DESTINO DE LA LITERATURA EN NUESTRA SOCIEDAD NEOCAPITALISTA

Autora: DELIA CHECA – D. A. R.

Mendoza, Argentina

Estamos vivenciando la decadencia del libro, como progresivamente va siendo reemplazado por los medios de difusión audiovisual con su contenido ideológico acorde a esta sociedad. Este tipo de obras exige un mínimo de esfuerzo y de participación activa por parte del lector y como no existe literatura sin lector esta se empobrece. Si queremos recuperar lectores y por consiguiente hacer florecer la literatura tendremos que propiciar una transformación profunda de nuestra sociedad.

Esta tendencia a la desaparición de la literatura o a su reemplazo por subproductos se debeen buena parte a una acción concertada por el sistema; este experimenta, en lo profundo de sí mismo, una desconfianza ciega hacia los escritores y su obra, la literatura. Indudablemente que a través de los años ha aprendido mucho, ha adquirido conciencia de la capacidad de rebelión y transformación de la sociedad y de la necesidad de neutralizar el poder de la literatura, su poder de debate y de exponer impúdicamente la Verdad. De ahí su urgencia de dominar la “cultura de masas” mediante el Estado y de organizar el ocio de manera que resulte lo más alienante posible. Para ello surge la necesidad de integrar a los escritores, de domesticarlos lo máximo posible; todos los medios son buenos para lograr que estos sean “respetables” y participen alegremente en la cultura de los núcleos de poder mientras no expresen ideas de avanzada que “pongan en jaque” la ideología neoliberal.

Este “apagamiento del fuego” hace perder a la literatura su capacidad de escándalo, incluso, muchas expresiones de ella que en su momento fueron muy revolucionarias terminaron “encallando en bancos de arena”.

Si bien el sistema aprendió mucho hay una sola cosa que nunca toleraría: que le arrebaten el poder, este sería “el único escándalo del que no se recuperaría” y para evitar esto está dispuesto a poner en acción los medios más sofisticados.