EL LEGADO DE LA TRISTEZA

EL LEGADO DE LA TRISTEZA

Andrés de lua

09/10/2019

NI LA MUERTE PAGANA, NI LA SOLEDAD ABSOLUTA.

La lluvia que cae sobre cruces de mármol

parecen agigantar el llanto que hemos

llorado por tu ausencia. O por nuestra

estadía de dolores pobres miserables,

La lluvia que cae sin tregua amenaza con

dejarnos solos en esta soledad que ya

da tormento, el cielo negro, plomo, gris

asusta su arremolinada paleta de colores

de un pintor vil, enfermo del alma

que pareciera gozar con tal oquedad.

A medida que cae la noche matiza los

colores con un rojizo pálido desordenado.

una hecatombe de dolor, de muerte,

la muerte que te arrastro de mi lado

que te alejó de mí, de mis sentidos

alborotados. ¿Pero debiera tener

sentido la vida si no hubiera muerte?

Sabíamos que esta llegaría en algún

momento, tal vez este ritual de

tanta gente llorando, personas que

antes no había visto, lamentando

tu muerte o lamentando tu vida no

sé, pero parece de mal gusto que

estén conmigo bajo la lluvia que

debiera mojarme solo a mí, pues

soy el que te beso y cerró los ojos,

soy el que cerró definitivamente

la puerta que ya no te verá entrar,

el que no tendrá con quien hablar

de la banalidad de la vida

y mira sin darnos cuenta te estoy

dejando bajo una cruz de mármol,

blanca y más blanca por la lluvia,

sin epitafio, porque ese es nuestro,

ahora mío.

Me he quedado solo al fin, todos

como llegaron se fueron y me he

quedado observando como perdido

el único poema que no hubiera

querido escribirte, el que me dolió

pensar, el que no escuchaste ni

leíste, el que no pude evitar de

declamar: “cuando la vida, toda tuya,

me la diste y fue toda mía, el amor

floreció en la primavera toda nuestra,

para que nada nos separará, ni la muerte

pagana, ni la soledad absoluta”.

AUSENTE

los árboles deshojados de este otoño

extraño, que alfombran de hojas las

calles antes plomas, por donde camina

el silencio de la mano con la soledad,

puede ser tu y yo, pudo ser tu y yo.

arrastro con mis pies desnudos las

antes verdes hojas, me abro camino

hacia la luz tenue de un farol, el letargo

de la tarde me encamina hacia un

anochecer triste y la melodía de un

violín que desafina, escapa por entre

los cristales rotos de una vieja casa

en donde se vende el amor.

que pudo pasar que las mañanas no

vinieron más, que pudo suceder que

los besos no fueron más, ¿acaso el

abrir mi alma para dejar volar poemas

a tu alma te asustó tanto que decidiste

huir con las auroras que nunca nadie

sabe a dónde van?

yo sigo aquí, por si te interesa, el sonido

hiriente del olvido, la coloquial conversación

con mis sueños y el pensar frío tras frío

en tus dolosas palabras, poco tiempo

gozó mi amor de tu amor, pocas horas

se volvieron claridad.

mi yo sin ti, es nada. mi farol, mis hojas

mis violines, son nada.

estas noches no existen, solo existen

los árboles deshojados y esta ausencia

de ti que me mata.

EL DERECHO DE SABER

En las ventanas cíclicas del tiempo,

las veladas noches de tormentas

y lluvias no tienen piedad.

el árbol místico, el empedrado

ensangrentado, las voces que

gimen dolores de creación.

estoy golpeando la puerta que

da a tu casa, la envejecida puerta

sin tirador. hemos hecho algo mal

todo lo hicimos mal.

desde el amor que generan los

besos, hasta el hedor que queda

del sexo.

el impenetrable silencio donde se

guarecen los cobardes, el olvido

premeditado, el páramo interminable,

la sedienta caminata, el morir

tantas veces, como veces invocas

a la vida.

el destino perdido cuando los caminos

se separan, no hay luz en la estación

del olvido, no hay que beber.

esperamos otro concierto de aves

que no están, tenemos el derecho de

saber en que terminará todo esto.

de que moriremos al final.

