Capitulo Primero

Contacto hacia el más allá.

Con sangre sobre su cuerpo, un rojo oscuro y con una mirada llena de locura y maldad, se encuentra el…

¿Se preguntarán como paso esto?

Y así comienza nuestra historia en algún lugar de Inglaterra, donde nuestro querido amigo Joseph descubriría algo muy importante sobre su historia familiar.

Una noche, exhausto de su día laboral en el restaurante donde trabaja como mesero, se quedó totalmente dormido en su sillón favorito con el televisor encendido. Cuando dormía tuvo un sueño en el cual veía a una mujer muy hermosa en una hoguera rogando por su vida, llorando y suplicando, pidiendo que se le liberara, pero en vez de eso, su verdugo con una sonrisa burlona avienta el fuego a la hoguera y ella comienza a arder. Joseph sin poder despertar ve sorprendido lo que pasa en su sueño, ve como esa mujer sufre de dolor y como su carne comienza a derretirse, como si fuera de plástico consumiéndose por las llamas, y a lo lejos se ve a un hombre, devastado como si fuera su amada, cuando de pronto escucha a este hombre gritar el nombre de ella y escucha claramente cual es. Le provoco un miedo terrible ya que creyó reconocerlo, tanto así que logro despertar; sudando y con el corazón agitado fue por un vaso de agua, pues no podía creer lo que había soñado.

Al día siguiente, aun pensativo por el nombre que escucho y lo sucedido en su sueño, decidió platicarlo con su amigo y compañero de trabajo Ludovic, un joven francés que por aventura decidió salir de su lugar de residencia en Francia, y tuvo que conseguir un trabajo en Inglaterra, pero al volverse un gran amigo de Joseph decidió alargar su estadía en Inglaterra y postergar su aventura.

Camino al bar platicaban sobre lo sucedido, Joseph no entendía mucho de lo ocurrido en el sueño. Ludovic le comentaba que solo fue un sueño, que se relajara. Pero Joseph desde la noche de ese sueño comenzó a sentirse diferente, como si una corriente eléctrica comenzara a fluir a través de su cuerpo, y entonces en su casa, donde desde tiempos antiguos se ha mantenido por generaciones pasando de un hijo a otro, en ella empezaron a ocurrir cosas extrañas y misteriosas, ya que en algunas noches lo despertaban ruidos y por lo regular las llaves estaban abiertas derramando agua.

Una noche, de esas cuando llegaba muy cansado por lo pesado del día, lo derribó un sueño demasiado profundo, y en su sueño volvió a aparecer aquella hermosa mujer, con la mirada un poco triste, pero a la vez muy dulce se acercó a él y pudo ver su ropa, que era muy elegante de color negro de la época victoriana, de la cual sacó de entre sus pechos una carta con un singular sello, un sello que él conocía muy bien, y de su pequeña boca salieron unas palabras, -si la quieres leer búscala, está en la casa-.

Joseph pensando en ese sueño, y sobre esa carta comenzó a dudar sobre si solo era un sueño y comenzó a sentir curiosidad si realmente encontraría la carta en la casa, así que decidió buscarla. Empezó buscando en los lugares que él creía poder encontrarla, pero no encontraba nada, y por los hechos estaba terminando de pensar que tan solo era un sueño loco y nada más.

Al no encontrar nada, Joseph decidió darse por vencido, y cansado por estrés del trabajo y al no encontrar la carta decidió salir con su amigo a una noche de bares y salones de baile, donde comenzaron a tomar y a beber mucho. Bailando entre gente que al parecer no les importaba mucho su alrededor, y para el todo iba excelente, hasta que notó que alguien lo observaba, y ¡¡¡o sorpresa!!! Era la mujer de su sueño. Sorprendido por lo ocurrido y sin importarle, dejó a su amigo en la barra y fue al encuentro con esa mujer, al llegar donde ella estaba ya no la encontró, pareciera como si se hubiese esfumado.

