, tecnológica, militar, política, jurídica o religiosa). Esta justificación ideológica se denomina genéricamente colonialismo o imperialismo (Wikipedia, 20012).

Por lo tanto, no cabe el término ya que América no estaba deshabitada y menos era un territorio virgen, puesto que ya existían las civilizaciones indígenas mencionadas, que ruinmente aniquilaron los españoles, portugueses, ingleses y, en general, muchos europeos que eran repudiados y lanzados a la aventura, para que murieran en altamar o que se radicaran en otros lugares lejos de ellos y dejar de ser molestias para esas sociedades. ¿Dónde está la reclamación de América en general por sus riquezas hurtadas?, o mejor aún, ¿quién la realizó si es que se hizo? ¿Dónde está la acción contundente para que se recuperen los nombres de los indígenas que lucharon y entregaron sus vidas por defender la tierra en que nacieron? ¿Dónde está la dignidad de latinos?¿Será que nuestros pueblos en la actualidad serían así de atrasados si nos hubieran permitido seguir adelante en el desarrollo de nuestras propias culturas? ¿Dónde quedó la religión que profesaban nuestros ancestros al ser reemplazada por el catolicismo, con todas sus depravaciones, descarada lujuria, sangrienta historia y riqueza a costa de la muerte? ¿Dónde quedó el conocimiento y la enseñanza de las lenguas nativas, cuando fueron reemplazadas por el castellano como el idioma oficial? ¿Por qué no se celebra el día de los dialectos oriundos haciéndole honor a nuestros ancestros y no con tanta preponderancia a Miguel de Cervantes Saavedra, sin desconocer su importancia?¿Hasta cuándo se le va a seguir llamando a España, irresponsablemente por nosotros, la Madre Patria? ¿Cuándo será el día que se refunde la historia de Colombia y se elimine de la misma el errado momento de la confirmación como estado en 1810 a partir del Virreinato de la Nueva Granada, como colonia del Imperio español que había sido fundada por ellos mismos desde 1550, y se tenga en cuenta que ya existían nuestros pueblos indígenas? ¿Cuándo llegará el orgulloso día en el que al referirnos al término impuesto por el venezolano Francisco de Miranda de Colombia, no remitamos nuestras memorias al funesto momento en que llegó este invasor de Cristóbal Colón? Curiosamente Miranda lo utilizópara referirse ala unión de Ecuador, Colombia y Venezuela, en homenaje a este invasor, más curioso es todavía observar que Cristóbal Colón (en italiano Cristoforo Colombo) y al apellido de Colón (Colombo) proviene dellatín columbus y significa palomo, macho (en latín columba), animal que simboliza la paz. Preferiría el nombre de la República de Pijaos, Wayú, Cuna, Guambianos, Witotos, Nukak, Muiscas, Caribes, Cuibas, Motilones, Arhuacos, Paéces o de Mape, que me recuerdan momentos de nuestra tierra y no sangre, dolor y muerte. ¿Cuándo será el día en que no se celebre ninguna fecha de fundación en ninguna de nuestras ciudades, haciendo alusión y recordando el momento mismo en que los españoles se asentaron sobre nuestros muertos, para crear localidades con los nombres seleccionados por ellos? ¿Cuándo llegará el día en que observe que España y todos los que nos invadieron desagravian a América Latina, indemnizándola por los daños causados? ¿Cuándo será ese día en que se elimine de nuestro Himno Nacional la tortuosa estrofa de: «…Se baña en sangre de héroes la tierra de Colón…como si realmente se convalidara que era de él y se reemplaza por la tierra de los nuestros?

Por lo tanto, es inaceptable que a los niños todavía se les enseñe que el 12 de Octubre se marcó el nacimiento de una nueva identidad producto del encuentro y fusión de los pueblos originarios del continente americano y los colonizadores españoles. ¿Será que verdaderamente la independencia se logró o es solamente la oportunidad de poder mostrar que lo que se consiguió con esta lucha era solamente parte de la verdadera y total independencia que los pueblos merecen? La fatídica llegada de los españoles, condujo un camino de muerte, enfermedades, impurezas y en general todos los elementos que en la actualidad se podrían repudiar con la transculturización a la que se ven sometidos los pueblos, cuando no tienen apego a arraigo por la defensa de lo propio. Procesos de contaminación cultural e invasión, ytransculturización en América Latina que se siguen presentando, en la música, la moda, la gastronomía, la unidad familiar y en general, en todo lo que nos rodea y que día a día hacemos nuestro sin que sea así.