A QUIEN CORRESPONDA

Nadie vio lagrimas más tristes,

el tiempo no las secó, ni el viento

o la soledad. Nadie sabe cuanto

pude amar y cuanto he tenido

que callar.

desapareciste, la sombra canela

de tus ojos, me borro para siempre.

nadie supo jamás mis dolores,

ni el color del agua, ni el sexo que

no fue, ni la casa con pequeños

sueños, ni el silencio que guardaste

cuando me viste marchar.

ahora que el mar se aquieto, cuando

los pastos reverdecidos de mis

praderas están en paz, un golpe de

sangre golpea mi corazón,

se esmera en abrir los candados

vetustos de mis recuerdos, los

que guardé de ti, los que te escribí,

el silencio queriendo escapar y

dar gritos de orate, de volver a

llorar, porque la tristeza fue

tan inmensa, que aún me pesa,

como condenado que arrastra

cadenas, como muerto dos veces,

y, sin embargo, todo el sol que me

faltó, toda la sed que sufrí no puede

con tus morenas formas de hacerme

volver: cuando vienes de visita a

mi corazón.

ORA PRO NOBIS

El escabroso día, el amanecer tardío,

escondiendo almas para salvar vidas,

mutilando verdades para justificar

cobardías.

que los lamentos de los hechores

se multipliquen, se vuelvan ecos

satánicos y se pierdan en la pestilencia

de sus propias deyecciones.

el escabroso día, el miedo a despertar,

! el temor de morir, el terror de vivir ¡

las águilas heridas, ya se viene

la noche, la escabrosa noche, el morro

de lobo que acecha, la tiniebla

que espanta, el púlpito del demonio

con sus liturgias que dejaron de ser

servicio, sino para servirse.

las lenguas del cancerbero lamiendo

pieles dóciles, infectando inocencia,

matando ilusiones.

el escabroso día, la escabrosa noche,

mutilando sueños, para saciar sodomías.

el fuego que debiera arder, la perdición,

el relámpago ajusticiador, que no truena,

la cruz intacta, el cáliz infesto que

consagra miserables.

El escabroso día, la escabrosa noche,

! Regina Pacis, ora pro nobis ¡

¿DIOS?

perfecto hubiera sido todo, si hubieras

reconocido que te equivocaste.

no hay tiempo suficiente para enmendar

el daño que hiciste y por mejorarlo,

las cagaste más, mira que mandar a

tu hijo: eso no se hace.

hubieras venido tú, es tu creación,

se supone

LA CAMINATA

Los cielos azules y rojos por momento

y el viento que no refresca sacude los

árboles plomos de tanto polvo, de viejos.

Un sueño interminable de una mujer

parada en el camino, con los ojos celestes

de mar, de cielo de infinito.

¿Qué haces en este lugar tan sombrío?

Eres mucha belleza para un entorno

tan triste, y quiero acercarme

beber la frescura de tus labios y solo

debo proseguir mi caminata, mi larga

y amarga caminata.

Nunca te das vuelta para mirarme y

repentinamente la noche se deja caer, el

cielo se inunda de estrellas y vuelvo a

encontrarte en medio del camino, siempre

sonriendo, y en silencio, un profundo silencio

tienes raíces de otras vidas y mi vida no va

contigo. Ni siquiera parpadeas porque

no soy el caminante que esperas.

¿Entonces dime qué haces en mi camino?

¿Porque me duele tanto verte ahí?

¿Que Dios me quiere atormentar más?

O que palabra debo pronunciar ahora,

¿Es de piedra tu corazón?

¿Es gélida tu alma?, te gusta verme sufrir’

En mi caminata ni siquiera intentas detenerme

me miras de frente solamente, si no te da

el sol en los ojos.

Que viene a ser todo esto, mi muerte al acecho

tu amor sin ventura, tus besos prohibidos

tu cuerpo de sal y el fin de nada’

No lo puedo ver, no leo entre líneas, no veo futuro

solo sé que debo llegar a un lugar desconocido

encontrar alguna puerta abierta en tu corazón

y meterme como un ladrón, hacer que te enamores

de mi amor y vuelvas tus ojos hacia mí, con

lágrimas de color azul, con lágrimas de color azul

y un sabor a miel en tus labios, para que nunca

después de esto me dejes de amar.

EL AMOR QUE DEAMBULA EN SILENCIO

El día trastocó más la melancolía,

y los besos escasearon,

como las caricias.

Solo me llueve el recuerdo mojando

de nostalgias el entorno de mis

pecados.

Acaso el mago de lo hermoso se

perdió en tu indiferente camino

de piedras y espinos.

Estoy gritando como un desesperado

en un valle solo,

estoy llorando como un condenado

en su final esperado,

estoy dolido como un solitario con

su alma vencida.

El eco se enmudece de mí y la

respuesta me ahoga de su silencio.

No es pasión mía herirme

de tu mirar,

se me vino como un fantasma

colérico, para sacudirme en

todo el cuerpo, que tú ausencia

no es casualidad.

El atardecer de cada atardecer

me apaga, me aturde,

y en alguna oscuridad que ahoga

mi sombra, se escucha el gemido

de mi corazón solo,

y en el cuarto en donde duermes,

indiferente toda, el amor, mi amor,

deambula en silencio

TEN CUIDADO

Tarde me di cuenta de que te perdía,

nada que hacer, pero mi pasión

por las letras no pudiste compartir,

la extraña adicción de pertenencia,

el ponerme entre tú y mis letras,

no hagas esto, no te lo hagas,

dejarías de alhajarte si te lo pidiera,

seguro me dirías que soy un egoísta,

un machista, y te marcharías.

Ahora te marchaste igual, porque

mi tiempo lo dedico a jugar con

las palabras, a escribir versos de

amor, versos de odio.

Tarde me di cuenta de que te perdía,

y para serte sincero, ni te sentí

cuando me maldecías:

con mis versos no te metas.

DESPEDIDA

La vida y la muerte tomadas de la mano,

El amor y el desprecio otra pareja fatal.

¿Cuál es el límite que se debe imponer

para no trasgredir las diferencias que

terminan haciendo daño?

No se sabe hasta cuando el daño está hecho.

La sombra y la luz, la paz y el tormento,

quien es el culpable:

¿Tú, porque tus razones, invalidan mi

amor de piel fría y sangre caliente?

¿Yo, porque mis libertades no las veo

atadas a las tuyas?

¿Los dos, porque no le damos tregua a

nuestras mezquindades?

¿Nadie, tan solo porque tú me amas como

sabes y yo te amo como lo aprendí?

Porque no he leído, que el amor, es propiedad

privada, tampoco mi alma consigné a la

confinación, a morir de indiferencia, entre

las paredes de la cárcel de tus egoísmos.

Pero tú, no ofrendaste tu vida al sacrificio de

morir por mí.

Esto no es la guerra, no tiene que haber vencidos,

no tiene que haber heridos, es mejor replegarse

y que cada uno con sus amarguras, convierta

tormentas en cielos estrellados, dolores en

esperanzas de felicidad.

Pero el amor, es como la vida y la muerte tomados

de la mano;

siempre uno termina dejando, con dolor al otro.

ALE

Ale, no te marches,

coloca tú las verónicas,

riega las lavandas,

Ale, te necesitan.

el día te necesita,

la noche te requiere,

mi silencio te reclama,

Ale, las rosas te

necesitan.

No te marches, por favor,

quédate, hasta la primavera,

aunque sea, cuando

los cerezos estén en flor,

cuando la briza de la tarde

traiga tu aroma de la

más bella, en el paraíso

más bello que construiste,

somos tu creación,

somos tus manos fértiles,

somos tu mirar triste,

el que guarda en silencio

dolores del corazón,

Ale, quédate,

no te marches, puede

que no exista jardín

si te marchas,

puede que me muera

de amor si no estas,

Ale, no te marches.