Saliendo del bar y con unas copas de más, Joseph decidió caminar a casa, pensó que era una hermosa noche como para caminar y distraerse de lo ocurrido en el bar, ya que pensó que todo había sido producto del alcohol, pero conforme caminaba hacia casa podía observarla en los reflejos de las vitrinas y en cualquier objeto que pudiera reflejar alguna imagen. Al llegar a casa solo le pasó por la mente tapar todo aquello que pudiera provocar algún reflejo y verla a través de él, ya habiendo tapado todo se recostó en su cama observando hacia arriba del cuarto divagando en lo ocurrido, pero en un momento comenzó a sentir su cuerpo muy ligero, el cuarto se comenzó a tornar de un color oscuro y hasta cierto punto frio, empezó a caminar muy despacio, salió de su cuarto y caminó por el pasillo. Todo era muy diferente, y el tiempo parecía ser eterno.

Al bajar los escalones volteó hacia la sala donde vio una mujer diferente a la primera, esta tenía una mirada demoniaca. Cuando la vio, pudo ver que ella observaba algo en el suelo como queriendo abrir algo, y veía como una luz blanca como si fuera el blanco más puro le quemaba las manos, y renegaba con una voz demoniaca, Joseph se sorprendió mucho al verla y le provocaba temor escuchar esa voz, cuando al fin cruzaron miradas ella se le quedó mirando completamente a los ojos, con esa mirada profunda y haciendo un ruido con los dientes como si los rechinara; de repente se lanzó sobre Joseph y justo antes de topar con él se evaporó.

Joseph no entendía lo que pasaba, pero decidió ver que era, ver que era lo que había estado intentando abrir esa mujer, y al acercarse más, pudo ver la forma que tenía ese resplandor y al verlo ya directamente se dio cuenta que era el mismo sello que tenía la carta. Y, aun confundido decide alejarse un poco y regresar a su cuarto, pero cuando entra a él, se llevó una gran sorpresa pues encontró a alguien acostado en su cama, ¿y quién era?, ¡El mismo!!

Con el corazón agitado se levantó de la cama respirando muy asustado, y demostrando su temor por lo ocurrido, no se había dado cuenta que, durante todo lo ocurrido siempre se encontró acostado en su cama. Ya más relajado, al bajar las escaleras voltea a la derecha que era donde se encontraba la sala, pudo observar donde paso todo, y al recordar a esa otra mujer sintió un escalofrío por su espalda y más aún que era de madrugada, y en ese momento le llegó una voz diciendo; -Joseph, te necesito, ayúdame-.

Al acercarse a donde ocurrió todo, y con el sello que vio en el suelo por aquella mujer de apariencia demoniaca, se dio cuenta que debajo de el tapete de su sala había una pequeña puerta hacia un sótano del cual él nunca había prestado atención, y en la puerta estaba ese sello tallado de una manera que parecía una protección, como de magia muy mística y antigua.

Decidió abrir esa puerta y al abrirla se dio cuenta que era la entrada de un sótano. Entró y conforme entraba él se sentía un poco diferente, volvía a sentir esa corriente atravesar su cuerpo y a sentirse de cierta forma mas poderoso, encendió la luz y pudo darse cuenta de que el sótano realmente era un santuario, un lugar sagrado debajo de su casa. Al adentrarse en el vio una pequeña mesita en un rincón, y o sorpresa porque ahí se encontraba esa carta con ese sello de cera de color rojo, no creía lo que sus ojos veían.

Al romper el sello de la carta, una brisa recorrió el cuarto, y se dio cuenta que nada bueno le esperaba, la carta decía:

Querido Joseph, recibirás esta carta en el momento exacto en que estés listo. Se que te preguntarás ¿de quien viene dirigida esta carta y cómo se tu nombre?; pero según mis cálculos tuvieron que pasar bastantes años para que esta carta llegara a tus manos.

Eres mi descendiente y el único con los poderes de nuestro linaje, quiero decirte que desde que leas esta carta en delante tendrás que ser muy cuidadoso.

Para entrar al sótano debiste de romper el sello de protección, así que deberás crear uno propio, El sello antiguo de la familia termina con esta carta y comienza uno nuevo contigo.

Encontrarás todo lo necesario en el sótano. Que el Señor Oscuro te acompañe desde hoy y para siempre.

Posdata…

Nos volveremos a ver.

Atentamente

Ágata Blackrose

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