Pero bueno, como el objetivo realmente es el continuar en este absurdo proceso de cantarle a la luna, quiero manifestar el total desacuerdo de seguir utilizando los nombres en ciudades, parques, calles, construcciones y demás de los que mataron, robaron, violaron, infectaron y que como plagas llegaron en el peor de los momentos de nuestras históricas y avanzadas civilizaciones, las mismas que desde el más allá seguramente reclamarán de nosotros tanta indiferencia y, peor aún, la exaltación a sus asesinos, detractores y depredadores.En la ciudad de Ibagué existe un parque llamado Andrés López de Galarza, asesino de Pijaos al que le endilgan ser el fundador. Curioso ver que dicho parque como recuerdo de tanta podredumbre, es un lugar que no se respeta, es un lugar que con dolor de ciudadano quisiera que se recuperara para que no siguiera siendo este descompuesto espacio en donde se orinan y atracan. Qué bueno que se le hiciera honor a los verdaderos héroes, a los Pijaos, Wayú, Cunas, Guambianos, Witotos, Nukak, Muiscas, Caribes, Cuibas, Motilones, Arhuacos, Paéces,entre otros.

Del mismo modo, la capital de Colombia le hace honor a Gonzalo Jiménez de Quesada como su fundador, desconociendo que ya existían los primeros asentamientos en la extensa sabana de Bogotá, que marcaron historia en orfebrería, en artes manuales como el manejo del barro, en el conocimiento y el respeto al sol y la luna o a la leyenda del Salto de Tequendama que creó Bochica, y que hablar de Bachue la gran Madre creadora según los Muiscas. Esto debería ser capaz de recordar un niño en el futuro, si es que se lo enseñan, con todos los valores de la mitología, que fortalece la imaginación del ser humano y que enriquece el espíritu y hace que la búsqueda del Dorado siga existiendo en el recuerdo de todos como el sello de una historia en donde la muerte se encontraba con la vida eterna en la laguna de Guatavita.

¿Cuándo llegará el día en que Colombia y América Latina, que eliminen por completo de sus homenajes los recuerdos de muerte y que sólo deje eso para la enseñanza de lo que fuimos, pudimos ser y de lo que somos a causa de la enajenamiento de nuestras costumbres, nuestra cultura, más valiosa sin lugar a dudas, que la que nos trajeron para que reemplazáramos todos nuestros saberes? Se espera un momento en que Colombia erradique el desamor por sus semejantes, que respete el valor de la vida y que luche sinceramente por toda ocupación cultural, ideológica y demás. Una Colombia en la que se camine orgullosamente por sus tierras encontrando todo tipo de historias, en las que se le pueda contar a los hijos aventuras mitológicas más excitantes que las de Harry Potter o Indiana Jones; una Colombia en la que encuentre parques con el nombre de la Cacica Gaitana o Guaitipán, conocida por preferir suicidarse antes que entregar su causa, su cuerpo y su lucha a los españoles.Una Colombiaen la que los libros hagan mención a la verdadera fundación de las ciudades en manos de nuestros indígenas y no en nombre de españoles, prófugos, asesinos y sin título alguno. Quiero que se recuerde con más gusto los nombres de indígenas que estaban inspirados en realidades, como: los Incas Túpac Amaru, Curaca de Tungasuca, Surimana,Pammarca, Huayna Cápac, padre de Manco Inca quien representaba la lucha contra la opresión española, Itza que simboliza la guerra que sostuvieron, Itzel que significa lucero, Ytzel estrella del amanecer, o los de los Aztecas como: Ameyal que significa manantial, Quetzalli preciosa, Motecuhzoma (Moctezuma) tu señor enojado,CinteotMadre de Maíz, el Cacique Payán, el cacique Michimalonko y sus aguerridos indígenas en la resistencia a la invasión de Chile,los Incas Atahualpa yManco Capac, entre otros y no de los invasores como: Pizarro asesino de Incas e invasor del Perú y Bolivia, Hernán Cortés invasor de México y asesino de Mayas, Francisco Hernández de Córdoba invasor de Nicaragua y exterminador de tribus de más de 6000 años de historia, Galarza matón de Pijaos, Quesada ladrón de oro, Sebastián de Belalcázar o Sebastián Moyano cómplice de Pizarro, Pedro Fernández de Lugo y su hijo Alonso Luis de Lugo, compinches de Jiménez de Quesada, Pedro de Heredia el que dicen fundador de Cartagena de Indias cuando en realidad exterminó en una batalla en Yurbaco a los indios residentes, el vengativo Alonso de Ojeda en su exterminio de los nativos venezolanos con toda la crueldad, Juan de Ampudia el invasor asesino de los Indios de Popayán, el verdugo Pablo Morillo, el depravadoJuan de Sámano o Juan José Francisco de Sámano y Uribarri de Rebollar y Mazorra, Pedro de Valdivia invasor de Chile,Américo Vespucio en su invasión a Argentina o Juan Díaz de Solís, porque no se sabe a ciencia cierta cuál de estos dos delincuentes llegó a hacer lo que todos hicieron, robar, matar, violar e invadir, y Hernando de Magallanes a quien se le otorga el inmerecido título de haber descubierto el estrecho que lleva su nombre, desconociendo que existían los indígenas nativos como los Tehuelches, ratificándose que no lo descubrió, sino que lo invadió usurpandosu propiedad.