ESTABA ESCRITO Y NO LEÍDO

Que me engañabas, siempre

lo supe.

no te creas que me hiciste daño,

no te equivoques, no dos veces.

que te burlaste de mí, la verdad,

no lo creas, he permitido que

fueras la que eres,

te arrastraste en otro lecho,

otro cuerpo te tocó, otros besos

humedecieron tus labios,

pero no te pierdas en tus miserias,

no logras hacerme daño,

te burlas y te arrepientes,

eres feliz y camino a casa te

sientes desgraciada,

te sientes culpable, eso es

tener el alma estercolada,

pero no me engañas, pues lo

he sabido siempre,

no me haces daño, si es lo

que quieres,

no me lastimas, si es lo que

crees,

¿pregúntate mejor, meretriz

de quién eres?

quien te paga mejor.

a quien cobras más,

como te equivocaste,

como no supiste ver en mis ojos,

estaba escrito, pero no leído,

Que me engañabas, siempre

lo supe, si te hubiera amado

hubiera dolido,

pero no seré el primero en

abandonarte,

me das pena y me das lo que

quiero.

LA CALLE QUEDÓ SOLA

la calle quedó sola,

se marcharon todos.

La calle de los amantes,

todos se marcharon.

No había tanta felicidad.

pensaron que había más.

La calle quedo sola, esa,

la de los amantes perdidos,

se fueron por distintos

sentidos.

Los amantes se fueron

calle arriba uno,

calle abajo el otro.

La calle quedó sola,

los amantes se fueron

solos.

Pensando solos, que hacer

solos.

Los amantes, sí, esos de

la calle vacía, los que se

marcharon por cuenta

propia, por diferentes

rumbos.

En silencio,

como la calle.

La calle quedo sola

se marcharon todos,

la calle de los amantes.

No los volvieron a ver,

eso se dice, a los amantes

de la calle sola.

TESTIMONIO DE UN DOLOR

Siempre, en realidad no siempre,

pero cuando el lucero de verano

está bajo de la luna, tendremos un

año lluvioso, (eso me lo enseño mi

abuelo), él miraba al cielo, nosotros

no llegamos a los ojos levantando

la cabeza.

No tenemos valor suficiente,

no tenemos paz verdadera,

nos falta conciencias limpias,

por eso dejamos los amores para el final,

para cuando ya no queda tiempo,

para cuando el horizonte del

poniente ya no da colores purpúreos,

ni las auroras aparecen complacientes.

En las grietas que simula el cuerpo

se refleja la tierra marcada como

testimonio del derrotero, que no

llegaran a ningún punto fijo, ni los

áureos cabellos de tu virginal fondo

astral.

Estando donde estamos es

razón de nuestras acciones y parece

que nuestro proceder, más odio y

guerra, no cambiaran por más que

los besos de labios ensangrentados

quisieran firmar un pacto secreto

de tus sumisiones y las mías,

que se declara en estos casos,

pues si bien tengo un destino que

he de cumplir no soy el testaferro

de quien esperas que te levante.

las cortinas de un escenario con arlequines

y bufones, pues nada me puede hacer

reír, nada me puede hacer feliz, creo

que si vinieras con la desnudez tan

clásica de quien quiere el viento en

el cuerpo y la libertad en su mente.

No te equivoques que mi desnudez

bastarda no es para hacerte feliz

nunca lo he pensado de esta forma,

pues yo voy errabundo buscando

quien me pueda guarecer de mis

miedos, que superan tu amor y tu

entrega.

No soy hijo del rigor, no puedo

sobrevivir en esta adversidad,

no tengo la osadía para meter mis

manos al fuego y verlas quemarse

sin siquiera manifestar dolor alguno,

este no es mi tiempo, es el tuyo,

tienes el dalle de tu lado, y te da

ventajas sobre mí, solo me queda

dar testimonio de un dolor, después

déjala caer sobre mi cuello y que

ruede mi cabeza a tus pies, entre

sábanas blancas y ensangrentadas,

entre pesares y desamores que

fueron el inicio y el fin de una mal

historia contada

CELESTE

Si lograras entender cuál es el

camino, volverían los pájaros

para anidar en tu vientre.

como lo hicieron en un comienzo

las aves invisibles que el viento

logra dibujar en su remolinar,

una por una, puestas con delicada

pausa, como escritor sabio, sobre

cada luz que escapan de tus ojos.

es bello verte venir, es más bello

abrazarte al llegar, como una

noche de primavera , cuando el

olor a violetas, llena el espacio de

aromas silvestre, y una por una se

van apagando las estrellas, es ese

instante mágico, en el cual los

silencios hablan entre ellos, que

nosotros somos un ,par de amante

envueltos en mareas blancas,

escapando cada uno de su razón

para ser libres y sinceros sin tener

que pronunciar palabra alguna,

sin tener que esconder versos en

cajones con llave.

