La pobreza se come a los pobres

A plena luz del día

Por piedad o no sé por qué

Les deja un poco de vida.

Y van por las calles mendingando

Todos los días porque

Los fines de semana son tan extensos

Que sienten perder lo que les queda.

Los pobres se sienten desdichados

Arrancados de su tierra

Desterrados de su vida

Se creen olvidados.

Y al caer la noche

A pesar de su pobreza

Elevan una oración

Para mañana

Tener otra porción de vida.

Los que tienen un poco

Aprovechan para dar dádivas a esas almas

En constante pena;

Aunque sienten dolor

Angustia y desamor

Ríen a carcajadas,

Sin saber por qué

Se vuelven serios

Con la mirada triste

Nostálgica, perdida.

Los que de verdad tienen

Ven el drama

Y derraman miles de lágrimas;

El espectáculo doloroso de la vida

Es una inmensa sala de cine

Que los divierte

Pero a la que repiensan donar

Una porción de capital

Para aliviar el mal.

Por eso invierten

Sin mayor remordimiento

Cómo crear enfermedades Incurables

Que les generen ganancias;

Tienen en la guerra,

En las ventas de armas

Su mina de oro

Y en el entretenimiento de las masas

Su mayor tesoro;

Eso sí, los aflige que la vida

Tendrá fin un día

Y ni todo su caudal de riqueza

Podrá mediar para salvarlos.

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