Me dirijo hacia el mundo perdido, navego por la tierra sin retorno
voy en camino a mi destino, hacia la vieja galaad
para encontrarme con el extraño adivino.
Partí de las tierras baldías, desde mi hogar en cenizas,
la oscuridad se llevo a los míos
y ahora viajo solo y con prisa.
Voy en busca de la posion, del bálsamo sagrado,
que le devuelva la paz a mi ser atormentado.
Mi barca se mueve lento en el medio del mar muerto
el viento sopla descontento,
y la peste me esta pudriendo por dentro
las voces del pasado hacen ecos en mi cabeza
me provocan nauseas y una enorme tristeza,
mi vista se pone borrosa, me empiezan a salir canas
y el remo de mi barca empujo con desgana.
Aun viejo y moribundo mi viaje he de terminar,
para librarme de mis pecados
Y morir con tranquilidad.
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