Silencio

Silencio. Es lo único que escucho. Es raro decir que lo escucho cuando en realidad el silencio no sé escucha. Por el contrario el silencio significa que no hay nada para escuchar, es solo silencio.

Desde el día en el que escuché los ruidos más fuertes y caóticos no he podido escuchar más que silencio.

Ocurrió el pasado viernes cuando cruzaba la calle, recuerdo que estaba pensando en una canción que había escuchado en casa, antes de salir. Ahora ya no podre escuchar esa canción. Porque ahora solo escucho silencio, ja!, que mentira decir que lo escucho, no es asi, solo está ahí conmigo siempre, el silencio, pero no sé cómo referirme a el sin decir que lo escucho.

Silencio. Está presente cuando mi madre habla y yo solo puedo ver cómo se mueven sus labios. Tanto silencio me ha hecho más observador, por eso al no poder escuchar lo que dice noto que tiene los ojos cansados y tristes, que su mirada es de extrema preocupación y miedo. Miedo que se que siente por mí, por lo que va a ser mi vida de ahora en adelante que solo el silencio me acompaña. La miro mientras habla con mi padre, claro, sin tener idea de lo que dice, solo miro sus gestos y expresiones. Mi padre la mira callado, solo la mira, su rostro no expresa nada, tiene un rostro impasible, no se que le pasará por la cabeza. No lo he visto hablar desde mi accidente. De seguro lo haya hecho no estando yo presente, es algo bobo que piense que podré escucharlo. O tal vez no es por eso que no habla en frente de mi, tal vez solo no quiere que sepa lo que siente, tal vez no quiere que lea sus gestos y expresiones cómo hago con mi madre, siempre fue muy reservado.

Silencio. Sigue presente cuando la tele se prende, y yo se que no está en mute.

Silencio. Aún me acompaña cuando me hablan y no entiendo nada. No sé porque me hablan, si ya saben que no los escucharé. Es frustrante.

Silencio. Me agradas. Siempre me agradaste. Pero me gustaba poder elegir cuando escucharte, poder elegir que te hicieras presente, no me agrada la idea de que me impongas el hecho de hacerlo. No te quiero conmigo siempre, pero últimamente no me abandonas por ninguna cosa.

¡Silencio no me permites escuchar mi canción favorita! ¡Silencio vete! no me dejas hablar con mi hermana. ¡Silencio me estas volviendo loco!. Silencio porfavor déjame un segundo de sonido. Aunque sea el más ruidoso y caótico ruido. Silencio, no me dejas tranquilo.

Si no me quieres dejar escuchar un gran sonido al menos déjame escuchar un zumbido, con un insecto me conformo, puede ser una abeja o un mosquito, me da lo mismo. Silencio, ¡porfavor! ¡Te lo suplico!.

Ni siquiera sé si estoy gritando. Porque no me permites escucharme. Supongo que lo hago porque mi madre ha venido a mi cuarto y me abraza mientras te maldigo.

Silencio, tú eras mi amigo. Venías cuando te necesitaba, y me calmabas, eras un buen acompañante para concentrarme y pensar. Pero ahora solo me vuelves loco porque no me dejas en paz. Silencio, me haces sentir mucha soledad.

Mi madre se ha ido. Pero solo porque me he callado. Por dentro grito, pero por fuera estoy en silencio. Ja! Que desgraciado eres que hasta te has apoderado también de mi exterior. Ahora además de escucharte siempre, tampoco emito sonido, por lo tanto estoy en silencio. Estoy en ti. Estoy sumido en el silencio.

No aguanto más. El silencio me está matando por dentro. No he emitido sonido desde el día en que mi madre entro en mi cuarto a abrazarme e intentar calmarme.

Cuando estoy en compañía todos me miran, porque si necesito algo debo hacer señas, todos están pendientes de mí. No me gusta que todos esten pendientes de mi.

Hace un mes que me acompañas, y no puedo seguir así. Necesito escapar de este silencio ensordecedor.

Esta noche después de esta incómoda y triste cena terminaré contigo, ya no podrás atormentarme.

Cuando todos se fueron a dormir yo seguía sentado en la silla en la que había estado mientras comía. Mi madre fue la última en irse. No me quería dejar solo. Nunca quería hacerlo, pero la eché hasta que al final se fue.

Silencio. Luego de permanecer unos minutos más sentado me levanto y apago las luces del comedor. Sigo estando en silencio. Mientras tomo la cuchilla de la cocina sigo en silencio. Mientras lo hago sigo suplicandote que me dejes escuchar algo, cualquier cosa. Así ya no tendría que terminar contigo, para poder estar en paz, porque te habrías ido. Pero nada. Sigo en silencio.

Sentado en mi cama con la cuchilla en la mano. Silencio. Levanto mi brazo libre y lo miro mientras lo hago, observo su movimiento por última vez, esta rodeado de una oscuridad abrasadora y un silencio aterrador.

Continua el silencio cuando paso la cuchilla por la muñeca de mi brazo levantado. Soy constante y rápido. Silencio. Miro como mi sangre cubre mi brazo, mi pantalón, mi cama. Cuánta sangre sale de mi muñeca, solo de mi muñeca, de mis venas en realidad.

¿Silencio? Escucho la sangre saliendo de mi. ¿Silencio? Escucho una brisa que pasó junto a mi. ¿Silencio te has ido o es solo mi imaginación? ¿Silencio?. Seguro es mi mente que está confundida por mi falta de sangre. Mis ojos se cierran involuntariamente. Seguro sigues aquí conmigo y yo solo alucino que te has ido, es tanto mi deseo de que te vayas que lo imagino. ¿Silencio? Me estoy muriendo y lo último que escucho no eres tú sino los pasos de mi madre dirigiéndose a mí habitación.