De la misma manera, de este proceso de invasión de las monarquías ibéricas no se libró Brasil, que con la confirmación de los derechos realizada por el Papa Nicolás V, se le otorga a Portugal la soberanía sobre las tierras invadidas, según ellos descubiertas y concediéndole al príncipe Enrique la libertad para explotar libremente lo que hoy es Brasil. Estas hermosas tierras entraron en conflicto entre Alfonso V de Portugal y los quebrados reyes católicos, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, seguido de una serie de tratados en donde vulgarmente se repartieron el botín, dándole preferencia sobre tierra firme a Portugal y de las Islas Canarias a España. A toda esta ocupación le acompañan las fracasadas giras de Cristóvão Jacques a quien los reyes de Portugal encargaron lo que llamaron las expediciones de guardacostas.

Por lo tanto, es bueno saber de una América Latina o por lo menos una Colombia, que no llorasobre la riqueza su pobreza, que con la grandeza de los que verdaderamente creemos en lo nuestro seamos capaces de abrir, como lo dijeron los estudiantes de Colombia respecto a la organización del paro nacional del 12 de Octubre del 2011, “el segundo proceso de independencia”, iniciando por la recuperación de la verdadera historia de nuestras ciudades,países y la refundación de todos los lugares en donde hubo presencia de los invasores y cambiar todo nombre que haga alusión a los verdugos españoles por el de nuestros héroes indígenas. Se añora una América Latina o por lo menos una Colombia que reclame sus riquezas, que muestre su dignidad ante el mundo haciendo valer su historia de lucha y no la historia de la invasión; una Colombia que recupere sus dialectos. Una América Latina, o por lo menos una Colombia, que no le haga más reverencia a los extranjeros y menosprecie a los nuestros. Una América Latina, o por lo menos una Colombia, que le enseñe a los niños que sus ancestros fueron luchadores, trabajadores, respetuosos de la naturaleza, cultos, que conozcan sus nombres, su causa, su creación y no el frío y déspota término que se encuentra en los textos en los cuales sólo se hace referencia a los indígenas y su resistencia, consignándolos en el ostracismo histórico Vs la celebridad de los que se encargaron de exterminarlos. Una historia para América Latina, o por lo menos para una Colombia, que sea capaz de eliminar el término de colonia; eso no fue lo que nos dejaron, eso fue lo que nos quitaron, nuestras colonias, comunidades y civilizaciones de indígenas y campesinos propietarios y no invasores como ellos. Una América Latina, o por lo menos una Colombia, que juzgue y sentencie esa histórica invasión, de tal manera que logre al menos la aceptación simbólica de rechazo y repudio de estos procesos por las actuales generaciones que llevarán, aunque no lo quieran, el yugo de la sangrienta historia.Algo similar hizo el Papa Benedicto XVI, al pedir perdón por las masacres y por las depravaciones de la inquisición, no fue mucho porque en definitivas el daño no se podrá reparar, pero si marcar un precedente a ulterior de la necesidad de respetar, de admirar, de compartir sin invadir la cultura de un “Pueblo”, que en últimas es el oxígeno que corre por sus venas y lo alimenta.

De igual manera, creo firmemente que en dicha invasión existió exterminación masiva y grandes conflictos armados y no “una sola sombra larga” (Ospina, 2012).Además de esto toda una estructura de poder que utilizaron los invasores españoles para diezmar por completo la resistencia indígena, así como enfrentamientos en los cuales para nuestra propia desgracia se conjugó el papel del dominador y la manipulación de la historia desde el momento mismo en que surgió toda esta cadena de hechos violentos, ocultando la verdad de las vicisitudes, reduciendo el reporte de las masacres, encubriendo a los violadores, ladrones y asesinos, que eran ellos mismos. Valdría la pena profundizar en los grandes encuentros militares de españoles contra nuestros ancestros indígenas como en la“Batalla de la Vega Real o Batalla de Jáquimo”, en la que el asesino de Alonso de Ojeda exterminó más de diez mil (10.000) nativos con sólo 400 españoles. O indagar a fondo sobre los combates en la invasión de los españoles como la:

