Flor, lo siento.
Si unos días riego el jardín,
y otros no.
Ayer feliz, hoy sombrío y mañana será peor.
Ese soy yo.
Ayer borracho, hoy no quiero ni ver el sol.
Ayer vi tus dos diamantes.
Y hoy,
la tristeza del reloj.
Ayer quisiste ver París.
Hoy,
tuve que esquivar la muerte.
Mañana,
si se presenta,
no podré negarle un baile.
Ayer,
quise que supieras,
lo que mi mente escondía.
Ahora quiero,
si es que puedes,
que me entiendas.
Que si hoy no he estado cerca
fue porque tenía otra cita.
Pero que después de ella,
descubrí lo que ayer fuimos.
Ahora entiendo tu silencio.
Tú pasado.
Tus palabras.
Tus miradas.
Tu abrazo y tú despedida.
Perdón si llego tarde,
y nunca vas a escucharme.
Pero tuve que morir,
para entenderte, querida.
Hoy solo espero que mañana,
nos quedemos sin huida.
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