Aquí estoy, otra vez.

Las luces de la ciudad se encienden como luciérnagas a tu alrededor.

Otra vez la vaga noche nostálgica y triste, abraza al caminante en medio silencio abrumador.

El miedo de la nada atormenta mi alma sin nada saber.

Debería odiar los inviernos, pero el frío consuela el alma como el café al corazón.

Sin todavía saber la certeza de tu amor, sin saber la certeza de quererte, sin saber si quiero tenerte, sigo aquí, una vez más aquí.

Miro la luna que desviste mi alma mientras contemplo su brillar en medio de la arena y el mar con la mirada perdida en la oscura noche buscando el final imaginario, sin saber si encontrarlo anhelo.

Tomé las pluma entre mis dedos sin un papel tener, busqué la arena y cerré el círculo alrededor mientras bailaba dando vueltas entre el chasquido del agua, sentía al mar hablarme en susurros que llegaban como poesía a mis oídos, poesías poesías….¡Poesías!

P alabras de hombres que

O bedece el corazón

E n su silencio profundo con

S entimientos escondidos

Í ntimas confesiones de un

A lma descifrando su corazón.

El invierno una vez más se despide dando paso a las primaveras llena de olores a rosas, a campo, a naturaleza viva, llega a imponer su encanto pero olvida que solo la aprecia la luz del día; las noche en primavera siempre serán inviernos escondidos…

Destellos de luz en la ciudad que despiertan tus recuerdos en medio de esta fría noche.

Sigo pensando sin quererte, o tal te quiero sin pensarte pero ¿cómo saber si ninguno esta para amarse?.

Inviernos fríos y dulces como su mirar, suaves como el viento que roza mi rostro una vez más digo adiós, sin hola decirte.

0519