Tan cruel como el inclemente tiempo, tan doloroso como tu desprecio, mis cadenas me atan a un infinito silencio. y sin mirar atrás me sumerjo en una infinita oscuridad. cual promesa que lleva el viento, soy un alma vacía ya sin sentimientos, llora, pero sin lágrimas, grita, pero sin voz, sufre, pero sin corazón, quien lo condeno? ¿Acaso fue la suerte o un simple capricho del destino? Para que seguir vivo, si de todos modos estoy vacío.

Ira ¡odio ¡dolor ¡¡¡no me culpes por no tener corazón, si supieras lo que es el dolor, si pudieras entender la soledad, te amaría como a nadie más, sin tan solo me quisieras escuchar, por ti jamás me cansaría de luchar, pues incluso un muerto puede amar.

Liberadme de mis cadenas ¡¡¡ salvadme de este maldito infierno ¡¡¡ añoro aquel feliz momento, que ya jamás volverá, lo siento querida, es que yo jamás te dejare de amar.

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