LA ADULTERA Y EL MARIDO INFIEL

LA ADULTERA Y EL MARIDO INFIEL

Lilibeth Rondón

30/06/2019

LA ADULTERA Y EL MARIDO INFIEL

Es verano, la tierra está árida y seca, hay escasez de agua por todos lados; da tristeza, mi pueblo que siempre había tenido agua y muchas riquezas hoy ya no es lo mismo, como no lo es mi vida. A pesar de que soy joven aun, me he casado varias veces, no hace mucho tiempo me aparté de mi primer amor. Le fui infiel. Me dejé deslumbrar por las promesas efímeras que me hacían los patanes que me enamoraban y un día dejé al que realmente amaba mi alma. Sé que soy bella y codiciada por muchos. Me veo al espejo; contemplo mis cabellos amarillos, ojos azules y labios rojos, además de reconocerme como una persona amable y cariñosa.

Recordé que cuando estaba con mi amado; cantaba himnos, mi alma se alborozaba, mis cantos e instrumentos son una mezcla de razas, se escuchaba el cuatro y todo instrumento de cuerdas en mis espacios, tambores que trasladaban a las costas y los sonidos de flautas hechas de bambú, por acá se les conoce como carrizos, sus melodías son bellos silbos apacibles que calman el alma, estos últimos originarios de Cumanacoa. Toda esta paz era la que me rodeaba cuando vivía con Justo mi primer y más grande amor.

Me asome al zaguán después de largo tiempo encerrada; todo estaba oscuro y un fuerte viento empezó a soplar, cosa que me sorprendió porque estamos en pleno verano, miré el cielo gris y sentí miedo. Ese mal tiempo me recordó a mi actual marido que no sé dónde estará, no lo he visto en varios días, él es una tormenta que ha acabado con todo, un hombre malvado, un lobo disfrazado de oveja. Siempre lo elogiaba y quería estar perfumada y arreglada para él. Quería que me amara y también a mis hijos los que son muchos, unos nacieron de mi vientre y a otros los adopté, los amo con el alma. No diré el nombre de mi marido, solo les contaré que salió de la nada. Mi apariencia actual es una tez pálida y he adelgazado mucho, tengo muchas marcas en mis brazos y también en mi cara. Ya no canto y tampoco en mi casa hay música, mi marido ha despilfarrado mis riquezas con sus amantes, le di poder sobre todas mis herencias y ha robado la parte de mis hijos. Cuando reclamo y quiero salir a gritar a los cuatro vientos mi desdicha, pone cadenas en mis brazos, me golpea y me encierra.

Muchos de mis hijos se han ido lejos, otros están conmigo, sé que luchan día a día para sobrevivir. Extraño a Justo mi primer amor y quisiera que me perdonara. Muchos me advirtieron sobre mi quinto marido, un despótico y cruel hombre, pero no quise oír. Ya no aguanto las infidelidades y los malos tratos que me da. Sus amantes representaban la miseria, la injusticia, y el engaño, son las causantes de nuestra desolación. Siento rabia e impotencia, hace un mes vino mi marido con unas bolsas de comida, por lo que me alegré mucho, mis hijos no tenían nada para comer y hasta en ese momento no recordé sus abusos y lo halagué, el con sus gorduras, sus palabras vacías y su ego se sentó a la mesa y devoró parte de los alimentos que trajo, cuando lo vi tan grosero y sin vergüenza, no pude callar y comencé con los reclamos, me abofeteó y se marchó, dejó una nota sobre la mesa que dice: “Regreso en un mes te traeré comida y flores”.

Hoy en la mañana escuché el canto de la tórtola que se posó en mi ventana, ella me dijo que era hermosa, que ya no me escondiera, entonces me levanté con una gran fuerza, llamé a todos mis hijos y cada uno se puso a cantar y a tocar los instrumentos, mi cara se iluminó, me puse mi vestido tricolor y dance por toda la casa, es Mayo el día de mi liberación se está acercando, dije a gran voz.

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