Si lograras entender, después,

cuando la cascada llegue a un

remanso, cual es el camino, tu

primera versión de mujer libre

tendría mi nombre, tendría mi

amor encarcelado en tus ojos,

que de puros, son pájaros invisibles

anidando en tu vientre, míos

como tú, como el Celeste de tu

mirar, como el profundo universo

de tus placeres entregados a mi

para que seamos felices, esta

pequeña eternidad y la otra, esa

en la que no habrá ni llegada,

ni despedida, no habrá ausencia

no habrá otro camino, más que

el que decidamos seguir, endulzando

la breve vida y la eterna inmensidad,

coloreada de tu mirar, celeste como

espejos de agua, que reflejen de

nuestro amor, lo mejor de nuestro

amor.

LA BELLA MUERTA.

En cualquier lugar de los cielos

azules que señorean sobre tu ser,

podrías caminar desnuda, sin pudor,

sin malicia. ¡Libertad! le llamarían,

yo diría liberación, tu solo procura

caminar cuanto más puedas, cuanto

más sol quiebre tu frente.

eres bella, más bellas en tu muerte,

porque esta tierra te pario con dolor,

y te trató con maldad, la felicidad se

burló de ti, y mírate ahora, jamás

tan bella, jamás tan feliz, no necesitas

las manos de nadie, ni el amor esquivo,

ni el aliento hipócrita.

en cualquier lugar de los cielos que

se apagan de sol, puedes deslumbrar,

acariciada de estrellas, brillas más que

cualquiera, te deleitas de inmensidad,

te definen tus ojos como constelaciones

nuevas, ponle el nombre que quieras,

jamás tan bella, jamás tan feliz, no

necesitas amores torpes de nadie, ni

esperanzas fallidas.

eres bella, más bella en tu muerte,

más que ninguna.

LA TRISTE HISTORIA FINAL DE UNA VIDA DE TORMENTOS

(Dedicado a todas las mujeres violentadas, en cualquier ámbito de la vida, para que digan de una sola voz: BASTA)

He caído, me he perdido entre los puños

castigadores de quien me dijo amar.

He perdido la razón, me he vuelto una

sombra que se arrastra, que recoge los

cristales rotos que dejó el violento amado

que yo soñé y tanto esperé, él vino a mi

con flores y palabras dulces, ahora salen

de su boca solo palabras negras de odio,

palabras que quiebran la quietud del

silencio, que me atormentan y asustan.

Quise tanto que fuera mi dueño y ahora

cuando la aurora dejó de aparecer y

cuando la esperanza se me derrama

como la sangre de mis labios, me

doy cuenta que soy su esclava,

el estorbo que no se queja, la

mariposa en jaula oxidada, la que creyó

en el amor de cielos azules y palomas

anidando en su pelo, y ahora no soy más

que una mujer abusada, cansada y triste,

que solo desea morir y terminar con este

tormento.

Yo no lo merezco, pero prefiero la muerte

pálida, que el desatado odio de quien creí

amar y ahora solo muero por su odio.

SI ALGO EL SILENCIO LLORARA

Amor… amada existiendo.

Amada reflejo.

Amor…por simple mirada

a veces te entiendo.

Las dolientes pisadas no

son del crepúsculo:

son las heridas de los

mártires minúsculos.

Amor…amada de arrebol,

amada canción.

Amor…por pura cuestión de infinito,

son tus pechos dos secretos

cautivos,

tu pureza la tentación

que me separa de toda razón.

Amor…amada fulgor

amada estupor,

amor por simple poesía,

tu silencio me acaba,

pero si algo el silencio llorara,

amor, entendería,

bajaría por tu pelo

para dormirme en tus rodillas

Amor… amada extraña

amada escondida.

