Suspensivo Homicida

Suspensivo Homicida

Griss Narváez

20/07/2019

Una hoja blanca con letras escurridizas, marcas por toda la escena. Llora acentos y comas extraviadas en el piso, palabras gritan sin los signos de exclamación. Una palabra da seña de mutilación; un “te estuve escuchando”, sin las últimas tres letras. Filosa punta grafita atraviesa el papel, primero la apuntaba amenazante, después; la ira hizo lo suyo con justo trazo al centro.

Extirpar, otro de sus métodos; de arriba hacia abajo. Atraparse en dos personajes, no pedir rescate y después acribillarlos. Una alfombra de tinta con puntas de lápices flotando, seña del cansancio de su labor. Entre tachones y borrones vuelve en sí, golpear la pluma en la página, contar hasta tres y volver a comenzar.

Punto y seguido, una tilde mal puesta, regresa y la encadena a la cabeza de la i. Otra coma que detiene el acto, llega el pasado y se vuelve a silenciar; comienza la tortura, letra por letra, sílaba por sílaba. Siguen las palabras enmudecidas, la tinta escurridiza y la punta destruida. Más puntos y seguidos, nada sin concluir, y más sujetos que buscar. Lleva seis años y contando, seis años y sus puntos suspensivos.

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