En busca de una mentira. /Una verdad de mentiras.

En busca de una mentira. /Una verdad de mentiras.

Luiz Enyel

19/10/2019

Aun recuerdo cuando la vi saliendo de aquella habitación, con la cabeza en alto y sin ningún arrepentimiento, pues había terminado lo que vino a hacer. Ella…, se veía tan bien, tan aliviada, tan nueva. Por mas que quise detenerla no podía hacerlo, pues fue lo que juramos, y sellamos en esta habitación, junto con todos nuestros sentimientos….

– ¿Entonces quede solo de nuevo eh? – Me dije mientras observaba mis manos.

Aun puedo sentir su piel, su calor, sus besos, sus manos en mi espalda, la suavidad de su pecho, el como nuestros cuerpos frotaban y nos hacíamos uno, mientras me decía por última vez lo tanto que le gustaba, y nos decíamos en ratos cuanto nos amábamos….

Quiero… quiero sentirlo de nuevo, quisiera al menos una sola vez más…, lo deseo, quiero saber que es mía, pero ahora ella, ya no está….

Nunca fui muy amigable o social, y menos con mujeres, pues solo tenía ojos para una, pero ahora yo… yo, quiero sentir aquello una vez más, como cuando estaba con ella.

Primero fue con una amiga mía, llevaba tiempo insistiéndome en salir. Estando solos en su casa le empecé a contar lo que me había pasado, sí…, solo intentaba consolarme y una cosa llevo a otra. Pero ella no besaba igual…, su color de piel no era el mismo, todo… era diferente. Después de aquella noche, más nunca me volvió a ver igual, sentí que algo en mi se había quebrado.

Después fue con una conocida de un amigo, en una fiesta. No podía dormir esa noche y mi amigo me había invitado a esta fiesta, después de pensarlo mucho me cambié y me fui. Estando allí me presento a una de sus amigas, tomamos y la pasamos muy bien. Pero ella no olía igual…, con ella no sentía igual, ella era un poco más alta y pesada.

Mientras trabajaba se dio con una de mis clientas. Me invito a salir después de trabajar, y acepte, salimos juntos esa noche, fuimos a un bar y terminamos en su hotel. Pero su pecho no era como el de ella, y su respiración tampoco….

Y así paso una y otra vez…, intentando encontrar en otra mujer, aquello que ya había perdido, y quizás más nunca podría encontrarlo de nuevo, pues eso solo le pertenece a una sola mujer….

Mientras tomaba en un bar vi a una mujer muy hermosa y me le acerqué. ¿Por qué será?, ¿por que se me hizo tan hermosa? O sí…, creo que tienen mucho parecido, quizás con ella….

Mientras estábamos haciéndolo y veía su espalda con un poco de indiferencia ya, pues de nuevo no era lo que yo esperaba, ella se acerco a la orilla de la cama para tomar su bolso, y de el saco una pequeña pipa.

– ¿Quieres un poco? Me gusta hacerlo estando drogada. -Me dijo mientras fumaba un poco. Puedes sentir he imaginar lo que quieras….

– ¿Imaginar lo que quiera…? -Pensé. Sin decir nada, solo me acerqué a ella y probé…, una tras otra, tras otra, después me empezó a besar y seguimos en el acto…, mientras lo hacíamos pude escuchar una voz.

-Luis…, Luis, ¡Luis!

– ¿Mariana? ¿Mariana eres tú?

-Luis, Luis, Luis….

-Mariana, Mariana… ¡Mariana!

Termine una, dos, tres veces, no podía dejarla en paz.

-Te extrañe Mariana, Te Extrañe….

Al día siguiente abrí los ojos y me encontré con un ventilador dando vueltas en el techo, volteé a mi lado y la vi….

-Es cierto…, lo de anoche solo fue una ilusión, una mentira…. -Me dije mientras sacaba un cigarrillo y lo encendía…. Me cambié y salí de aquella habitación en aquel hotel.

Un amigo me invito a salir con sus amigas a un bar, terminamos en un hotel…. La mujer con la que estaba no tenía ningún parecido.

-Esto ya no me parecía igual, ya no sé ni por qué hago esto…. -Pensé. – Quizás con droga….

Después de un tiempo volví al bar donde había conocido a aquella mujer.

-No recuerdo su nombre…, ¿Cómo se llamaba?

Después de un momento me desesperé, pues no la veía por ningún lado, por lo que decidí a irme, ¿Y cómo iba a encontrarla? No es como si ella viniera aquí todos los días, pero justo en el momento en que iba a levantarme mi celular empezó a timbrar. ¿Un número desconocido?

– ¿Bueno? -Conteste.

-Malo. -Me respondieron.

Jaja, me dio un poco de risa, fue un poco irónico.

– ¿Quién es? -Dije.

– ¿Quién quieres que sea? -Escuche la voz de una mujer, algo familiar.

– ¿Es una broma? -Dije, pensando que quizás era una amiga que estaba fingiendo su voz.

-Aquel día te fuiste sin decir nada, solo dejaste una tarjeta olvidada en donde aparecía tu número, y tan bien que la pasamos.

– ¡Es ella! -Pensé.

