“Es así que Thel, la melancólica y triste Thel, descubrirá

con terror que todo lo humilde y pequeño en este mundo,

resuena con majestuosa grandeza en la eternidad.”

William Blake


Efímeras son las creaciones

de la naturaleza,

nacidas solo para cumplir

su fugaz destino

y al momento siguiente caer,

marchitarse y desaparecer…

Reflejo lunar en el agua.

Sombra en la tierra.

Huellas en la arena.

Imagen en el espejo.

Gota de rocío.

Lirio con luz del alba vestido.

Sonrisa en el rostro.

Oruga, anticipo de alado destino.

Cada una feliz

de vivir su presente,

en plena aceptación

de su fugaz existencia.

Mientras el Hombre

es en el mundo la única

que pretende eternidad,

sin ella no le es posible

la alegría ni el canto…

Los retoños de la naturaleza

saben que la luz los vestirá

y que serán alimentados

por el maná de la mañana.

Nada permanece,

al morir nos dirigimos

a la vida multiplicada

en amor y sagrado éxtasis,

mientras la paz nos cubre

con su invisible manto…

Gusano…Estampa

de la fragilidad…

alimento para gusanos…

¡Sublime destino!

¡Nada de lo existente

es para sí mismo!

Aquel que a lo humilde

sirve es ungido

con sagrado esplendor…

Obra publicada en mi libro «Poesía»

Mendoza, Argentina – 2014

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