Ha empezado un nuevo día, día de grata bendición, solo que tú no lo miras porque en tu corazón aún hay un gran dolor. Es el dolor que nubla la vista de tu corazón; es el dolor que impide que mires un nuevo mundo lleno de color. Las nubes te anuncian tormenta desastres y destrucción. Más Dios cual fiel eterno se te muestra como protección. No te olvides mi estimado que eres hoja en blanco sobre las manos de Dios, y con fidelidad Él te ha entregado un perfecto borrador. Borra toda amargura, tristeza y desolación, toma el lápiz de la esperanza en tus manos y pinta todo cuanto quieras de color. No te olvides que a tu lado tienes al sublime creador; él sabe por lo que has pasado, y está dispuesto para ayudarte hoy. Es solo que te dispongas a escribir sobre tu pasado hoy. Cosas que tu corazón alegran, promesas establecidas por tu divino hacedor. Es para eso que también te ha hecho todo un excelente pintor

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