Batalla de Reinohuelén contra los españoles al mando de Gómez de Alvarado, la Batalla de Penco: Fue una batalla entre 60.000 Mapuches bajo comando de su toqui Ainavillo con sus aliados de Arauco y de Tucapel y contra 200 españoles de Pedro de Valdivia, con una gran cantidad de Yanaconas incluyendo 300 auxiliares de Mapochoes bajo órdenes de su líder Michimalonco que defendía la fortaleza reconstruida en Penco. La Batalla de Tucapel. La “Batalla de Acajutla en Acaxual, librada por Pedro de Alvarado contra los pipiles que era un pueblo indígena que habita la zona occidental y central de El Salvador y que a pesar de la resistencia, costó la muerte a más de 6000 indígenas.Profundizardeigual manera en las batallas libradas en Perú como la “batalla de Cajamarca en la que definitivamenteaniquilan el ImperioInca, o las batallas que se produjeron en la defensa de nuestra tierra como la “Batalla de Tocarema entre las fuerzas de invasores españoles y muiscas,que habían sido doblegados por Gonzalo Jiménez de Quesada, porque hasta eso lograron con las estrategias de guerra; enemistar a los mismos nativos contra las tribus Panches, la cual finalizo con el triunfo de los primeros y el doblegamiento de Cundinamarca al Imperio español (Legionarios, 2012).

A todas estas batallas, le acompaña una estructura de destrucción, de tal manera que se elaboraban capturas de indígenas, se les acusaba de rebelión, los obligaban a recibir el catolicismo, que generalmente ante la negación de los mismos por sus respetadas y arraigadas creencias, terminaban en la hoguera acusados de sacrílegos por adorar dioses falsos, los acusaban de traidores por no respetar a los invasores que llegaban pregonando el servilismo a los rebuscadores Reyes Católicos, como si fuera una obligación respetar a quien jamás conocieron ni conocerían, pero de los cuales si recibirían humillaciones, muerte, robo y maltrato a través de sus delincuentes emisarios invasores.

Insisto en que esta iniciativa del “segundo proceso de independencia,” puede convertirse es un canto a la luna, porque definitivamente entiendo que es difícil iniciar esta causa y verla culminada o con resultados por lo menos satisfactorios, aunque me siento feliz de hacerlo, seguramente logre algo de eco, pero si no;prefiero divulgar la firmeza de mi inconformidad,que morir silencioso sin gritarle a los miserables que acabaron con las posibilidades de futuro en nuestra América Latina, ¡que no se sientan orgullosos de eso!, nadie con algo de vergüenza se puede sentir presuntuoso de tener un pasado lleno de sangre, muerte, violaciones, torturas y todos los males extremos de la descomposición humana y jactarse hoy de ser superior, porque la historia sin memoria lamentablemente no narró los hechos,que hoy los harían avergonzarse. Nuestra indiferencia por la verdadera historia nos conduce a seguir transitando por un camino que siendo nuestro no lo hacemos nuestro, por unos hechos que en un futuro no faltará quien nos lo reproche, seguramente con toda la razón, por permitir que se siga haciendo apología a la histórica pudrición, que con el morbo de los escribanos nos heredaron para que reverenciáramos con nuestra ignorancia su maléfica obra, construida sobre los huesos adoloridos de los que si supieron batallar.

Solo nos falta seguir madrugando a ver las bodas de princesas, lasinfidelidades de la realeza, o hacerle culto a la endogamia de los monarcas, o a la farándula de los príncipes, al quiebre de una uña de la Infanta,la infidelidad del rey y su sucia progenie plebeya como la titulan, las suntuosas marchas y el derroche de dinero de los honores a la senil reina, los escándalos de los delfines de monarcas, o seguir admirando la histeria colectiva por el saludo real, mejor dicho casi llegar a percibir aromas de Chanel No.5 con los internos gases reales. Qué vergüenza tanta belleza sobre sangre y más sangre. ¡Qué dolor que les quitemos el honor de Patria a nuestros indígenas y campesinos ancestrales y que ni siquiera reclamemos el justo y verdadero relato en nuestra historia, permitiendo el recuento de la misma, por lo que diría nuestro Nobel Gabriel García Márquez al finalizar uno de sus afamados libros, sólo… mierda!

Referencias bibliográficas

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