Amor, por pura cuestión

de sueños,

esta noche llevare a tú lecho

un hijo en forma de flor

NOS VEMOS EN UN LUGAR CUALQUIERA

Nos vemos en una tarde cualquiera –

¿Importa el lugar? ¿Importa el cómo?

¿Si llueve como ayer, o la luz del sol,

ya en su crepúsculo se apronta

a desaparecer?

Es mucho tiempo en una tarde cualquiera.

Suena triste y a despedida.

Como si el alma se aprontara a escapar,

o el corazón se niega a abrir otras ventanas,

o tus ojos almendrados, se cerrarán, para

no ver si por aquella puerta entrará el

amor, como un torbellino, tal vez,

o un tremendo ventarrón, para desordenar

tu pelo, para enmarañar tus sentidos,

o para desorientar tu vocación de mujer

hermosa.

Nos vemos en una tarde cualquiera,

cuando mi soledad me haga mala

compañía, cuando mis pensamientos

me traicionen, cuando mi silencio me

condene.

Cuando me duela la ausencia

de ti.

Nos vemos en una tarde cualquiera,

nos vemos cuando el hado de las

premeditaciones nos ponga en el mismo

camino, en la misma tarde, con tu sonrisa

de retrato perfecto y tu mirada límpida

y pronta para un soñador de años cansados.

Solo te pido que cuando me veas, no digas

nada, no me condenes nada.

Solo guárdeme una cesta de frutos secos

que huelan a ti.

A CONTRALUZ

A contraluz se ven imágenes distorsionadas,

en vidrieras de cristal de una casa abandonada.

A contraluz, vuela la imaginación y los acordes

de melodías melancólicas, resuenas sin ecos,

que recuerden días festivos de ron y sexo.

A contraluz se ven las hordas de mutilados

que dejaron guerras de los hombres, hechas

por los hombres, para gloria de algunos

hombres, que ni barro y fatiga conocieron.

A contraluz lloran mujeres violentadas sin

hijos que amamantar, desgarradas como

si la piel se la arrancaran sin piedad, animales

que animales vuelve la guerra.

A contraluz en vidrieras de cristal se pueden

oír coros con partituras dispares cantando

diferentes melodías que no se entienden,

una habla de amor, otras de paz, de la

gloria del vencedor, de la humillación del

derrotado.

Niños que no saben que cuando

se muere se hace para siempre.

A contraluz, se puede ver el amor a pesar

de todo, un pan compartido, un vaso de vino,

un plato con algo que comer, una mano que

acaricia, los lamentos se escuchan igual que

gemidos de parturientas, trayendo al mundo

hijos, que con el tiempo otros hijos enviaran

a estos hijos de madres con dolor, a luchar

por el honor de una patria que solo le dará

muerte, y un trozo de pan duro, con agua

sucias e infecta,

A contraluz se ve la muerte en toda su

grandeza, nadie puede con ella, traga y traga,

hombres con fe, hombres sin fe, mujeres

alegres, mujeres tristes, sin miramiento y sin

justificación, por el hecho de poderlo hacer.

A contraluz no se ve Dios, no se ve el ejercito

de ángeles, ni al cristo reinando como nos

prometieron.

A contraluz, solo queda una esperanza, un

niño llorando sobre el hombro de un hombre

que es el mismo niño crecido, que sabe de

paz, que habla de amor, no lo mataran pues

tiene la libertad de un corazón transparente

y las manos limpias de sangre y dolor.

A contraluz se puede ver esperanza,

distorsionada, pero esperanza al fin.

A contraluz mis secretos de poeta son revelados,

son desterrado y quemados y soy por primera

vez feliz. No volveré a esta casona, pues el cristal

rompió en mil pedazos y mis sueños y tragedias

quedaron atrapadas entre el polvo y las ventanas

cerradas por años.

No volveré, porque no quiero, a contraluz, vi más

de lo que hubiera querido y algunas astillas se me

incrustaron en los ojos, mi corazón quedó ciego y

mi alma suspendida en el vacío de la vida que por

más que no quiera llegará a su fin.