-Hola, ¿Como has estado? ¿Estas ocupada? -Dije intentando entablar una conversación.

-Tranquilo, no vayas tan rápido. -Me respondió con una voz un poco sarcástica.

Me avergoncé, se escucho muy obvio lo que quería.

– ¿Esto no es amor o sí? -Me dijo con duda.

-…. –No pude responderle inmediatamente, y menos el pensar en una buena frase. -No…, solo me dieron ganas de estar contigo de nuevo…. -Dije casi normalmente.

-…, vaya, pero que sincero y directo fue eso. Está bien, mira, voltea hacia atrás.

En ese momento volteé rápidamente y la vi, estaba en la esquina de este bar con…, ¿Una amiga? Me estaban viendo fijamente, así que, si como de una juego se tratara las mire fijamente también, intentando hacer que ellas voltearan la mirada primero.

-Muy bien, vamos. -Me dijo por teléfono. En seguida se levanto y con su amiga se dirigió a la salida.

-Esta vez será en mi casa -Me dijo estando afuera, así que me limite a obedecerla y subí al automovil, sentandome en la parte de atrás, el automovil parecía ser de su amiga. Estando en camino, la mujer volteo a verme por un momento desde el asiento del copiloto, y después de un momento dio un pequeño brinco hacia el asiento de atrás, en donde me encontraba yo. Sin decir nada se recargo en mí, me sentí un poco apenado por lo que estaba sucediendo, porque no estábamos solos y aparte no era ni mi auto, así que no intente nada y solo me quede un poco inmóvil. La mujer se acercó mas a mi y se desabrocho dos botones de su blusa, dejándome ver así un gran escote.

– ¿Se está burlando de mí? -Pensé, pero me aguanté las ganas de intentar hacer algo, pues no soy exhibicionista.

Después de ver que voltee a otro lado intentando apartar la mirada, la mujer se quedo pensando por un rato, pero entonces ella se levantó y se sentó en mis piernas. Ya no supe que hacer, pero no termino ahí, empezó a mover sus caderas, haciendo fricción conmigo. Ya no pude aguantar más y empecé a tocarla, empezando por su pecho. Por un momento pude observar cómo nos veía su amiga por el retrovisor, pero ya no me importaba, la lujuria se había apoderado de mí, estaba por quitarle el sosten cuando de pronto el coche de detuvo.

– ¿Conque ya llegamos? -Dijo la mujer mientras se apartaba y se ponía la blusa.

Al mirar por la ventana me di cuenta de que era una chica con dinero, su casa era demasiado grande que parecía una pequeña mansión.

Entrando a su casa me dirigió a una de las habitaciones y trajo cerveza. Empecé a tomar, pues me sentía un poco avergonzado, después de un rato platicando y tomando los tres, saco una pipa de agua y empezó a fumar con su amiga, después de que ellas fumaran volteo a verme y me ofreció.

-Pruébala esta sabe mucho mejor a la que probaste en el hotel.

Sin siquiera pensarlo mucho tomé la pipa y probé….

-“Luis” es tu nombre ¿O no? -Dijo.

-Si…. -Respondí.

-Oh, no te preocupes por el mío, me puedes decir “Mariana” -Dijo de forma sarcástica.

En ese momento mi corazón empezó a latir con fuerza, por la vergüenza que sentí al escucharla decir eso.

-Perdón por eso…. -Dije mientras me ponía rojo, por que se, que en momentos así es inevitable el ponerme colorado.

-No te preocupes, esto es algo casual y solo es por pasar un buen rato ¿O no? Por cierto, ella es mi amiga “Hazel”, ¿Crees poder con las dos? Recordando lo emocionado y lo mucho que duraste conmigo, no me sorprendería que pudieras. -Dijo la mujer, como si estuviera presumiendo por mí.

Me sorprendí un poco y voltee a ver a su amiga, a la que casi no le había prestado atención, ella era quizás de mi altura, piel blanca, pelo negro y corto, delgada pero con un buen cuerpo, sí…, era la tipo de mujer con la que soñaba antes…, ella era hermosa, pero aun así…, no era, no se comparaba con el cuerpo de la mujer de la que me enamore…. Mientras tanto la mujer principal era un poco mas baja, piel morena pálida, pelo negro algo largo, delgada, pero con un buen pecho, sí…, su figura me la recordaba mucho… quizás por eso….

Mientras estaba un poco perdido en mi mente, ellas se me habían acercado y… así empezó todo.

Quiero volver a sentir esa mentira, Mariana….

Y así paso el tiempo, volvíamos a quedar, y supe que el nombre de aquella mujer era “Paulina”. Volvimos a hacerlo una, dos, tres, cuatro veces, hasta que me dejo de importar el contar….

Como era de costumbre salí a caminar de noche para pensar. Sabía que todo esto era una mentira, sabía que me hundía cada vez en algo de lo que quizás no iba a salir, pero en mi mente solo quería verla y estar con ella.

-Una…, vez…, más…. –

No recuerdo mucho. Un destello de luz y gotas cayendo sobre mí, un dolor agudo corriendo a través de mi cuerpo. Oigo voces a mí alrededor, pero no estoy en condiciones de responder. Estoy atrapado en un sueño sin fin.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS