Cae la noche y el deseo es propicio.
Siento tus manos, entrelazadas con las mías,
sé que se avecina el inicio.
De orgasmos sin fin hasta la llegada del día.

Déjame ser, voy a dejarte ser,
Nos llevaremos cual vaivén,
no hay temores, no hay futuro,
seremos uno en este momento oportuno.

Te gustan mis juegos,
la seducción se apodera del ruedo,
te voy a definir como el mejor compañero,
para pasar de lo vacío a lo pleno.

Vivamos la oportunidad, no sé si eres causalidad.
¿Quizá un propósito más habrá?
Dejemos las dudas,
solamente déjame ser tuya en esta oscuridad.

Cual estrella fugaz, fundidos en el deseo,
sin miedo, arrullados por el ego,
no te quiero sincero, te quiero sobrio.

Sin importar si mañana ya no eres tú o quizá ya no sea yo.
Más estamos aquí hoy, aprovechemos todo,
vivamos sin preocupación.

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