Una vez más dejo de ser yo.

Lágrimas ajenas caen sobre mis mejillas,

Mientras mis ojos se esfuman,

Pues no reconocen quien soy.

Sus siluetas llenas de dolor se pasean noche tras

Noche torturando mis sueños hasta el amanecer,

Y mi cuerpo ya frágil se empieza a derrumbar.

Mi alma perdida se convierte en un laberinto

A través del cual ellos buscan su felicidad,

Sin pensar que mi corazón detiene sus pasos

Enmudeciendo los latidos que me hacen respirar.

Una vez más me pierdo,

Una vez más tiemblo,

Una vez más me adueño de su dolor,

Y una vez más dejo de ser yo.

A.J

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