Soy yo, no soy dulce ni muchos menos una flor, no soy delicada ni vulnerable como quisieras, solo soy.

Soy fuerte, soy todo aquello que no esperas, soy la tormenta, las hojas secas de primavera, soy los fuertes rayos del amanecer, soy el relámpago, soy el amarillo del arco iris, el azul de tus ojos y el rosa de tu corazón.

Soy el rocío de una corta lluvia, la nube gris del celaje, la del sencillo traje, la de la poca concentración. Pero también soy la mirada más tierna, soy el hielo esperando al sol.

Soy el pensamiento de nostalgia al final del día, soy la pureza revestida. Soy el reflejo en el vidrio manchado. Soy mi propio eje y tú giras a mi alrededor, confundiendo mis ideas, rozando mis enaguas, despeinando mis rizos, tirando de mis manos, alterando mi respiración, pero siempre alegrando más que nadie a mi corazón.

Soy mi propio destino, mi deseo en la estrella fugaz, quiero ser todo lo que necesito, pero al final siempre estás tú.

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