¿Dónde estás?

Tengo frío, un frío intenso y entumecedor que se mete en la raíz de mis huesos. Estoy removiendo todo, buscando en algún lado tus pestañas, esas que me arroparon durante todos estos días. Pero no las consigo. Es que se han ido yendo poquito a poquito desde hace ya al menos un par de semanas.

¿Dónde estás?

Hoy tuve que limpiarle el polvo a mi esperanza, esa que solo brilla y reluce cuando tu te le acercas. Abrí las ventanas del lugar secreto para que se ventile, porque huelen a guardado los sueños y se están enmoheciendo las ganas.

No hay mucho que escribir hoy, es que creo que me estoy marchitando de ganas de escucharte.

Sabes que todos los días muero de ganas por tu piel, pero hoy daría todo por tan solo recorrer la desnudez de tu corazón bonito y de tu cabecita que nunca descansa. Para saber que sigo allí dentro y no me estoy destiñendo.

Ojalá aparecieras.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS