Hay un hombre que yo conozco, muy cercano a mis pensamientos. Él es el personaje de este relato, y el desgraciado más privilegiado.

Hace un par de años, descubrió algo de lo que sería una mentira decir que no conoce, y que no ama, porque sí. Al hombre de esta tragedia, le han otorgado el más grande regalo.

Una noche afuera, frente a mi casa, se encontraba el personaje, sentado en la banqueta. Me hablaba sobre lo que sentía y pensaba. Entre lágrimas y vulgaridades, unos cigarros que fumaba, y la ropa húmeda que llevaba puesta.

Me dijo:

– He desperdiciado el talento que del cielo me han otorgado. Cuánto daría por ser normal como otros, y que a alguien más le hubiesen desdichado con esta maldición, mi maldición.

Todo el día me mantiene afligido, me revienta el alma cuando en mí se manifiesta la oscuridad. Y nada me quita la angustia que llevo dentro de mi ser.

¿Vicios? Estoy arto de ellos.

¿Dinero? Es vanidad.

¿Un cuerpo perfecto? Sólo me haría más miserable.

¿Viajes, carros, casas? …

Donde hay talento, abunda el pecado.

«Pero donde abunda el pecado, sobre abunda la gracia». Ponía algo así en ese libro del que todos hablan.

Jmmm… (Risas)

¿Ves algún rastro de gracia en mí?

Dímelo, y te creeré el resto de mi vida. O por lo menos, hasta que se acabe de repente.

– …

– Lo sé, yo tampoco la veo.

Me sorprendió escuchar cómo hablaba, con tanta soltura y convicción de lo que decía. Mencionó que le encanta «El Molino Rojo», una antigua película de amor.

– Bueno, ya es hora de ir a descansar, tal vez así, los fantasmas que me persiguen, me dejarán tranquilo un poco.

¡A dormir, pequeño joven, mañana va a ser un gran día!

El personaje se levantó y se fue, entre la oscuridad y la niebla nocturna, su silueta desaparece, dejando un rastro de humo de cigarrillo.

Nunca lo volví a ver, esa fue la última noche que estuvo sentado ahí.

Hay quienes dicen que vendió su alma, y ahora disfruta de los placeres prohibidos, y los misterios que le revela aquel a quien todos acuden en su desgracia. Otros murmuran que murió de cáncer pulmonar.

De la noche a la mañana, un gran intérprete saltó a la fama, muy parecido al personaje, misma barba, mismo bigote…

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