MIS SILENCIOS GUARDADOS

El libro que guarda mis silencios

es lo único que te dejare. Ni los

pensamientos impíos, ni las heridas

más profunda, ni la algarabía cuando

el amor fue, ni en el terrenal modo

de ver las cosas, o en el infierno de

mis pesares; nada de esto quedará

para ti, ni el despertar o el atardecer

de cielos quebrantados, por lamentos

de animal herido, en el tortuoso

andar de mis pasos perdidos, en la

lógica de mis muertes que tanto he

repetido, nada te quedarás, no tendrás

la gloria de verme suplicar, no te daré

el espacio que necesitas para humillar

mis sentimientos más sanos, los últimos,

los que manchaste de tus labios amargos,

los que quisiste corromper con besos

venenosos y caricias hipócritas, no tendrás

mi corazón a tus pies, para tanto mal

querer, ya es suficiente con que me hicieras

llegar a odiarte tanto.

En la derrota o en la victoria es siempre

mejor marchar sin pendones, sin trompetas,

sin laureles, buscar refugio en el olvido y

dejarse morir de muerte de amor, porque

de tanto orgullo destruido, no habrás ganado

nada, solo te dejare el libro que guarda mis

silencios, para cuando lo leas habrás de

ahogarte en llanto y maldecirás el no

haberme amado, porque entre tu desdén

y mis silencios que te lego, no sabrás nunca

si fue mejor mi mal amor o tu orgullo maldito.

UN DÍA MAS DE VIDA

Un día de lluvia, un día de sol intenso,

Un día de viento, un día de frío que cala,

Una noche oscura, un día resplandeciente,

Una bocanada de humo, un vino añejo,

Música suave, un buen libro de Nervo,

Un suicida frustrado, un asesino con éxito.

Una preñez feliz, una preñez no deseada,

Un músico infeliz, un poeta sin musas

Un pintor ciego, un filósofo autodidacta

Un sacerdote impúdico, una monja casquivana,

Un fiel arrepentido, un pecador arrepentido

Un fusil cargado, un soldado sin armas,

Un testigo falso, un condenado sin delito,

Un sentenciado a muerte, un juez borracho,

Una mujer enamorada, una mujer amargada,

Un hombre romántico, un bravucón de cantina

Un enfermo terminal, un muerto olvidado,

Una noche de sexo brutal, un impotente escondido,

Una lesbiana enamorada, un gay infectado

Un creador a ciegas, un destructor consciente

Un verso de Neruda, una idolatría por Gardel,

Un admirador de Hitler, un admirador de Castro,

Un mártir de otras luchas, un cobarde que no siente,

Una puta rubia barata, un cafiche negro explotador

Un día de lluvia, un día de sol intenso.

Un día como otros días, un día más de la vida

LA LUZ ENCENDIDA,

Enciendo la luz, estaba encendida

¿Qué hago, la apago?

Que importa un retrato de un señor

con cara envejecida y bien vestido

que hace sobre la mesa que ahora

ha de ser mía.

un ave extraña lo coge entre sus garras,

y se lo lleva, no hay ventana, no sé

por adonde entro y salió este pájaro

color del humo.

La luz está encendida, no hay luz de sol,

¿Qué hago, la apago?

No hay puerta ni cerrojo, el cuarto es

nebuloso, como un mausoleo en invierno,

como un cajón enorme con la luz encendida,

estaba encendida, siempre está encendida,

¿Qué hago, la apago?

Pero no hay interruptor, no hay bombilla,

solo una mesa, una silla, un libro tirado

a medio leer, unos lentes sobre el, un aire

turbio, una condición de encierro que asusta.

El pájaro vuelve con su color de humo, se

posa sobre mi hombro y llora no lo deja de

hacer en la plenitud de este cuarto extraño.

Me miro las manos que casi no las veo, trato

de tomar al pájaro y se desvanece entre mis

sueños; quiero apagar la luz y algo me detiene,

¿Qué hago, la apago?

No sé a quién gritar, ni sé que hacer, mis muertos

sienten miedo de este silencio y soledad,

de este frio escalofriante y aturdidor, del melancólico

lugar mortecino que es mi lapida, sin salida ni

escondite, con la luz encendida desde siempre.

