Nunca vistes a una hormiga

llenar de agua su agujero.

Ni al simio talar el árbol

de la rama que sujeta.

Ni al pez, ni a los delfines,

ni a tiburones, ni a pulpos.

Has visto vaciar su casa,

el hábitat donde bailan.

Los pájaros no rompen

el nido donde sus hijos

aguardan hasta que nazcan

Y crecerán en el mismo.

Solo nosotros, humanos,

nos cagamos en la mano.

Pisoteamos la comida.

Drenamos nuestra energía.

Parece ser que nosotros

somos los únicos seres

que no quieren que sus hijos

vivan más años que ellos.

Decimos ser inteligentes.

Creemos ser inmortales.

Una especie que se precie

no mata a su propia madre.

Cuando la Tierra se harte.

Cuando el globo al fin reviente.

Animal de gran cerebro,

morirás.

Te deseo suerte.

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