Porque no bajaré al infierno y me levantaré tres días

después, aquí me quedaré sentado leyendo presuroso

“todos los nombres”, me siento como aquel hombre

Solitario del libro, un solitario más.

Aquí no hay hora de visitas, ni salidas a caminar, solo

permanecer sentado, perturbado, la muerte me durmió

sin darme yo cuenta, y ahora estoy en este lugar que

antes no había visto, y una luz encendida.

¿Qué hago, la apago?

ERES EL MAL QUE NECESITO

Cuando miro por la ventana, veo solo

el camino, no vienes, no estas,

cuando miro el dormitorio tus cosas

se marcharon, tus cuadernos, tus lápices,

busco algún retrato que el tiempo no

hubiere ajado, alguna huella en mis

sabanas y nada.

Le reclamo al cielo tu presencia y me

contesta con lluvias,

le recrimino al mar por tu ausencia

y se alborota y azota contra mis roquerios,

entonces guardo silencio, como el silencio

de esta que era nuestra casa, apago la luz

y me recuesto sobre el sillón donde tantas

veces me dijiste amor, el que sabe nuestros

secretos, el que nos envolvió como un abrazo

de fuego en cuerpos fríos de adioses.

Pero esta vez no volviste, no dejaste la excusa

para hacerlo, no olvidaste un trozo de amor

en el velador, esta vez fue para siempre.

Me quedaré a olvidarte hasta que te olvide,

me quedaré a llorarte hasta que me ahogue,

me quedare hasta que de algún mal agonice,

porque si no serás el bien que me salve,

serás el mal que necesito.

JESUS

Jesús, que triste tu vida.

Viniste a morir por mí

para conciliarme con tu padre.

Estás loco, yo ni lo conozco,

ni siquiera sé de donde es,

Jesús, te clavaron en un madero,

te pusieron corona de espinas

te ratigaron, te traicionaron,

te vendieron, y me dices que

la paz sea conmigo,

de verdad enloqueciste,

mírame, no seré pescador de

hombres por ti,

no pondré la otra mejilla,

no me arrodillare ante tu padre,

por más que camines sobre el agua,

o vuelvas a la vida a cuantos lazaros

te encuentres en tu camino.

Por más que hagas ver ciegos,

no me impresionas, vuelve cuantas

veces quieras, volverán a clavarte

en tu cruz, porque tu padre, al que

quieres que ame, te mando a

esta humillación, mira bien a tu

alrededor, vez algo bueno por

lo que valga morir una vez más,

no pierdas el tiempo, de verdad

que perdiste el juicio, toma a tu

tu mujer de Magdala y decide tú,

vive por ti y por ella, al fin y al cabo

yo cargo mi cruz y mi propia corona

de espinas, también me insultaron

y me han matado, pero eso lo decidí

Yo.

COMO LLUEVE…

¡Cómo te amo lluvia ¡

¿a la lluvia se le ama?

Bueno, el poeta soy yo.

Hasta me puedo

enamorar de ella.

Pero en realidad

debiera decir que

me encanta la lluvia,

Verla caer desde

mi balcón…

Pero mentiría, pues

no tengo balcón,

es más, cuando llueve,

lo embarro todo.

En realidad me incomoda.

¡Te odio lluvia ¡

De nuevo a lo mismo,

¿a la lluvia se le odia?

Insisto el poeta trato

de ser yo;

Lluvia, quiero hacerte

el amor: ¡Por Dios ¡

Una poeta que ni recuerdo

su nombre escribió:

“tú y yo haciendo el amor

en un zapato chino de

Veinte mil leguas”

La poeta era ella, a mí

no me digan nada.

Que se la lleve la lluvia,

¿debiera decir que se la

lleve la muerte?

Pero suena bello: lluvia

de mi mejor niñez, del

mejor amor y la eterna

felicidad:

Que hipócritas podemos

llegar a ser los poetas.

En realidad, ahora sí,

me da lo mismo, te dejaré

tranquila, pero no te metas

con migo, y trata de no

mojarme los pantalones,

de verdad que es incomodo

sacarse los pantalones mojados.

¡Que viva el sol ¡

Por Lucifer: de nuevo.

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